Guía del asiento. Sea un experto aunque nunca haya volado
Domingo, 28 Junio 2015 21:58

Guía del asiento. Sea un experto aunque nunca haya volado
Las aerolíneas poseen múltiples unidades de negocio.  Como hemos visto en el estudio de PDA Media & Consulting “Modelos de Negocio en la Aviación Comercial”, la tendencia es hacia la hibridización de las líneas aéreas, utilizando conceptos de compañías low-cost mezcladas con tradicionales.  Esto repercute en mayores concentraciones de asientos en las aeronaves, en procura de mayores rendimientos por pasajero en cada kilómetro volado (RPK).  Por ello, en clase Económica se torna imprescindible saber elegir un asiento confortable, especialmente para un vuelo largo.
Fiexpo 2024 1250x115
CIFFT 1250x115
Arapey 1250x115
Mintur verano 1250x115
TSTT-1250x115

La cabina de pasajeros

La cabina de pasajeros es la zona donde se concentran los asientos en la aeronave. Éstos conviven con sectores de servicio, como las cocinas y lavatorios, que están dispuestos de acuerdo a los padrones de configuración de cada aerolínea, por lo que para un mismo modelo de aeronave, pueden existir diferentes diseños de cabina, con variación hasta en la capacidad de pasajeros.  Aunque la tendencia es hacia la homogeneización de flotas y configuraciones, concepto que se impuso a partir del desarrollo de los modelos de bajo costo, las compañías tradicionales suelen tener flotas diversificadas de mediano y largo alcance; la disposición de asientos puede ser muy variable entre aeronaves.

La cabina está presurizada de forma de emular una atmósfera habitable a la altura que vuela la aeronave (habitualmente por encima de los 30.000 pies o 10.000 metros).  Al interior de la aeronave se crean condiciones de presión similares a si estuviera volando a unos 2.500 metros de altura, donde aún el aire es respirable.  Esto se logra mediante un sistema de presurización y aire acondicionado que se controla desde la cabina de mando del avión. Los sistemas de aire acondicionado suelen absorber la humedad del ambiente; muchas aeronaves poseen un recirculador capaz de utilizar y filtrar el mismo aire de la cabina de pasajeros, generando así un ahorro extra de combustible, lo que torna el ambiente extremadamente seco.  En versiones más modernas, como el Boeing 787 Dreamliner, se ha logrado un salto cualitativo muy importante en este sentido; la aeronave se presuriza a un equivalente de 6.000 pies (2.000 metros) aportando así una sensación de un hábitat más confortable para el pasajero. 

Los aviones de fuselaje ancho se dividen en varias “cabinas”, separadas por las zonas de servicio (cocinas y lavatorios).  En términos generales, es importante saber que las ubicaciones de asientos por delante de las turbinas del avión resultan en zonas más silenciosas y de menos tránsito de pasajeros caminando por los pasillos.  Asimismo, al volar por zonas de turbulencia se percibe un menor movimiento, ya que el ángulo de ataque de la aeronave es menor al de la zona posterior.  En materia de servicio de comidas a bordo, la cabina delantera es la primera en servirse, por lo que es posible elegir una opción de comida (habitualmente pasta o pollo) y consumirlo más caliente.  Esto depende del procedimiento de servicio establecido por la compañía aérea; en algunos casos se sirve bajo otro padrón y no se respeta el orden “de adelante hacia atrás”.  A la hora del desembarque, estar ubicado más adelante asegura la salida más rápida en aeropuertos donde se opera con mangas telescópicas.  Si la posición de parqueo del avión es en remota y se opera más de una puerta para desembarque, puede resultar más cómodo sentarse cerca de una salida.   

Por su parte, una ventaja de sentarse cerca de la cola del avión es que, en vuelos con baja ocupación, generalmente quedan filas libres de pasajeros.  Al momento de cierre de puertas del avión hay que estar atento para cambiarse rápidamente de asiento de forma de “bloquear” una fila, para dormir en posición horizontal, utilizando la fila completa.  La sección de cola puede ser la más movida respecto al tránsito de pasajeros hacia el área de cocinas y lavatorios y puede estar cerca de la zona de descanso de la tripulación, por lo que se trata de un lugar activo durante el vuelo. 

Reserva de asientos

Las aerolíneas permiten reservar asientos a través de sus sistemas de check-in online, lo que brinda la posibilidad al usuario de decidir en base a sus preferencias, siempre que lo haga con la antelación requerida.  SI bien no es posible reservar anticipadamente asientos especiales como los de las filas de emergencia o primeras filas, puede resultar una herramienta útil para asegurarse un lugar confortable en el avión.  Un aspecto a considerar es que la pre-reserva de asiento bajo estas herramientas tecnológicas no está garantizada: si la aerolínea cambiara la aeronave para dicho vuelo, la reserva de asiento podría verse alterada.  En otros casos, el mismo sistema puede dar de baja la reserva realizada por el cliente.  En resumen, la sola realización del chequeo en línea no asegura la ocupación final del asiento. 

