por Luis alejandro Rizzi, desde Buenos Aires

El “low cost” ya no es patrimonio de un sector del transporte aéreo, el que opera en rutas punto a punto y distancias cortas o medias, sino que viene avanzando, diría no solo en el turismo sino en todo el sistema económico comercial.

Hay un principio natural, la gente siempre quiere darse buenos gustos al menor precio y en el turismo ese principio se agiganta. Además, la tecnología y las diferentes plataformas facilitan la búsqueda de precios.

Eso explica que en el primer semestre del año la llegada de turistas a España creció un 1,4% comparado con 2014, pero la ocupación P2P creció un 8,4% y la hotelera apenas un 2%.

La Encuesta de Movimientos Turísticos en Fronteras, siempre en España, divide los llamadas “alojamientos no hoteleros” en tres categorías o clases: vivienda gratuita, que serian los alojamientos familiares o  cedidos por vínculos de amistad u otro tipo de relación personal; vivienda alquilada, que sería el rubro de mayor competencia, y una última que se llama “otros alojamientos”, que serian los que se hacen sin intermediación alguna.

A esta oferta P2P se la llama también oferta no reglada, porque estrictamente tampoco es en negro, o blue como la llamaríamos en la Argentina, porque se supone que cada propietario en los casos de operaciones directas, y con  mayor razón las que utilizan plataformas ya que son más fácilmente detectables, al hacer sus declaraciones de impuestos deberían incluir las rentas obtenidas por este tipo de locaciones. Por ello  sería muy dudoso el argumento esgrimido por lo que se llama oferta reglada o tradicional en el sentido que el P2P perjudicaría al fisco.

De todos modos, los beneficios de ese tipo de turismo, me refiero a los gastos de cada uno, benefician a la comunidad local, ya que el total de gasto allí queda excepto las comisiones que cobran las plataformas on line, que en total entre lo que cobran al usuario y al  locador o propietario no supera el 10% del valor total del alquiler.

Ese 10% se cobra en la sede corporativa de la plataforma, que también se beneficia con los impuestos que se deben por esa transacción.

El P2P no solo significa un ahorro para el turista comparando con el gasto hotelero, sino un ahorro en meriendas y comidas.

Días pasados me contaba un gerente de un hotel local que estaba estudiando la posibilidad de ofrecer un desayuno standard a los huéspedes del hotel, que estaría incluido en la tarifa del alojamiento que se limitaría a café, té o alguna otra infusión, algún jugo y un pequeño menú de pan de diversas variedades, tostadas y croissants, sin perjuicio que el cliente solicite los extras de la respectiva carta. El argumento era simple, la gente en general en su casa es lo que desayuna normalmente.

Pues bien, en el P2P la gente se comporta como en su casa y obviamente  es otro modo de gastar menos.

Como vemos el turismo crece, y parecería que el P2P se convierte en un motor aún poco estimado, pero la mano viene por ese lado…

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