La compañía alemana, que según preferente está estrechamente vinculada a España, especialmente a Mallorca, donde hasta el año pasado era la primera aerolínea, seguirá operando provisionalmente dado que tiene un préstamo puente que ha avalado el Gobierno alemán. En todo caso,  ya se dijo que se habían iniciado las negociaciones con Lufthansa y con una tercera aerolínea, cuyo nombre no se hizo público, de cara a la venta.
 
La ministra de Economía alemana, Brigitte Zypres, dijo que el crédito debería bastar para que la compañía se mantenga operativa y que con la venta de sus activos podría devolverlo. El principal activo de la aerolínea ahora mismo son sus derechos de vuelo que, en algunos aeropuertos tienen un valor importante.
 
Por el momento, los 7.200 trabajadores de Air Berlín seguirán cobrando sus nóminas gracias a ese crédito.
 
Air Berlín había descartado su modelo de viajes de corto radio por un modelo de largo recorrido. Sin embargo, desmontar su estructura europea ha sido mucho más complicado de lo previsto, en parte porque el proyecto de crear con Tui una operadora de vuelos charter y regulares terminó por fracasar. Así, pese a que hace ya un año que reorientó su estrategia, ha seguido ofreciendo un servicio aéreo de mala calidad, con grandes problemas. En los últimos tres meses empezó a tener dificultades con sus proveedores, quienes sugerían que había retrasos en los pagos.
 
Sorprendentemente, Lufthansa hizo publica una nota de prensa ayer en la que dijo que juntamente con el gobierno está dando apoyo a Air Berlín. Como se sabe, las aerolíneas no alemanas, especialmente Ryanair, llevan tiempo acusando a las autoridades alemanas de proteger a su empresa alterando los mecanismos de la competencia. Una de las causas más claras del descalabro de Air Berlín fue la presión de Ryanair, que opera en muchas rutas iguales a las de Air Berlín pero con precios y costes muy inferiores.

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