Llegando al límite: medir y gestionar ... o cerrrar
Domingo, 05 Julio 2015 13:59

Llegando al límite: medir y gestionar ... o cerrrar
Medir es una tarea imprescindible para la confección, ejecución y seguimiento de políticas y proyectos, tanto públicos como privados. Dependiendo de lo que se pretende hacer y los fondos disponibles, se seleccionan los parámetros y la forma en que se van a medir. ¿Por qué mencionamos los fondos disponibles? Porque medir y procesar la información cuesta dinero. La cuestión no es cuánto, sino lo que se pierde por no disponer de esa información, o en el mejor de los casos, lo que se deja de ganar.
TSTT-1250x115
Mintur verano 1250x115
Fiexpo 2024 1250x115
Arapey 1250x115
CIFFT 1250x115

por Eliseo Sequeira, desde Montevideo

La información que le solicité sobre turismo interno en Uruguay al área de estadísticas del Mintur la recibí hace varios días, pero al iniciar su procesamiento y luego de varias noticias ajenas a ese ministerio, pero relacionadas, me encontré que dedía separar la nota en dos: aspectos metodológicos y datos publicados.

Para comenzar, desde el 2010 el Mintur mide el turismo interno a través de un módulo que se incluye en la Encuesta Contínua de Hogares, con 14 preguntas que engloban los 50 ítems investigados. Este módulo actualmente se incluye sólo en el primer relevamiento que se hace en los meses de enero, abril, julio y octubre, inquiriendo sobre el comportamiento y gasto en turismo interno efectuado en los tres meses anteriores. Para un ajuste más preciso, se está negociando incluir el módulo en el primer relevamiento de cada mes e inquirir sólo sobre el mes anterior.

El módulo está diseñado para recabar información que sirva como insumo para la  confección, ejecución y seguimiento de políticas y proyectos públicos, especialmente del Gobierno Central, y en una menor medida, de los Gobiernos Departamentales. Esta información, ¿puede servir para los privados? Si, dependiendo del uso que se le vaya a dar. Para proyectos, puede ser un insumo muy importante, aunque no debiera usarse como único. Para la operación, la respuesta es un rotundo NO. Por ello, cuando escucho a diferentes actores privados cuestionar las cifras dadas por el gobierno, siempre realizo la misma pregunta ¿por qué? E invariablemente recibo la misma respuesta, "mis números son otros". Son todas opiniones personales y cifras individuales, pocas veces hemos accedido a información sistemática y colectiva.

Por ello, el sector privado, en un panorama de desaleración económica global como el actual, si no empieza a recoger y procesar su propia información en forma sistemática y profesional, poco podrá hacer salvo ver cómo algunos establecimientos del mismo rubro cierran o se reconvierten, ya sea vendiéndose o cambiando de giro. ¿Para qué recoger esa información? Por un lado, para hacer una buena administración y evitar los sobrecostos producidos por errores de gestión o comercialización. Por otro lado, para poder proponer medidas proactivas al gobierno, con una base fundada.

Para ejemplificar el por qué de esta necesidad, mencionemos apenas tres ejemplos: efecto del no cambio de la hora, competitividad y rentabilidad.

Efecto del no cambio de la hora

Hace poco anticipábamos en casi un día la noticia que Uruguay no adelantará la hora en el verano. La medida fue tomada por el gobierno atendiendo a un largo reclamo del sector turístico, y en especial, del gastronómico. El principal argumento esgrimido, es que al no cambiar la hora, era posible que los restaurantes tuvieran un turno más en la cena.

A nivel de gobierno, la única medida que pueden tener, es cotejando la facturación de la próxima temporada respecto a la anterior. Pero esa información es muy genérica e incluye muchas otras variables que pueden incidir en aumentar o reducir en los resultados.

La única manera que se tiene para saber el resultado de la medida es medir, no sólo la cantidad de cubiertos servidos, sino por lo menos otros tres factores complementarios para ajuste de los resultados.

Competitividad

En el ranking 2014-2015 del Indice Global de Competitividad elaborado por el Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés), Uruguay se encuentra en el lugar 80 de 144 países. Si bien ello significa una mejora respecto al ranking anterior (2013-2014), aún está lejos del lugar 63 en 142 que ocupaba en el 2011-2012.
En cuanto al informe 2015 del Índice de Competitividad de Viajes y Turismo, Uruguay se encuentra en el lugar 73 de 141 países. A efectos de ejemplificar este punto, tomemos sólo un punto de este reporte, la competitividad en precios, en que Uruguay se ubica en el lugar 107 (de 141).

Sistemáticamente se habla del costo país, responsabilizando exclusivamente al gobierno de turno de este aspecto. Pero este discurso adolece de una falla: no se sabe a ciencia cierta cuál es la parte de sobrecostos que corresponden al Estado, y cuál a la cadena de comercialización.

Con respecto a este aspecto, demos dos ejemplos. El primero, en el Mercado le pagaban a los productores entre $ 9 y $ 11 el kilo de zapallo cabutiá, en los puestos y supermercados se vendía a $ 30 a $ 35, más de un 200% de margen.  ¿Por qué?

El otro ejemplo está ligado a la bancarización de la economía. Se asume una comisión de las tarjetas de un 2,5% para las operaciones de débito y un 4,5% para las de crédito. Consultados varios clientes a este respecto, me informaron que si sumamos a la comisión, impuestos, costos fijos y variables cargados a la operativa y el diferimiento de los pagos en las operaciones de crédito, el costo final es de un 7,5% a 8% en las operaciones de débito y de 10% a 12% en las de crédito. ¿Cuál es el peso real de este medio de pago?

Rentabilidad

Se entiende por rentabilidad el monto que queda de utilidades de un negocio para el pago del capital invertido, expresado en porcentaje de éste. Simplemente, el resultado de restar todos los costos de los ingresos.

En el caso de un negocio en que el propietario ocupe una posición de trabajo, recibirá una remuneración por su trabajo (incluido en los costos) y una por su inversión (rentabilidad).

En este aspecto, son numerosos los factores que pueden incidir. Por mencionar uno, tal vez uno de los más importantes, es el peso y margen de cada uno de los canales de comercialización.

Conclusiones

Por todo lo indicado, volvemos a insistir que en un panorama de desaleración económica regional y global como el actual, si el sector privado no empieza a recoger y procesar su propia información en forma sistemática y profesional, poco podrá hacer.

El sector público lo está haciendo de la mejor manera que puede y con los recursos disponibles.  Y algo que está empleando muy bien, es el cruzamiento de datos con otros ministerios y organismos. Por ejemplo, pronto se tendrá mejor información de la ocupación hotelera cuando se logre vincular con la base de datos de población flotante del Ministerio del Interior.

En la medida que el sector público desarrolle sus sistemas de medición y control, y el sector privado no lo haga con la misma velocidad (en otros países los privados tienden a estar un paso adelante), menor será la capacidad de decisión y negociación del sector privado, comprometiendo seriamente el futuro de los negocios menos eficientes y peor gestionados.

Portal de América

Escribir un comentario

Promovemos la comunicación responsable. No publicamos comentarios de usuarios anónimos ni aquellos que contengan términos soeces o descalificaciones a personas, empresas o servicios.