Punta del Este: historia de ladrillos, decks, política y turismo
Jueves, 29 Junio 2017 10:23

La calle 27 de Punta del Este durante el pasado verano La calle 27 de Punta del Este durante el pasado verano foto El Observador

"Punta del Este es una marca internacional muy potente, puede ser el destino de referencia de un mercado de cien millones de personas que tiene alrededor y el ideal contrapuesto al hemisferio norte, pero cuando uno se mete adentro descubre que le falta contenido. Se quejan que la temporada dura poco pero además no tiene alta densidad en oferta diversificada. Ofrece muy pocas cosas de muy buena calidad en muy poco tiempo. Me refiero a servicios, operación de golf, reserva de hoteles, gastronomía, entretenimiento, cultura, hasta lugares para caminar donde la gente vea y sea vista", nos dijo Miguel Pato en Portal de América Radio en El Espectador hace ya cinco años. El 31 de mayo pasado en la Primera Edición de los Almuerzos del Portal de América recordó: "No más ladrillos en Punta del Este, hay sobrestock".

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Por estas latitudes existe la convicción que una de las mejores maneras de generar riqueza y empleo, pasa por promover la construcción y justamente esa es la opción que eligió el gobierno departamenmtal de Maldonado y ha anunciado 17 proyectos con una inversión de más de 400 millones de dólares y un cuarto de millón de metros cuadrados más de cemento.

Acapulco, Marbella, en parte Mar del Plata, son los mejores ejemplos de lo que no se debe hacer con una plaza turística, convertida por la simple elección del mercado en destino preferido. El éxito visible, patentado en cantidad de visitantes y en divisas generadas despierta gulas dormidas y de modo automático promueve la inversión en cemento y de esa forma comienza a arruinar el producto, a matar a la gallina de los huevos de oro.

No se debería criticar a un gobernante que, preocupado por la desocupación de miles de sus nuevos residentes y el estancamiento de la economía de su región, sumado al lastre heredado de la administración anterior, propone generar riqueza y empleo de esa forma como lo ha hecho Enrique Antía desde la jefatura del gobierno departamental. Pero tampoco, quienes pensamos que la solución pasa por otras estrategias, podemos permanecer indiferentes, máxime cuando nuestra función es la de analizar y emitir opinión de modo independiente y en este caso, a pesar que precisamente la administración actual del departamento de Maldonado es auspiciante de nuestro medio de comunicación. Más que nuestro derecho, es nuestra obligación plantear el punto de vista que entendemos es mejor para el todo, para la sociedad fernandina y específicamente para la puntaesteña y en definitiva, para nuestra economía como nación, de la que Punta del Este es uno de sus principales abastecedores.

Mañana, 30 de junio no debería quedar ni un deck

Esa es la determinación departamental y la que les fue comunicada a todos los comerciantes que cuentan con esa mágica prolongación de madera de la superficie de sus negocios, impuesta en el mundo entero y convertida ya en un bien patrimonial de la oferta turística.

La falta de políticas acordes, de planificación turística, de consenso comunitario y la sobredosis de indolencia de la uruguayez, han hecho que a lo largo de las últimas décadas, nuestro principal balneario navegue sin norte en el peligroso mar de los destinos top a nivel universal. Ello es responsabilidad de todos, no solamente de Burgueño, Antía o de los Santos, por citar a tres de los últimos intendentes fernandinos.

Entonces, por un lado las maravillas intransferibles como Casapueblo y su puesta de sol o el parque de las esculturas de Atchugarry, conviven con la sobredosis de hormigón, el caos del tránsito, el sabotaje al desfile de Giordano (a pesar de todas sus culpas) y con la gran indefinición de estilo de la marca Punta del Este: ¿masiva o exclusiva?, ¿glamorosa o popular?, lo que hace que por ejemplo, se critique el precio del agua mineral en la playa de Montoya, un café en Gorlero o un plato en La Huella, con los mismos argumentos, sin tener en cuenta las enormes diferencias de cada situación, emprendimiento, lugar, segmento del año y demás.

Durante el verano pasado, la calle 27 se convirtió en el éxito más notorio y en la confirmación de que el turista contemporáneo o si lo prefiere, el moderno consumidor, quiere eso. Adora la Quinta Avenida de Playa del Carmen, South Beach y ahora Brickell en Miami; también el laberinto de la increíble Mykonos, los mercados top de San Antón o San Miguel en Madrid y La Boquería, inserto en otro espacio típico y muy grato del estilo, como es la rambla de Barcelona.

Quizás esa explosión innovadora con mucho de impronta juvenil que identifica el suceso de la calle 27, paradójicamente se haya convertido en el disparador, en alerta roja para las autoridades que están viendo que el orden del balneario en alta temporada se les está yendo de las manos.

"Es muy lindo el lugar, es simpático, atractivo y cumple con la propuesta moderna que deberíamos ofrecer como destino turístico. Pero también se ha convertido en un caos y hace intransitable una zona muy especial de la península" nos dijo un protagonista de primera línea del lugar.

Impecable trabajo de los colegas de El Observador TV acerca de la calle 27 durante el pasado verano

Barajar y dar de nuevo

Lo cierto es que al parecer esta vez el gobierno departamental ha decidido ordenar la península y propone que se deben retirar totalmente todos los decks y a continuación, estudiar caso por caso. Hay un gran revuelo como es de imaginarse en todo el comercio del lugar y por ende, muchas anécdotas o historias.

En las últimas horas un comerciante que no había pagado la tasa municipal del verano pasado por colocar el deck, con la intimación a retirarlo antes del 30 de junio próximo (mañana viernes), en las últimas horas hizo un convenio con la Intendencia y comenzó a pagarla. Por un lado se piensa que si hay orden de retirar el deck, la Intendencia no debería haber hecho el convenio, por otro lado está claro que es un permiso usufructuado y que había una tasa por tal motivo, la cual no había sido pagada. No sabemos cuantos de los comerciantes afectados están agremiados en alguna de las coorporaciones o cámaras del sector, en cambio sí sabemos que hay quienes no figuran en los registros de ninguna pero, bien a la uruguaya, "se acuerdan de Santa Bárbara cuando truena" y acuden a pedir socorro o asesoramiento en el actual contexto.

¿Qué Punta del Este queremos?

Como nadie, desde el Portal de América, hemos impulsado la dilucidación de esta interrogante. Hemos escrito ríos de tinta; moderado algún evento en el lugar, realizado varios programas de radio hasta con mesas redondas en donde desfilaron los principales protagonistas del quehacer privado y oficial, inclusive, en una ocasión durante la alcaldía de Martín Laventure montamos el estudio de Radio El Espectador en el Municipio de Gorlero y la 19 para tratar esta temática.

No podemos creer como es que hasta ahora, a nadie se le ha ocurrido plantear en serio esta controversia, organizar un gran debate y conste que no estamos apuntando en este caso la artillería al gobierno departamental ni al nacional, entendemos que definir cuál es la Punta del Este que debemos promover de aquí en más, es una asignatura pendiente de todos los uruguayos pero específicamente de los directamente involucrados y cada uno de ellos sabe quienes son.

 

Portal de América

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