Será como un ”Déjà vu" de lo que  ya escuchamos en años anteriores y lo que leímos recientemente del verano en Valencia, Cataluña, Baleares, Croacia y Turquía.

Abrirán nuevos restaurantes y cerrarán otros, se lanzarán nuevos emprendimientos inmobiliarios, habrán grandes fiestas y aparecerán nuevas modas.

Algunos  famosos serán noticia y otros tratarán de pasar desapercibidos.

Como siempre, muy atractivo.

Y con muchos elementos a favor: la buena situación económica de la región, los tipos de cambio aparentemente no tendrán esos bruscos movimientos que tanto afectan una temporada, la expansión del mercado turístico brasileño  y los nuevos feriados de Carnaval argentinos.

Por su parte Uruguay, después de varios años, volverá a tener una temporada tradicional, volverá a vivir un verano sin cortes de puentes.

Mientras tanto, parece que muchas actividades estarán demasiado concentradas en algunas fechas restando atractivo a otros días del corto verano.

Se observa mucho al sector hotelero aunque el turismo residencial, que es el verdadero motor de las temporadas, debería ofrecerse en forma más ágil y sistematizada.

La estacionalidad no parece poder mitigarse más allá del crecimiento del turismo del fin de semana. Marzo y el comienzo de las clases siguen siendo una barrera infranqueable.

Finalmente algunos destinos no han consolidado, todavía, una oferta alternativa al tradicional y acotado producto Sol y Playa.

Cuando éstas u otras metas que no manejamos, se logren adecuadamente recién podremos estar totalmente satisfechos por el desempeño turístico de nuestra región.

De todos modos habrá que seguir enfrentando nuevos retos, persiguiendo nuevas metas.

Portal de América - foto: uruguay.pordescubrir.com