por Sergio Antonio Herrera, desde Morro de San Pablo, Bahía, Brasil - @DelPDA
Nuestro interlocutor, desde este momento tiene la más absoluta libertad de aparecer en escena por la vía que entienda pertinente y haciéndolo a modo personal o corporativo, ya que actualmente es directivo de la asociación de agencias de viajes uruguayas.
Eso sí, esperemos que el debate eleve el nivel y podamos llevarlo adelante con argumentos sólidos y en un marco de respeto mutuo.
Nuestro único afán cada vez que escribimos un artículo es el de sumar y el de ayudar a mejorar la industria aunque a muchos les suene raro. Elegimos una forma de comunicar directa, exenta de la hipocresía de las supuestas buenas costumbres y hasta ahora ello, nos ha dado excelentes resultados en más de treinta años de periodismo especializado. A todos les consta que jamás hemos sacado el cuerpo a los problemas, más bien -involuntariamente- somos generadores permanentes de ellos por jugarnos en nuestra opinión. Jamás hemos dicho que lo que nosotros opinamos en forma escrita o hablada sea LA verdad, siempre fue, es y será NUESTRA verdad, la cual está sujeta a controversias, a debate y además, damos la seguridad que si se nos demuestra lo contrario de lo que pensamos y decimos -como ya lo hemos hecho más de una vez- aceptaremos el error y nos rectificaremos, esto queda escrito. Esta es la forma en la que entendemos nuestra profesión.
En la parte medular de nuestra columna dijimos: "Son muy pocos los empresarios que entraron al mundo de los viajes y el turismo con el afán de estafar. La inmensa mayoría de los que hasta ahora quebraron y de los que como decimos, sobran en el mercado, son ex funcionarios de otras empresas de viajes y turismo o simplemente emprendedores que creyeron que ser agentes de viaje era muy redituable y manejable, sin mayores dificultades. Desde hace muchos años, los cuatro quintos del mercado se lo reparten entre tres o cuatro grupos que funcionan a traves de poco más de una docena de agencias. Estamos diciendo que el otro quinto se lo reparte el resto, o sea, una enormidad de empresas de las cuales, saneadas totalmente, viables, redituables, no deben sobrepasar un dígito porcentual, sí, reiteramos, las que deberían seguir funcionando no deben llegar al diez por ciento de esa gran mayoría de empresas que se reparte menos del veinte por ciento que dejan sin atender “los grandes”.".
Afortunadamente, a pesar de que coyunturalmente estamos en una isla cuando escribimos este artículo, no vivimos aislados, nos contactamos permanentemente con los diferentes actores del sector y es muy común que a muchos de ellos los molestemos de modo casi continuo, solicitando información u opiniones acerca de los más diversos temas. Entre esos contactos obviamente que figuran los diferentes proveedores de las agencias de viajes y es de ahí, desde donde hemos ido formando a lo largo de los años nuestra percepción del deterioro de la viabilidad de las mismas, al menos en un mercado tan reducido como el uruguayo, donde a simple vista, sobran agencias, como sobran locales, empresas y emprendimientos en todos los rubros en general.
Entonces, esperamos si los hay, los resultados de algún estudio, análisis, investigación, encuesta, lo que sea, realizado por nuestro interlocutor o por la asociación que él integra, que desmienta rotundamente lo que nosotros expresamos. Que nos diga que las agencias propiedad del grupo Jetmar, de Planet Travel, de Abtour, las relacionadas con Sevens´s, con Jorge Martínez, no son más o menos, más de doce o más o menos, menos de veinte. Que nos diga si un mercado de algo más de tres millones de habitantes (de los cuales viajan una parte muy inferior, sensiblemente inferior), necesita la cantidad de agencias de viaje habilitadas que hay en Uruguay.
También esperamos que nos informe cuáles fueron las acciones que él realizó o la asociación que integra, respecto a evitar la defraudación de servicios a los 200 pasajeros que dejó el cierre de la última agencia, ya que sabemos positivamente que "se sabía" en el ambiente que ya habían rebotado cheques y se esperaba de un momento al otro el desenlace, máxime, teniendo en cuenta que el titular de la misma, hasta poco tiempo atrás, integró la directiva de la asociación.
Si bien en lo económico, el seguro que habilita a operar a las agencias, en general cubre a los clientes defraudados, hay algo que ningún seguro, fianza o garantía podrá cubrir es el daño directo y la cancelación del viaje en la fecha en el que ese cliente había elegido y para la cual había pagado, en muchos casos, con los ahorros de mucho tiempo. Ni hablar de fechas especiales de matrimonio, de quinceañeras, de viajes de boda, etcétera.
Y es a este punto adonde enfocamos la preocupación que generó la columna original. Si en Uruguay "todos nos conocemos", la pregunta es ¿por qué, de aquí en más hay que seguir expuestos a alguna nueva defraudación de pasajeros?.
Uno de los operadores consultados al enterarnos del cierre de Urutravel, antes de escribir la columna de referencia nos dijo: "Nunca tuve trato con ellos pero lo lamento. Esto es como cuando se cae un avión...mina la credibilidad de todas las agencias".
Por aquí dejamos esta parte del tema en cuestión. Seguramente habrá una parte III y quizás también IV y V. Esperamos que se entienda que para tener razón de ninguna manera deseamos que sigan quebrando agencias y que sigan habiendo clientes defraudados, y precisamente poniendo el tema encima de la mesa, es como pensamos que podemos colaborar para evitarlo.
En una primera instancia dijimos que debe ser el Mintur quien debe tomar cartas en el asunto -y lo ratificamos- pero los agentes de viaje en primera línea deben reaccionar y tomar la iniciativa. Conocemos a una gran parte de ellos personalmente desde hace muchísmos años y la inmensa mayoría nos genera una consideración y respeto máximo, precisamente porque conocemos sus trayectorias y sabemos de su comportamiento a lo largo de los años.
Cuando decimos que seguirán quebrando agencias, no estamos diciendo que algunas de ellas lo premediten o lo estén elucubrando, de ninguna manera. Lo que si estamos diciendo porque lo sabemos de primera mano, es que se trata de una actividad muy engañosa, donde la caja indica una cosa y la disponibilidad es infinitamente inferior, porque se trata de un ámbito en el que la imagen de cara a los eventuales clientes y a los proveedores debe ser siempre la de solvencia y en muchos casos esa solvencia trata de mostrarse con renovación de auto, lugar de residencia, colegio de los chicos y demás demostraciones de estatus, que son las que van desbalanceando la relación caja-disponibilidad.
Quiero personalmente un sector idóneo, prestigioso, transparente, viable, que genere mucho empleo y dé confianza de prestación de servicios al mercado.
Por eso me meto, como siempre, en dónde no me llaman, pero donde estimo que es necesario.
Nos vemos.
Portal de América