por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires

El turismo internacional ¿es más barato que el nacional?

Más de una vez hablamos del mito del “low cost”. Ahora, otro mito que se impuso es que es más barato veranear en el exterior que en el país, y por tanto todos afuera.

Si comparamos precios de hoteles veremos que llevados a dólar, más o menos son similares. Lo mismo ocurre con las meriendas, las diferencias entre el precio de un almuerzo y cena son mínimos, y más de una vez a favor de los precios nacionales.

La diferencia está en el resto del comercio.

Las ventas locales en el comercio bajaron un 5% en valores reales, y en la venta de productos masivos la caída en diciembre pasado contra diciembre de 2016 fue del 1% en valores nominales.

No queda duda, los productos textiles y los electrónicos siguen siendo más baratos en el exterior, en especial en EEUU. La diferencia allí si es de más de un 60% y el 70% de la oferta textil es “made in china”.

Por un lado o por el otro China siempre aparece.

El déficit de la balanza turística fue importante, sugerencias

La Argentina en materia de turismo perdió más de mil millones de dólares durante 2017 y enero también trajo obviamente resultados negativos.

Podemos decir que Argentina es un país caro para el turismo exportador o receptivo.

Esta pregunta no es fácil de responder, pero por ahora sigue siendo sí.

Una causa es que el proceso inflacionario marca niveles del 20% y este año nada dice que pueda ser inferior a ese piso.  El déficit fiscal es importante y probablemente sea una de las causas de la inflación crónica que padece la Argentina. Lo cierto es que aparentemente para frenar el proceso inflacionario se le pone un pie encima al precio de la moneda extranjera con lo cual se valoriza artificialmente nuestro signo monetario. De ese modo se encarece para el turista extranjero nuestros precios generales. También influye la presión fiscal, ya que el turista paga nuestros desmesurados impuestos indirectos.

Días pasados un economista argentino radicado en el exterior me decía “Que raro, pese a que Argentina arrastra 60 o años de inflación, no hay economistas que se dediquen exclusivamente a explicar las causas de este nefasto proceso, mas aún hasta algunos creen que es normal.”

Pues bien, insistimos en vano, para facilitar el turismo receptivo se debería liberar al turista del pago de algunos impuestos internos, por ejemplo para las empresas que rentan autos, se deberían eliminar el pago de impuestos que más o menos inciden en el 50% del valor de venta; se le debería entregar junto con el vehículo una chequera para comprar  “x” litros de combustible y al devolver el vehículo debería devolver los cheques no usados debiendo la rentadora verificar si el gasto de combustible coincide con los kilómetros recorridos.

Por último también  se debería devolver el IVA en los viajes locales.

Un detalle, debería generalizarse la posibilidad del pago de propinas, al pagar la factura de los servicios consumidos, excluyendo a ese rubro de toda incidencia impositiva.

Información desaprensiva

Flybondi utilizaría aviones que compró a bajo precio en la lista negra de la Unión europea, tal el titulo del portal Diario Enfoques. Esta información se hizo eco de otra aparecida en otro portal de la Provincia de Buenos Aires.

La verdad poco interesa la procedencia del avión, lo importante es que la ANAC lo afectó, se le concedió matrícula argentina y por tanto la parte final de la nota respectiva que dice “…De este modo, los problemas que acucian a Flybondi (señala textual Realpolitik) parecieran acumularse unos sobre otros, y permiten preguntarse cuál será el final de los mismos, si su solución, u otro mucho peor…”, demuestra ya cuando menos mala fe. Una cosa es el error, otra más grave informar sin conocer, como decíamos días pasados en el PDA con relación a una nota sobre el “low cost” en Argentina, escrita por un corresponsal de El País de España..

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