por Eliseo Sequeira

Los que más sufrirán la situación, cualquiera sea el nombre que se le quiera dar, serán por supuesto los argentinos. Si bien hay agoreros que pronostican una hiperinflación, no creo que llegue a tanto. Por supuesto se dispararán los precios, pero la Argentina tiene antecedentes en este sentido, y existe una "memoria colectiva" que hará que las personas tiendan a ajustar su comportamiento a la nueva situación. Posiblemente la tendencia sea de priorizar el "ahorro" en artículos de necesidad como los alimentos y la vestimenta, se reduzca la compra de electrodomésticos, especialmente los importados (beneficiaría a la industria argentina), y si queda un remanente, se opte por ahorros más "firmes": vehículos, propiedades y moneda extranjera.

Un caso especial es el de las personas y empresas argentinas que tienen colocaciones o reciben divisas del exterior. Entre éstos, habrá quienes mantengan su posición "segura", pero a no dudarlo, habrá un grupo que arriesgue a hacerse de algunas "liquidaciones" de activos, especialmente industrias y campos.

El "cierre de fronteras" técnico-económico que el gobierno argentino ha llevado adelante en los últimos años, con las trabas tanto a las importaciones como a la compra de moneda extranjera, han actuado como un precusor, por lo que el argentino de "a pie" sólo tendrá que ajustarse un poco más el cinturón. Por paradójico que parezca, las medidas del gobierno argentino habrían actuado reduciendo el impacto de este "cuasi default", tanto a nivel interno de la Argentina, como a nivel regional.

Impacto en la región

La continuidad de las medidas económicas y comerciales del gobierno argentino, unido a la tendencia de los argentinos a priorizar el consumo inmediato, hará que se reduzca aún más el comercio y el tránsito de personas (especialmente los turistas) desde este país. Pero ello no incidiría mayormente en la ya menguada influencia actual. Como ejemplo, baste mencionar que un estudio del Centro de Investigaciones Económicas (Cinve) sobre cómo afectaría a Uruguay una probable cesación de pagos del gobierno argentino, indica que aún con una caída del PIB argentino en 2014 de 1% y de 2% en 2015, Uruguay crecería a una tasa de 1,7% este año y a 2,3% el próximo año.  Esto significa sólo un punto porcentual menos de lo esperado hasta hace unos días con la situación existente en ese momento.

Por lo tanto, no se debe esperar un "contagio" recesivo para las economías de la región, especialmente las más pequeñas como Paraguay y Uruguay. Pero sí deben estos países, especialmente los actores privados, establecer estrategias para focalizarse en otros mercados, porque con default o sin default, no se puede esperar que cambie la situación de la Argentina, por lo menos hasta mediados de 2016.

Impacto en el mundo

El default forzado de la Argentina sólo tendrá impacto en aquellos deudores de ese país que habían convenido, con quitas importantes (como en cualquier concordato empresarial), recuperar una parte de la deuda que este país mantenía con ellos. Y ello debido a la "orden" de "no pago" de un juez estadounidense. Para ser claros, el juez decidió que si no se paga al 5,5% de los acreedores, el otro 94,5% tampoco debe cobrar. Este proceder a mi entender es  dudoso, pues no sólo perjudica a una mayoría por las decisiones de una minoría, sino que involucra en un proceso judicial estadounidense a un  cúmulo de personas e instituciones de diversas partes del mundo.

Si se tiene en cuenta los antecedentes recientes de la economía estadounidense, incluído el "salvataje" que le hiciera el gobierno a los bancos por la ruptura de la "burbuja inmobiliaria", así como los efectos ocurridos dentro y fuera de EE.UU., es de esperar que comience una tendencia a recurrir estas decisiones en el ámbito internacional. La Argentina ya está elaborando su estrategia, y lo más lógico que invite a los deudores con los que había convenido y no pudieron cobrar. Ello significaría que el Poder Judicial estadounidense podría pasar de ser "juez del mundo" a ser "juzgado por el mundo".

Y quien piense que esto es descabellado, sólo vea lo que está pasando a nivel económico. De la mano de los países de economías emergentes, especialmente el BRICS, se están fortaleciendo, o aún creando nuevos organismos multilaterales de crédito basados fuera de EE.UU. y con poca o ninguna injerencia de las economías "desarrolladas".

La relación de poder del mundo está cambiando ... nada será igual. En la historia de la humanidad, los imperios han seguido la misma suerte que los seres humanos: nacen, crecen, viven y dominan, languidecen ... y mueren.

Ver para creer, vivir para aprender, adaptarse para sobrevivir...

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