Hoy en día hay herramientas como Skytrax, un sitio útil para visitar a la hora de acceder a lo que se conoce como LOPA (Layout of Passenger Accommodation), un plano donde se muestran los asientos, lavatorios y sectores de servicio de la aeronave y su pitch (distancia entre asientos).  Para ello, es necesario saber qué tipo de aeronave está programada para la realización del vuelo en cuestión, dato que puede solicitarse a la agencia de viaje o aerolínea.  Skytrax ofrece un ranking de aerolíneas y diferentes evaluaciones de calidad, en base a resultados de sus encuestas a clientes online.

Para evaluar el confort de un asiento debe considerarse varios factores: el diseño de la butaca (si es ergonómico o tradicional), el tipo de almohadón, la sensación de la tela de tapicería utilizada, si tiene apoya cabezas con diferentes posiciones y el pitch.  Si bien la cifra dada por el pitch no asegura la comodidad del asiento, es posible determinar si hay más espacio para las piernas.  El promedio en vuelos de largo alcance ronda las 31-32 pulgadas; las compañías del Medio Oriente (Emirates, Qatar, Ethiad) poseen un pitch mayor entre los 33-35 pulgadas.   De todas formas, este concepto lineal de medición está sufriendo una transformación a partir de la inclusión de butacas ergonómicas, que favorecen la comodidad a través de aspectos como la consideración de la forma del cuerpo y mejores posiciones de confort.  La tendencia en esta materia es hacia la sustitución de butacas antiguas por ergonómicas, por lo que en términos absolutos, podría disminuirse el pitch en el futuro, en procura de mayores concentraciones de asientos en las aeronaves, y aún así mantener el confort espacial.

En la evaluación de la experiencia de usuario también se suman “amenities” como el servicio de entretenimiento a bordo.  Actualmente, las compañías aéreas integran diferentes servicios adicionales, como acceso a Internet Wi-Fi a bordo, transmisión de contenidos vía streaming hacia dispositivos móviles, pantallas con sistema de entretenimiento integrado, conexión eléctrica o USB para carga de dispositivos, entre los más destacados.  Asimismo, el operador aéreo puede proveer una almohada y manta como parte de un kit de descanso, así como auriculares, tapa ojos y hasta un necessaire con elementos de higiene, como un “mimo” adicional para el pasajero.  Hay aerolíneas que se anticipan a los niños como futuros clientes, y les entregan algún tipo de juego o accesorio de regalo.  Les recomendamos visitar la página RouteHappy, donde puede encontrarse información relevante sobre las comodidades y servicios adicionales ofrecidos según la compañía y ruta a cubrir. 

¿Ventanilla o Pasillo?

Los aviones son etiquetados con números de filas y letras, que corresponden a las diferentes ubicaciones en la cabina de pasajeros.  Habitualmente las filas son ascendentes desde la nariz hacia la cola y las letras son ascendentes de izquierda a derecha.  Muchas compañías utilizan el abecedario asignando posiciones del avión con cabina más ancha y van reduciendo las opciones según la configuración de las aeronaves.  Es por ello, que puede existir un avión (como el Boeing 737) con una fila de seis asientos con denominaciones como “ABC” y “JKL” , sin tener las ubicaciones DEFGHI, ya que seguramente correspondan a un avión más grande de la flota. 

A la hora de asignación de un asiento, la pregunta clásica que se hacen los pasajeros es ventanilla o pasillo.  Sin embargo, a veces no consideran que según el equipo puede haber uno o dos asientos considerados “medios”.  Éstos últimos son incómodos desde la perspectiva del acceso a los pasillos; hay que pedirle permiso a más de un pasajero cada vez que es necesario movilizarse.  La ventaja de sentarse junto a una ventanilla es la posibilidad de disfrutar la mejor vista del mundo.  La tendencia de los fabricantes de aviones es mejorar la visibilidad mediante ventanas más grandes.  El nuevo Boeing 787 Dreamliner está diseñado con ventanillas 65% más grandes que las convencionales, ubicadas a la altura de la vista, de forma que sea posible ver el horizonte desde cualquier asiento de pasajeros. A su vez, incorpora un novedoso sistema de oscurecimiento eléctrico de la ventanilla, capaz de opacar el vidrio como si fuera un gran protector de rayos UV, aún sin perder la transparencia.   Si el objetivo es descansar, la curvatura que recubre el fuselaje del avión junto a la ventanilla puede resultar útil como apoyo.  Sin embargo, en aviones más pequeños, esta curvatura puede ser incómoda para la disposición de los hombros en situación normal.  Si la idea es tener libertad de acción durante el vuelo, la mejor elección será entonces ubicarse en un pasillo, con la contrapartida de tener que levantarse cada vez que los pasajeros sentados en la fila desean salir de su asiento. De acuerdo a la complexión física, también puede resultar algo incómoda esta posición para los hombros, ya que cualquiera que camine por el pasillo (especialmente en vuelos nocturnos con las luces de cabina apagadas) puede golpearle inadvertidamente.

