BNS: orgullo nacional
Sábado, 30 Agosto 2014 22:30

BNS: orgullo nacional
Este viernes 29 de agosto fuimos con mi esposa a ver la segunda función de Don Quijote al Estudio Auditorio, presentada por el BNS, Ballet Nacional Sodre, la compañía uruguaya dirigida artísticamente por el argentino Julio Bocca. Confieso que viví una de las mejores noches de los últimos años, una velada maravillosa.
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por Sergio Antonio Herrera, @DelPDA en Twitter



El simple hecho de ir al mejor complejo teatral del país de por sí es un regalo para el alma.

Hasta ir al baño es un lujo, la Sala Adela Reta no tiene nada que envidiarle a las mejores del mundo. Se ve y se escucha notablemente desde cualquier ubicación y todo es de primera calidad.

Pero lo más importante, a lo que fuimos, el espectáculo, fue sencillamente inolvidable.

"Estamos absolutamente felices y disfrutando de la ocasión de tener el mejor ballet desde que Uruguay es Uruguay. Es un estreno muy esperado por muchos motivos, y hoy cumpliremos el sueño, que también es una responsabilidad muy alta", explicó a Efe Gerardo Grieco, director general del Auditorio Nacional, sede de la compañía.

Todo, la música, la puesta, la versión, el BNS y las principales figuras son excelentes pero tuvimos la fortuna sin saberlo, cuando fuimos a comprar las entradas esa misma tarde, que en la rotación de artistas habitual, ese día el papel de Kitri, la protagonista femenina, la que Don Quijote confunde con su idolatrada Dulcinea, estuviese a cargo de María Noel Riccetto.

Faltan las palabras para trasmitir con exactitud lo que es ver a esta artista en vivo y en directo. Sabido es que no somos especialistas en arte, apenas nos consideramos aficionados a los buenos espectáculos y desde siempre hemos preferido el teatro. Ya lo hemos contado, en nuestra juventud trabajamos como "Comparsa" en el antiguo Estudio Auditorio y estuvimos en el escenario junto a figuras de gran renombre de la ópera en los más famosos títulos clásicos como El Trovador, La Traviata, La Boheme, Falstaff, entre otros y vimos mucho ballet por ejemplo, a la genial Margaret Graham en pareja con su esposo Tito Barbón.

Pero lo de Riccetto, a nosotros nos maravilló y nos hizo doler las palmas de tanto aplaudir.

Lo vivido el viernes fue una de esas instancias en las que se renueva el orgullo de pertenencia a nuestro suelo y a la vez se reconoce el gran acierto de las autoridades al dotar al Sodre de todo lo necesario como para darnos el lujo de contar a Julio Bocca al frente de esta compañía que trasciende fronteras y nos deja tan bien parados.

Portal de América

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