Meteorología Uruguay en el CTI desde agosto de 2005
Miércoles, 22 Febrero 2017 21:07

Meteorología Uruguay en el CTI desde agosto de 2005

Este miércoles 22 de febrero de 2017 nos despertamos con la noticia de que nuevamente se había decretado la esencialidad del servicio meteorológico (INUMET). Se repite la historia del 5 de agosto de 2015. Como ex integrante de ese servicio, en la anterior oportunidad mantuve un prudente silencio. Esta vez no puedo.

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por Eliseo Sequeira, desde Montevideo

 

La razón de esta decisión es una de las declaraciones de una representante del Sindicato, que señala se llamó para el ingreso de ¡¡8 predictores y 20 administrativos!! Ello da la pauta que nunca se ha recuperado la conciencia que meteorología es un servicio técnico esencial para la vida, y que no puede ser manejado como una oficina más. Y la responsabilidad de esto es de todos, políticos, jerarcas de la institución y, en mucha menor medida, de los funcionarios, desde 1991 a la fecha.

 

Meteorología en 1990

 

Constaba de 20 estaciones meteorológicas convencionales, 8 de ellas trabajando las 24 horas los 365 días del año, incluídas en el sistema de Vigilancia Meteorológica Mundial de la Organización Meteorológica Mundial.

 

El instrumental de las estaciones convencionales requieren una calibración periódica, por lo que la institución contaba con los respectivos laboratorios de calibración, con personal altamente calificado.

 

En aquel entonces, por la calidad del servicio, la institución gozaba de un muy buen prestigio en la comunidad meteorológica internacional. En lo interno, por desconocimiento generalizado, la situación era muy diferente.

 

Y estamos seguros cuando hablamos de desconocimiento generalizado, pues durante años, en forma orgánica o voluntaria, los funcionarios de meteorología realizaron Cursos de Divulgación Meteorológica dirigidos a profesores y maestros, amén de las visitas de grupos escolares y liceales a las estaciones meteorológicas. Y en el ida y vuelta con ellos, en algunas ocasiones sentíamos que estábamos "arando en el mar".

 

El inico del fin

 

En 1991 hubo cambio de autoridades, y ello vino de la mano de un profundo cambio de visión y gestión.

 

Lo primero, se comenzó a desmantelar en forma sistemática los laboratorios y de reponer el instrumental convencional. Ello trajo como consecuencia el deterioro progresivo del instrumental de las estaciones y lentamente las mismas comenzaron a dejar de medir parámetros.

 

Paralelamente, comenzó la merma vegetativa del personal, especialmente el técnico de todos los niveles. Hubo voluntad del funcionariado de ayudar a mantener el servicio, al punto que varios integrantes del área de servicio se capacitaron como operadores de radio y como observadores. No fueron solicitados ingresos, por lo que naturalmente se comenzó a reducir el horario, y aún cerrar estaciones meteorológicas. Las primeras fueron las dedicadas al sector agropecuario...

 

Supuestamente la Red Meteorológica iba a ser sustituída por una red automática. La misma vendría de la mano de un préstamo de U$S 5 millones a través de FOCOEX. A los pocos días de irse los técnicos españoles que instalaron el sistema y lo dejaron "operativo", éste dejó de funcionar.

 

La información meteorológica, además de ser fraccionada en bancos informáticos incompatibles entre si (por lo menos dentro de la institución), pasó a ser patrimonio de unos pocos.

 

Por lo tanto, fracasaron todos los intentos de establecer Indicadores de Gestión técnicos que permitieran la mejora prograsiva del servicio. En su lugar se manejó una brutal discrecionalidad que socavó la voluntad del funcionariado para mejorar el servicio.

 

El informe de escenarios que preparé para el proyecto de Ley de Presupuesto del 2000 molestó a mucha gente, pero estaba pronosticando lo que vendría. Me retiré del servicio en mayo de 2003.

 

El brutal despertar

 

El 24 de agosto de 2005 comenzaron a conocerse las secuelas del temporal, no anunciado por meteorología, que comenzó  a castigar al país en la tarde del día anterior. Lo peor fue la muerte de 10 personas. ¿Eran evitables? Sí, si se hubieran tomado medidas consistentes con el carácter técnico de la institución y no se la hubiese dejado huérfana de control.

 

La solución fue echarle la culpa a los funcionarios y remover a las autoridades. Las gestiones de las sucesivas autoridades nombradas para dirigir la institución, y el cambio de denominación (de Dirección Nacional de Meteorología a Instituto Uruguayo de Meteorología) no lograron revertir la situación.

 

Según los funcionarios, luego de declarar la esencialidad en el 2015, nunca se discutió el futuro de la institución. Para arreglarla, no sólo se requiere saber de meteorología, sino de gestión técnica y administrativa.

 

La solución no pasa por una declaratoria de esencialidad, sino por realizar una profunda auditoría y en base a ella, planificar el futuro de los servicios que brinda la institución.

 

Esperemos no volver a escuchar la aseveración de un político que en el 2000 me dijo, ante la eventualidad de que Meteorología como tal dejara de existir (posibilidad que se llegó a manejar), "y... nos queda Accu Weather".

 

Evidentemente  el gobierno, como desconoce y no pide asesoramiento idóneo, mira para otro lado esperando que la situación se arregle sola... eso es desgobierno.

 

Portal de América

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