Un aspecto a considerar es que cualquier posición del avión puede contener una caja de control del sistema de entretenimiento que se ubica debajo del asiento delantero, afectando el espacio disponible para los pies.  Aunque la tendencia actual es la sustitución de las butacas por las ergonómicas, que integran estos “cerebros” electrónicos a sus asientos, muchos aviones poseen estas cajas distribuidas en diferentes puntos de la cabina de pasajeros que pueden resultar muy incómodas para la postura de los pies a la hora de permanecer muchas horas en ese sitio.

Filas de emergencia y primera fila

Los asientos próximos a las salidas de emergencia tienen mucho mayor espacio para los pies, ya que son parte de las rutas de evacuación de la aeronave.  En contrapartida, no se permite colocar ningún tipo de equipaje en el piso, en el asiento delantero, o encima de la falda.  La idea central es que no puede haber ningún elemento suelto ante la posibilidad de una emergencia.  Esto puede complicar la disponibilidad de espacio de almacenamiento para el equipaje en los compartimentos superiores, que son compartidos con toda la fila.  La tripulación posee varios controles antes del despegue que forman parte del procedimiento conocido como “Cabina Asegurada”, por lo que debe cumplirse cada indicación establecida por los tripulantes respecto al almacenamiento de pertenencias. 

Desde el punto de vista del diseño, estos asientos tienen guardadas las mesitas y/o pantallas del sistema de entretenimiento debajo de los posa-brazos, por lo que son un poco más estrechos que los asientos de ubicaciones normales.  Puede resultar incómodo a la hora de identificar el mecanismo para desplegar estos accesorios, así como la posición de la mesita durante el servicio de comida, ya que puede quedar más cerca que la se encuentra en el respaldo del asiento anterior.  A la hora de sentarse en una fila de emergencia, deberá considerarse la posibilidad del menor espacio en el ancho en favor del mayor espacio para estirar las piernas. 

Cada aerolínea posee un Programa de Asignación de Asientos para las filas de emergencia de la aeronave.  Esto implica cumplir con determinado perfil etáreo (mayor a 15 años), no viajar con niños o familiares a cargo, no estar embarazada, no viajar con mascotas, no poseer capacidad auditiva, visual o de comprensión disminuida, entre otros requisitos.  Las reglamentaciones aeronáuticas exigen, a su vez, tener suficiente movilidad, equilibrio, fuerza, y destreza en ambos brazos, manos y ambas piernas como para manipular, levantar, mantener, maniobrar o accionar el mecanismo necesario para abrir la salida de emergencia. 

Las ventanillas de emergencia de aviones como el Boeing 737 (en sus series más antiguas) deben extraerse completamente del fuselaje en una situación de emergencia.  Pesan alrededor de 15 kg, por lo que la manipulación puede resultar complicada para una persona que no se sienta capaz de realizar dicha tarea, ante la orden de evacuación por parte de la tripulación.  Aquellos pasajeros que aceptan ubicarse en una fila de emergencia de cualquier aeronave se someten a un “briefing” (aleccionamiento) pre-vuelo por parte de la tripulación y se consideran pasajeros idóneos a la hora de asistir en una emergencia imprevista (que constituye más del 80% de los accidentes aéreos).  Esto implica tareas como evaluar si las condiciones exteriores no representan un riesgo adicional al momento de operar una salida del avión (por ejemplo, si hubiera fuego no debería abrirse la salida) una vez que el avión se encuentre detenido por completo.  Asimismo, deben estar dispuestos a realizar funciones específicas de asistencia a la tripulación durante la evacuación y auxilio a los demás pasajeros a salir del avión.  La decisión de ubicarse en el asiento es voluntaria, aunque la última palabra siempre la tendrá la tripulación de cabina de pasajeros: si considerara que no puede ocupar ese asiento, con el fin de garantizar la seguridad, antes del despegue la tripulación de cabina podrá asignar un asiento diferente a aquel pasajero que no cumpla o desee aceptar las funciones descritas.  Hay compañías que hoy día comercializan estos lugares, en cualquier caso, si la tripulación reasignara este asiento por falta de cumplimiento con las políticas establecidas, no tendrá derecho a reembolso por pago de tarifas adicionales. 

