Turista y viajero, parecido no significa que sean lo mismo
Domingo, 03 Mayo 2015 12:09

Turista y viajero, parecido no significa que sean lo mismo
El diccionario de la RAE nos dice que “turismo” en una primera acepción es  una “Actividad o hecho de viajar por placer”, y en la segunda que es el “Conjunto de los medios conducentes a facilitar estos viajes”.
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por Luis Alejandro Rizzi, desde Balcarce, provincia de Buenos Aires

Hace unos días, en una reunión casual, me topé con un grupo de personas que estaban planificando su próximo viaje a Europa. Unos lo hacían por primera vez y otros ya tenían una vasta experiencia en viajes, pero lo que me llamó la atención fue que no se consideraban “turistas” sino “viajeros”.

Lo primero que me sorprendió, especialmente considerando a los que realizaban su primer viaje, era su breve duración –dos semanas- y lo otro, que solo visitarían dos destinos, España y Francia, haciendo el trayecto por tierra desde Madrid a Paris.

El itinerario se iniciaba en Madrid y Toledo, luego San Sebastián, escala necesaria ya en viaje hacia Paris. Pasarían por Burdeos en la región de Aquitania, zona vitícola por excelencia, para luego seguir a París. Terminarían como todo periplo en Madrid, el punto de partida, para regresar a Buenos Aires justo a los 16 días de haber partido.

Me impresionó en estos jóvenes del primer viaje, una pareja de 28 y 32 años, el conocimiento que ya tenían de cada una de las ciudades que recorrerían y hasta describían, calles, bares, museos, la Catedral de Toledo, la famosa charla del General Moscardó con su hijo mientras defendía el Alcázar de la ciudad, del sitio por parte de las fuerzas del gobierno contra las que se había sublevado.

Pregunté el motivo de la escala de dos o tres noches en Burdeos,  me respondieron que era por la pasión por el vino de esa zona y contaron una serie de historias  sobre los vinos que por un momento me hicieron sentir como si estuviera  en el lugar, rememorando experiencias que no tuve y que me hicieron arrepentir de haber pasado por esa cuidad sin detenerme.

Luego me describieron calles y recorridos por París, y realmente no podía convencerme que aún no hubieran estado allí.
Fue en ese momento cuando Analía, así se llamaba la mujer, me dijo “nosotros no hacemos turismo, somos viajeros…”

Otra vez esta pareja me sorprendió introduciendo una distinción que si bien no se me había ocurrido, me hicieron pensar que yo también cuando viajo, soy más un “viajero” que un "turista”.

No es fácil la distinción, porque más de uno me podrá decir y con razón que turista y viajero  son palabras absolutamente sinónimas. Sin embargo, fui encontrando algunas diferencias que propongo a nuestros lectores.

Una de ellas creo que tiene que ver con el modo o forma de involucrarse con el viaje. Estimo que el viajero busca conocer en un sentido más amplio que el del “turista”. No solo le interesan lugares, museos, quizás la historia que aflora en cada punto de Europa o del planeta, sino que más bien busca “vivencias”. La vivencia es algo más que la “experiencia”, tiene que ver con otro tipo de compenetración con la gente, con su cultura, con sus usos.

El turista diría tiene más bien  un espíritu “for export” que en los glosarios de modismos locales significaría cierto nivel de superficialidad o “snobismo”. El viajero se acerca más a lo que Pascal llamaba “esprit de finesse” o de “sutileza”, es más profundo, mientras viaja se involucra y trata de ser aunque más no sea durante el lapso del viaje “uno más, de ellos”.

Por eso también se me ocurría que esta distinción tiene que ver con el llamado “turismo colaborativo”, que cada día se va desarrollando más.

El “viajero” no solo quiere conocer lugares y destinos, sino que además quiere saber cómo son. Por eso busca vivir en casas de familia, recorrer los lugares de los lugareños, valga la expresión, quiere saber en qué nivel de felicidad y alegría viven otros y cómo viven sus problemas diarios, cómo sienten a sus gobiernos, cómo educan a sus hijos.

Recordaba, mientras escribía estas líneas, que días pasados una de mis amigas virtuales me enviaba un  mail que transcribiré luego, en el que sin querer quizás definía la diferencia que hay entre “turista” y "viajero”.

El mail se relaciona con una nota colgada en este portal, durante el mes de enero, sobre el “turismo no profesional” (15/1/15), dice el e-mail:
“Estimado Luis
Excelente nota!....yo viví muchos años en el extranjero y viajé mucho por Europa, Asia y Norteamérica….todo lo tengo registrado, y si algún día necesitas información de algún país, pedírmela que está a tu disposición……hemos ido a países bastante poco común como Letonia, Lituania, Rusia, Polonia, Serbia, Alaska, etc. y conservo información de todos ellos……y desde ya, países tradicionales donde es más fácil conseguir datos para viajar…..
Por lo general antes de emprender un viaje busco información sobre tres áreas, historia, geografía y literatura, y una vez que regreso hago un redondeo con lo que vi.
Hasta muy pronto y suerte
Cristina”

Como diría Manuel Garcia Morente, es una diferencia de estilo, el viajero tiene otra actitud del espíritu. Para Garcia Morente “el estilo” es esa cualidad inmaterial, en contabilidad diríamos “bien intangible”,  que diferencia a unos de otros. Su teoría la desarrolló en “Idea de la Hispanidad”, libro disponible gratis en internet.

En esa obra, Garcia Morente explicaba a España como “estilo” y en ese elemento de naturaleza espiritual, encontraba la esencia de la nacionalidad, por ello concluía que “Una nación es un estilo; un estilo de vida colectiva”.

El “estilo” expresa en definitiva la personalidad de cada persona y su actitud ante la realidad objetiva de la vida.

Pues bien, “el viajero” practica  un estilo diferente del “viaje”,  más bien se podría hablar del “arte de viajar”, que se puede llamar “turismo” pero no lo es, es algo más, y ese plus es quizás inasible, y esa virtud que hace del arte tal.

Señalaba que “En cada hombre individual podemos, pues, descubrir siempre un estilo propio, el sello de ese auténtico aunque oculto ser,  que se refleja en todo lo que el hombre real hace y produce, desde el gesto, el ademán y el porte del cuerpo, hasta la obra artística del poeta, el pintor o el escultor” y agregaría disculpándome ante tan noble autor “….y del “viajero…”

Portal de América

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