Leer el impecable trabajo de Alejandro Spera publicado hace algunas horas en este PDA como documento exclusivo de tan señalado paso, confirma hacia el exterior lo que nosotros hemos sostenido y siempre tuvimos claro, el grado de profesionalismo de los técnicos de Alas Uruguay.

Ante la inédita exigencia de la DINACIA para la obtención del Certificado de Operador Aeronáutico (AOC) por la implantación de las reglas LAR que así obligaba a la autoridad nacional en la materia, en algún momento del proceso dijimos (y escribimos) que nadie podía dudar que si había algo que la naciente aerolínea ofrecería a sus clientes sería la máxima seguridad operacional, incluídas aeronaves y técnicos.

Quienes trabajarán en Alas Uruguay tienen en la mayoría de los casos, dilatada trayectoria en la aviación comercial y a todos los efectos, tienen realizado un curso intensivo del manejo de una aerolínea efectuado en los últimos años de Pluna SA. Nunca una compañía de transporte aéreo en Uruguay tuvo el nivel de exigencia, la cantidad de destinos, de aviones y de pasajeros que generó la desaparecida aerolínea de bandera en la que trabajaron.

Desde el mismo cierre de Pluna SA en julio de 2012 hubo una conducción que comenzó en utopía y en base a convicción, gran esfuerzo y si se quiere a tozudez, ve como ahora se aproxima el tan deseado inicio de actividad en el soñado emprendimiento.

Lo hemos manifestado desde este lugar, lo hemos declarado en entrevistas que nos realizaran colegas diversos y se lo dijimos personalmente a mucha gente: de no haber sido por quienes llevaron adelante la idea, no se estaría avizorando ahora lo que viene. Habría sido imposible por la sencilla razón que casi nadie creía en el proyecto y lo que es peor, aún hay quienes siguen sosteniendo que Uruguay no precisa una aerolínea. Lo tragicómico es que la excusa que dan casi todos es el tamaño de la nación, sin reparar en que cuanto más pequeños seamos, más dependientes somos, lo cual nos obliga a que si podemos, nos proveyamos de las herramientas necesarias que podamos y vaya si una aerolínea lo es.

Pero este proceso ha tenido un gran aprendizaje y a escaso tiempo de entrar a competir "en las grande ligas" como es el mercado regional e internacional del transporte aéreo, no alcanza con tener buenas intenciones y ser baqueanos, este negocio demanda eficiencia máxima y para ello, se necesita un profundo conocimiento del metier.

Alas Uruguay precisa que en su conducción exista el convencimiento de "que hasta aquí llegamos" con el formato y que de aquí en más deberán tener asesoramiento específico en distintas áereas, fundamentalmente en comunicación, relacionamiento interinstitucional nacional e internacional, inserción en el alto nivel del negocio fuera de fronteras entre otras cuestiones.

Una vez más entonces, acompañamos con la misma alegría e ilusión que los propios componentes de la aerolínea todo lo que se avecina pero, hacemos un nuevo llamado a la autocrítica, esta vez en la máxima expresión.

Portal de América - por Sergio Antonio Herrera, desde Roma