Las zonas de emergencia en una aeronave muchas veces son lugares de concentración de pasajeros para charlar, jugar o simplemente estirar las piernas.  Esto las hace zonas ruidosas o con mucho movimiento en algunos vuelos, en perjuicio de aquellos pasajeros que desean descansar. 

La primer fila de asientos ubicada detrás de un panel divisorio de cabinas (llamados mamparos) puede tener mayor espacio para los pies dado que no hay un asiento anterior que recline.  Muchas veces es utilizada para la colocación de cunas para bebés, y estar sentado junto a la madre puede resultar un tanto incómodo frente al llanto del bebé y las necesidades habituales de la lactancia.  Asimismo, estas ubicaciones poseen el mismo sistema de almacenamiento de mesitas individuales, por lo que pueden resultar estrechos a la hora de la utilización de la mesita para la bandeja del servicio de a bordo. Al igual que las filas de emergencia, tampoco es posible colocar cualquier equipaje en el piso; hay que prestar atención a la hora de disponer del espacio de almacenamiento en los compartimentos superiores.

Zona de Cocinas o Lavatorios

Estas áreas del avión pueden ser lugares muy disruptivos para el descanso.  Los lavatorios de las aeronaves modernas poseen un sistema de cisterna neumático que utiliza aire a presión para liberar los desechos.  Esto genera un ruido intenso cada vez que se opera el dispositivo.  Simultáneamente, el cierre de la puerta (muchas veces son tipo acordeón con un sistema de resorte que las vuelve a su posición de cierre de manera automática) puede resultar ruidoso y brusco si el pasajero no está habituado a su forma de uso.  Asimismo, la luz que permanece encendida dentro del lavatorio puede interrumpir la oscuridad de la cabina durante vuelos nocturnos, otro elemento que seguramente cause molestias a los pasajeros sentados en la “clase lavatorio”. 

En la zona de las cocinas (o Galleys, como se llaman en la jerga aeronáutica) hay un movimiento permanente, la tripulación realiza la preparación del servicio de a bordo con suficiente antelación a la salida del servicio.  Es necesario calentar comidas, emplatar los carros, armar la presentación del servicio y bebidas, café y té, entre otras actividades.  La luz del área de trabajo puede resultar incómoda ya que permanece encendida durante gran parte del vuelo.  Asimismo, en vuelos nocturnos, puede haber un movimiento constante de pasajeros en procura de bebidas, circulando para hacer ejercicio o acceder a los lavatorios próximos al área, e incluso para intercambiar una conversación con los tripulantes de cabina. 

Conclusiones

Como hemos visto, hay diferentes ventajas y desventajas ante la necesidad de elegir un asiento para un vuelo de largo radio.  Dependerá de la complexión física y necesidades de cada pasajero, su expectativa de movimiento durante el vuelo, hábitos de entretenimiento y proactividad en relación a una situación de emergencia.  Sin embargo, es recomendable alejarse de los sectores de servicio y lavatorios, si fuera posible. 

Sugerimos la utilización de diferentes herramientas de Internet tanto para la consulta de comodidades y servicios adicionales en las aeronaves, como la calificación y evaluación de confort, previo a reservar un asiento en el chequeo en línea de la compañía.

Si el vuelo será operado en aeronaves modernas, podrá disfrutar de una mejor experiencia de usuario, asientos más confortables, iluminación LED de colores creadora de “climas” que reduce los efectos del jet-lag, sistemas de entretenimiento multimedia, Internet, y otros servicios adicionales.

Para aquellos pasajeros tecnológicos que deseen mejorar los efectos del jet-lag, recomendamos el uso de la aplicación SkyZen en conjunto con la pulsera Jawbone, mediante la cual es posible monitorear la salud y la actividad de descanso antes, durante y después del vuelo.  Ofrece reportes sobre patrones de comportamiento de nuestro organismo respecto a la calidad de descanso y actividad al momento de viajar.  Asimismo, brinda consejos útiles a la hora de combatir el jet-lag en vuelos trans-meridionales. 

Por último, es necesario saber que cualquier reserva está sujeta a cambios tanto en la puerta de embarque como dentro del mismo avión por parte de la tripulación, por cuanto nada de lo programado es garantizado hasta el mismo momento de sentarse en el asiento final, en preparación para el despegue. 

Donde quiera que se encuentre en el avión, la posibilidad de volar es un acto considerado por los pasajeros de todas las culturas (según un  estudio de la Boeing) como “envuelto por mágicas sensaciones, es un milagro, algo espectacular, único”.  Por ello, en su próximo vuelo, intente conectarse con la verdadera experiencia de volar: ¡póngase cómodo, relájese y disfrute del vuelo!

Portal de América - por @alejandrospera



Escribir un comentario

Promovemos la comunicación responsable. No publicamos comentarios de usuarios anónimos ni aquellos que contengan términos soeces o descalificaciones a personas, empresas o servicios.