por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires

Estar a la altura del tiempo, significaba para Ortega y Gasset comprender el sistema vital de ideas de cada tiempo, dicho de otro modo, “ser culto”.

Lo que ocurre es que en la actualidad escasea la “gente culta” y nos arrasan los nuevos bárbaros que son sabios en una sola cosa, pero groseramente incultos.

Son los nuevos fundamentalistas que egresan desde las Universidades más prestigiosas, que pueden saber “todo” de una materia, pero no saben nada de la vida.

Son los nuevos ejecutivos que solo les interesa  defender su fuente de ingresos y asi crean resultados impactantes que el tiempo demuestra que solo son burbujas.
Jean Tirole en su libro recién aparecido en Argentina, “La economía del bien común”, cuya lectura recomiendo a toda persona que ejerza función dirigencial, dice: “Los eslóganes, las frases lapidarias (sound bites), los clichés son más fáciles de asimilar que un razonamiento complejo y de efectos múltiples; es difícil rebatir un argumento poco sólido sin entrar en una demostración”. Completa su idea diciendo que ser eficaz equivale a expresar las cosas con sencillez.

Pues bien. Enrique Cueto tiene esa cualidad intelectual o virtud, desconozco cuál es su formación, si egresó de alguna Universidad o simplemente del esfuerzo y el trabajo, pero no tengo duda alguna de su nivel cultural y cada vez que se lo escucha deja ideas sustentadas en hechos que no se pueden obviar.

Las ideas sin sustento en los hechos, son ideas vacías y los hechos sin ideas tampoco nos sirven, ya que los hechos por si solo son ciegos.

No puedo dejar de comparar a nuestros funcionarios del área aeronáutica y de las empresas dirigidas por funcionarios  públicos, con el discurso  de gente que sabe como Cueto.

No pretendo enfrentarlos, solo compararlos, para saber dónde estamos parados en materia de transporte aéreo y de “Revolución de los aviones”, expresión propia de un adolescente tardío.

Como dato pintoresco, hace poco tiempo se pretendió inaugurar un puente ferroviario en Lujan, Provincia de Buenos Aires, a 60 Km de la capital sobre la ruta 5, y en ese momento descubrieron que los trenes no pasaban por su ancho, y los más angostos lo hacían con lo mínimo. Lo están adaptando a las apuradas, poniendo en riesgo su estructura según apuntaron algunos dirigentes gremiales.

En economías que funcionan, los crecimientos en el transporte aéreo oscilan en un 20% anual, caso de Chile; en Colombia también es de dos dígitos, lo que significa que se podría duplicar en un lapso de seis años.

En Argentina, los sectores D1 y D2, que incluyen el 50% de los hogares, un total de 27 millones de personas, tienen un ingreso promedio de $ 14.000,00 (u$s 900,00) y $ 7000,00 (u$s 450,00) mensual.

Los sectores mejor ubicados cuentan con el 5% de los hogares, 1,17 millón de personas con un ingreso que oscila entre u$s 10.000,00 y 5.000,00. Le sigue otro que comprende 2,04 millones de hogares, y 4,7 millones de personas, cuyos ingresos totalizan alrededor de $ 55.000,00 (u$s 3.100,00) y finalmente tenemos diez millones de personas cuyos ingresos promedios rondan los u$s 1.000,00 por mes.

Con referencia a nuestro país, Rosario Altgelt, sagaz ejecutiva de LATAM en Argentina, decía días pasadas en el foro de ALTA: “El sector aerocomercial necesita transformarse. Tiene un nivel de subdesarrollo enorme. Vuela la mitad de la gente que debería volar. El Gobierno tiene que hacer cambios de fondo para que se desarrolle el mercado. Igual soy súper optimista, porque estamos hablando de lo que hay que hablar”.

Es cierto que quizás vuele la mitad de la gente y que el potencial es enorme, pero con los datos que expuse precedentemente provenientes de la “Consultora W”, será muy difícil que varios millones de personas (37) puedan tener la oportunidad de hacerlo en lo inmediato, es decir en los próximos dos o tres años, en los que el tráfico aéreo en la región podría crecer  probablemente un 50%.

Los años de populismo que arrastramos tienen un costo, y en materia de transporte aéreo hemos carecido de ideas, (en todo lo demás también), por eso nuestros políticos son ciegos (incultos) entre los cuales hay muchos sabios como los definía Ortega y voluntaristas, como eso de “lloverán las inversiones”.

La mayoría de los países han aprovechado su situación geográfica o tráficos ajenos.

LAN en su momento y LATAM ahora captan la mayoría de nuestro trasnporte aéreo internacional total y en especial el del interior.

Sus diferentes “hub” la han convertido en líder regional y de hecho constituyeron su “cielo único”, lo que les permite virtualmente gozar de todas las libertades del aire en la region.

Uruguay, merced a la sagacidad estratégica de Matías Campiani, logró convertir a su aeropuerto de Carrasco en un “hub” regional, modesto por cierto, pero efectivo, liquidado por la incultura de sus gobernantes.

Santiago de Chile, es uno de los “hub” de LATAM, Lima y Bogotá son los nuevos “hub” del transporte aéreo que también aprovecha LATAM, AVIANCA, COPA y aparece ahora Amaszonas y nos queda el fenómeno logrado por COPA y el gobierno, con su aeropuerto nacional de Panamá.

En Chile además se crea mercado, JetSmart y LAW son una expresión concreta y todas las líneas aéreas crecen, poco más o poco menos, pero crecen.

Esta visto, Enrique Cueto apunta a Bogotá y probablemente nuestro tráfico, no solo regional, sino de toda America, se realice en breve tiempo en los 737 o la serie de los 320 de Airbus.

En un mundo integrado las terceras y cuartas libertades, son libertades de museo.

Nuestro transporte aéreo perdió todas las oportunidades que tuvo, pero hagamos un repaso de quienes lo dirigieron y dirigen actualmente.

No nos debe sorprender, la lógica racional es fatal.

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