Prácticamente desde los años cincuenta del siglo veinte, el turismo uruguayo marchó al ritmo que le impusieron los -mirados a la distancia y en perspectiva- legendarios agentes de viajes.
Reiteramos: agentes de viajes, nada de touroperadores ni operadores turísticos, agentes de viajes, verdaderos prohombres que construyeron una industria de mucho glamour, muy prestigiosa y generadora de innumerable cantidad de puestos de trabajo y de importante nivel de divisas para la economía uruguaya.
Era una época muy artesanal, en la que las agencias más chicas tenían no menos de 10 empleados y había unas cuantas de varias decenas de funcionarios y no pocas que rondaban la centena.
Habían pocos hoteles en el este y en el interior en general. Donde más funcionaban era en Montevideo pero eran también un puñado.
Las costumbres eran muy diferentes
Llegaban al país muchas más aerolíneas internacionales que ahora. A las contemnporáneas Air France; LAN (ahora LATAM); Aerolíneas Argentinas; Austral e Iberia, las desaparecidas Pluna (anteriormente CAUSA y ARCO) se le sumaban Pan Am; Alitalia; Varig; Cruzeiro; Braniff International; SAS; Lufthansa; Britsh; KLM; Ecuatoriana; Lloyd Aéreo Boliviano; Líneas Aéreas Paraguayas y quizás alguna otra que escapa a la memoria.
Pero hasta los setenta había una muy importante conectividad marítima transatlántica con empresas italianas, españolas, francesas y argentinas.
Y hasta mediados de esa misma década de los 70, sin puentes sobre el Río Uruguay, el transporte fluvial desde Montevideo y Colonia a Buenos Aires era floreciente y por lo tanto servido por multiplicidad de empresas en diversas modalidades (vapores, ferris, lanchas, aliscafos, catamaranes).
Más emisivo
Lo más importante de la actividad de los agentes de viajes era el emisivo pero había muchas más agencias receptivas que ahora y a casi todas les funcionaba el negocio.
Obviamente que las comunicaciones "eran a pedal" y el de los agentes era un mundo de privilegio. Viajaban varias veces al año al hemisferio norte, traían todas las novedades en moda; gastronomía; bebidas; espectáculos y en general, eran los voceros en directo de todos los adelantos del primer mundo.
Con ese glamour y en general sólido posicionamiento social y financiero, conformaban una de las corporaciones más influyentes y prestigiosas del mundo empresarial: AUDAVI y desde ella, tuvieron incidencia directa a nivel de América Latina, no en vano 4 de sus principales dirigentes ocuparon la presidencia de la COTAL, Confederación de Empresas Turísticas de América Latina, otrora sólido organismo regional, de alguna manera casi comparable al de una IATA actual.
Interlocutores válidos
Hasta la aparición de la Cámara de Turismo los interlocutores válidos con los gobiernos de turno eran los agentes de viajes nucleados en AUDAVI.
Por convicciones, contracción al trabajo y dedicación en porcentajes directamente opuestos, la influencia de AUDAVI fue cediendo protagonismo a la de la CAMTUR.
Entre Villar y Amestoy, sin perder ninguno de los dos sus características y sus rasgos de identidad, hubo buena sintonía y se coordinaron importantes acciones de promoción y anteriormente a la creación de la Cámara, ya el Ministerio comenzó a cambiar la propuesta del destino turístico propiciando la aparición de centros comerciales y los primeros hoteles de cuatro y cinco estrellas.
Tras el advenimiento de los gobiernos del Frente Amplio, y el alejamiento de Amestoy de la conducción de la CAMTUR se instaló una suerte de empatía institucional que hizo resaltar como nunca el trabajo, los logros y muchísimo más la autopropaganda de los integrantes del Mintur y un cada vez más secundario nivel de exposición de la Cámara de Turismo.
Desde 2015 en que el Contador Juan Martínez Escrich la preside, de alguna manera la corporación empresarial ha comenzado a recuperar terreno y a marcar un propio perfil el que no ha sido fácil de llevar adelante porque -según nuestra perspectiva- la participación del grueso del empresariado no ha tomado aún conciencia de la real necesidad que hay de "patear el tablero".
La generación de ámbitos idóneos
Estamos convencidos que el empresariado debe terminar de "romper el cascarón" y animarse a marcar su propia ruta.
La creación del calendario de "Almuerzos temáticos del Portal de América" en el NH Montevideo Columbia, cuya primera edición está prevista para el próximo miércoles 31 del corriente mes de mayo, es una muestra adecuada de lo que estamos proponiendo.
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