El turismo colaborativo sigue creciendo
Martes, 19 Mayo 2015 17:17

El turismo colaborativo sigue creciendo
“¿Le afecta la creciente competencia de plataformas de P2P como Airbnb? ¿Cómo compite con ellas?”. Se trata de plataformas enfocadas a un mercado distinto al nuestro. Ellos dan respuesta a una demanda de vivienda, no de hotel. Son conceptos diferentes. Nuestros clientes no se conforman con una vivienda; buscan servicios, instalaciones y prestaciones únicas para estancias inigualables. Esto es algo que una vivienda no puede ofrecer. (Respuesta de Hugo Rovira, director general de NH Hotel Group para España, Portugal y Andorra, entrevista publicada en Hosteltur 20/4/2015).
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por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires

Realmente me gustó la respuesta transcripta porque pone en evidencia que el mercado, el tan cuestionado mercado, es el que en definitiva genera oportunidades que  muchas veces se transforman con el correr del tiempo en “nuevos negocios” y así sucesivamente.

La “oportunidad” es una conveniencia de tiempo y lugar, como dice la RAE y esa “conveniencia” depende como se aproveche, por eso se dice que toda crisis significa “oportunidad” y “peligro”.

En la Argentina, hace decenas de año que a las conveniencias de las oportunidades las perdemos, que es lo mismo que decir que nos sumergimos en el “peligro”, pero esta es otra historia.

El P2P, o esta modalidad de la “economía colaborativa” ya se instaló definitivamente en el turismo al punto que leía que “ la vivienda vacacional ya suma el doble de camas que la oferta hotelera en Europa: 20 millones, “al menos”, como ha puntualizado Carlos Villaro, secretario general de European Holiday Home Association (EHHA), frente a los 11 millones de plazas hoteleras existentes en el continente” ( Hosteltur 6/5/15).

La cuestión es si esta modalidad turística debe ser regulada, como se suele decir para “proteger al usuario”, sin advertir que hasta ahora este sector ha crecido sin regulación alguna y sin protección alguna para el “turista colaborativo”

Acá vienen a cuento la cuestión de los mercados y como la gente en cierto modo crea un mercado en el que pueda participar más que competir.

El P2P ofrece oportunidades a cientos de personas que ofrecen parte de lo  que tienen a otras que buscan compartir aunque más no sea por 24/48 horas ese espacio necesario para poder viajar por el mundo. Quizás en realidad los protagonistas o usuarios del P2P, son “viajeros” más que “turistas”, son ese segmento del mercado que no busca servicios turísticos sino vivienda, compartir un traslado una cena o una merienda.

Probablemente la “economía colaborativa” este dando respuesta a la necesaria humanización de la vida en un momentos en que la búsqueda de la felicidad se ha convertido en “cuestión”.

Las investigaciones de Richard Easterlin hechas entre 1946 y 1970 demostraron que los incrementos de prosperidad de una nación no hacen a los individuos que la habitan más felices.

Esto nos lleva una vez más al tema del “ocio”, y el viajero se guía por el “ocio” y el turista por el “nec-otium”, allí tenemos los dos mercados a los  que se refería  Rovira en el copete.

Parecería que el esfuerzo de los que pugnan por regular este mercado que llamo del “P2P”  solo buscaría convertir a este mercado en otro negocio turístico y no tengo duda que reaparecería con otro nombre y forma.

Martin Lousteau, en uno de sus libros, “Economía 3D”,  explica varias investigaciones hechas sobre el nivel de felicidad de la gente y cita un libro “The Spirit Level” que sostiene que “…las sociedades más igualitarias y que brindan más seguridad son las más saludables y de más elevado bienestar…”

Otra conclusión a la que llegó un investigador argentino, Rafael Di Tella, también citada por Lousteau, dice que parecería que “Las recesiones afectan particularmente a la felicidad. Y la merma de bienestar que sigue a una caída del 2% del PBI no llega a ser compensada con un crecimiento de la economía”.

Diría a modo de conclusión que el “viajero colaborativo” se esfuerza, busca en cada viaje el “otium” y no puede dejar de mencionar a una vieja conocida, y uso la expresión “vieja” como sinónimo de juventud”, que es Graciela Corsi que creo que fue pionera en esto de ser “viajero”.

En definitiva el “otium” no se puede comprar, no tiene marca ni se mide por estrellas o tenedores…y buscar el “otium” es una noble tarea informal…

Portal de América

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