Parecería que el “terrorismo” solo afecta a ciertos países, en el copete transcripto se mencionan, Egipto, Turquía y Túnez, pero también  hubo atentados en Francia, en Paris el año pasado y ahora  el ocurrido en Niza que rompe con toda lógica preventiva, pese a que ya teníamos los atentados con aviones de transporte de pasajeros a las torres gemelas el 11S.

Hubo, además, atentados en un tren en Alemania y en Estados Unidos ocurren atentados que ni siquiera parecerían responder al designio de organizaciones que hacen del terrorismo su arma de guerra.

Está claro, el terrorismo tiene su campo de batalla, por darle un nombre, en todo el planeta y los blancos son indeterminados en cuanto a objetivos que podrían llamarse militares, su objetivo somos nosotros, la gente.

Eso significa que a fuerza de ser sinceros, hoy no hay destinos seguros y esa es la estrategia de las dirigencias terroristas, sembrar el miedo y el miedo será su aliado. Porque lo que se busca es que la gente, consecuencia del miedo, comience a viajar menos, y dado los millones de dólares o euros que mueve el turismo, una disminución de viajes afectará la economía de los países que es lo que se busca. Su regla es “cuanto peor, mejor”

Los estados intentan desplegar sus fuerzas de seguridad, aumentan las medidas de prevención, en muchos aeropuertos las personas son revisadas hasta en su intimidad, pero en la clase turista de muchas empresas los cubiertos son de metal con lo cual  un eventual “terrorista” no tendría que preocuparse en llevar armas blancas ya que los encontrará en el propio avión. Paradójicamente en el aeropuerto de Santiago de Chile me despojaron de un alicate y antes en otro aeropuerto  de un pequeño cortapluma.

El año próximo entrará en vigencia un acuerdo internacional, aunque  para  algunos países  será en el 2018, entre los que  se encuentran Barbados, Colombia, Corea, India, Islandia, Mauricio, México, San Marino, Seychelles, Sudáfrica, Trinidad y Tobago, Islas Feroe, Guernesey, Isla de Man y Jersey y los territorios británicos de ultramar Anguila, Bermuda, Gibraltar, Islas Caimán, Islas Turcas y Caicos, Islas Vírgenes Británicas y Montserrat, muchos de ellos considerados paraísos fiscales.

Si bien ese acuerdo tiene como objetivo ayudar a paliar los  déficits fiscales consecuencia de la evasión, también se persigue la tenencia de dinero generado en actividades ilícitas como el narcotráfico, dinero que también financia al terrorismo. Y si se logra el objetivo podría ser que el terrorismo comience a ceder por falta de financiamiento.

Pero la violencia del terrorismo es consecuencia de esta “modernidad atea” como la suelo llamar, que no cree en nada, y como lo escribió Chesterton, cuando no se cree en nada, se cree en cualquier cosa.

Lo mas fácil es incrementar los controles, pero ya el cine y las series de TV nos muestran también  lo fácil que es vulnerarlos…Por eso me animo a decir, no será que tendremos que pensar en educarnos de otro modo.

Estoy convencido que el crecimiento del mal es causado por nuestra debilidad cultural, que como un maldito oxímoron cuanto más hablamos de los derechos humanos, más muertes generamos…

Hacemos gala de una cultura que en definitiva exalta la hipocresía.

Portal de América