por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires

Varios llamados telefónicos recibí por la nota sobre el exceso de empleados de Aerolíneas Argentinas, y creo oportuno continuar con el desarrollo de mi opinión aclarando seis cuestiones básicas.

1) En este momento me parece razonable la postura de su Presidente Mariano Recalde, lo que no quiere decir que apruebe su gestión.

2) Es obvio que Aerolíneas Argentinas con esta estructura es inviable, y mi crítica a los gremios que agrupan su personal tiene que ver con su desubicación frente a la realidad de la empresa que no genera los recursos suficientes para su sustento.

3) Los salarios que paga Aerolíneas Argentinas poco y nada tienen que ver con su productividad, y ello se debe no solo al exceso de personal sino a su mala distribución, por lo tanto el objetivo gremial tendría que ser el de analizar cómo hacer más productiva a la empresa facilitando el uso de figuras legales que facilitan la aplicación de la regla del “ius variandi”.

Es por ese motivo que pienso que hoy día, y dada una situación objetiva, los gremios tienen que reducir sus pretensiones de mantener el salario real, y dedicarse a mantener la fuente de trabajo y en su caso analizar la puesta en vigencia de planes de retiro.

4) Con relación al mito de la “conectividad” estimo que no se justifica subsidiar con millones de dólares la existencia de una empresa, en todo caso deberían generarse subsidios a la demanda en los casos que se justifiquen.

5) En cuanto a las afirmaciones tanto de Recalde como de Kicillof en el sentido que Aerolíneas Argentinas podría cerrar si se acreditara su inviabilidad,  desde ya no las creo, y personalmente decía que no me animo a afirmar que sea inviable ya que no conozco en detalle sus números ni su estructura. Y tampoco se cual sería la reacción gremial ante un necesario proyecto de reestructuración.

6) En ese sentido, si los gremios que representan a su personal no son conscientes de la “cuestión” que es hoy día Aerolíneas Argentinas para el transporte y la economía del país, no sería optimista, no descarto que Aerolíneas Argentinas debiera ser cerrada.

Para terminar, mi propuesta a los gremios aeronáuticos es que comiencen a trabajar en serio sobre cómo debería ser Aerolíneas Argentinas, descartando que el estado deba subsidiarla, más allá  que conserve o no su capital accionario.

En caso de ser necesarios subsidios, deben dirigirse a la demanda.

Creo haber sido breve y concreto.

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