Dentro de ese variopinto panorama como se deberá suponer, hay de todo y por ende no escasean los supuestos ácidos entendidos que primero la emprenden contra todo y cuando se ven apretados cuchichean por los pasillos pidiendo socorro.

¿Adónde vamos con esta introducción?

Muy simple, a intentar una vez más trasmitir la idea que aunque nazca con forceps, Alas uruguay es nuestra, no la integran enemigos ni delincuentes ni ineptos.

Hay mucho resentimiento inútil, hay muchos heridos de guerra plunólogos que en algún momento tuvieron motivos más que entendibles para juntar bronca. En aras de la pretendida defensa de la soberanía, de las fuentes laborales y de unas cuantas papachurradas más, enarboladas por supuestos intocables voceros sindicales de la vieja Pluna, luego devenidos en vendidos, o mejor expresado comprados, muchos actores de los gobiernos pasados jugaron en contra de todo lo nuevo y convirtieron de esa forma a la exaerolínea en el cañón antiaéreo que tanto mal le hizo al país.

Esa forma de ver (y manejar) la aviación comercial en el Uruguay fue la causante del tremendo atraso que la misma tiene y de su pequeñez (o inexistencia) actual.

A los actuales integrantes de Alas Uruguay se les ha endilgado un poco de todo el excremento que evacuó esa época referida.

Hemos asistido a juicios de colegas que les pasaban facturas por llegar a las movilizaciones (cuando se estaba por cerrar Pluna) en autos lindos y con anteojos RayBan como si eso fuese pecado en ese ánimo tan uruguayo de igualar para abajo.

Hemos oído y leído que por ser extrabajadores de Pluna y pertenecer al sindicato de la misma no daban las garantías necesarias. Columnistas pretendidamente ingeniosos y tirabombas varios en las redes sociales, muchos que serán los primeros en tratar de garronear pasajes, han tenido el tupé de preguntarse si alguien se animaría a subirse a los aviones de Alas Uruguay, pretendiendo sembrar dudas en cuanto a la seguridad.

Nosotros no tenemos que explicar ahora que a nuestro leal saber y entender Mujica ha sido nefasto primero para Pluna y luego para Alas Uruguay, a pesar de haberla creado y por la forma en la que la creó, para tapar de alguna forma su enorme herejía. Pero "tá", ¡basta!, pasemos la página. Los 15 palos verdes son línea de crédito no préstamo incobrable con la "plata de todos los uruguayos". Si ese crédito no se paga, nosotros también nos alinearemos a criticar, pero no antes de que ocurra, porque además, sabemos que será posibe pagarlo y hay una enorme voluntad de honrarlo.

Habría que preocuparse por la plata de todos los uruguayos que deben personajes intocables como López Mena o los hermanitos de Fripur al BROU y la perdonada al señor empresario Francisco Casal. Vaya casualidad, todos ellos cercanos a Mujica, "dime con quién andas y te diré quién eres...".

Tampoco hay que ampararse en el paupérrimo contexto de los grandes vecinos para efectuar pronósticos negativos respecto a las posibilidades de la novel empresa en el mercado. De las elecciones argentinas TODOS sabemos que gane quien gane será mejor que CFK para Uruguay y también todos sabemos que cuando Brasil pase este luto por los corruptos renacerá como siempre y ahí deberá estar Alas Uruguay para ser aerolínea de referencia y servir la demanda compitiendo con quien le toque y seguramente de modo directo con Amaszonas cuando ésta culmine su certificación y quede habilitada para volar como empresa con bandera uruguaya, generando así también más fuentes laborales.

Por todo lo dicho, sería bueno dejar de saltar en la tribuna y agitar banderas partidarias, no se trata de Peñarol o Nacional, hablamos de la celeste.

Portal de América