Cuando el 1 de setiembre pasado publicamos la entrevista realizada al Presidente de la Cámara Uruguaya de Turismo y de AHRU Juan Martínez bajo el título "Sistemas como airbnb hay que reglamentarlos o eliminarlos" nos dijo además: "Las migas de la torta hotelera son cada vez más chicas, estamos creando elefantes blancos. En el próximo mes de marzo por iniciativa de AHRU junto a la AIHR y la OMT traeremos a Uruguay a empresarios hoteleros y a los organismos nacionales del turismo para debatir y tomar posición. América Latina está muy atrasada en relación a este tema".

Ante este contexto, nuestro Consejero Editorial Miguel Ángel Acerenza desde Ciudad de México nos dice: "Los mayoristas extranjeros responden sólo a las autoridades del país al cual pertenecen.  No tienen que registrase en Uruguay para vender sus productos.  Están equivocados los que piensan en Uruguay que dichos mayoristas tienen que registrarse en el país para vender sus productos. Los reclamos por incumplimiento de los servicios brindados en Uruguay por parte de los operadores locales (uruguayos) son de exclusiva  responsabilidad de dichos mayoristas, quienes tienen que responder ante sus propias autoridades por las quejas de los turistas a los cuales le venden dichos servicios, y no ante las autoridades uruguayas."

Luego de que el propio ministro de Transporte Víctor Rossi dijera que a la aplicación tecnológica Uber "le importan un pepino las reglas uruguayas", este jueves Uber hizo saber a través de un comunicado por ejemplo que: "Uruguay nos ha recibido con los brazos abiertos: más de 5.000 personas presentaron solicitudes para ser conductores privados, y más de 20.000 usuarios se registraron en unos pocos días de operación. A la fecha, hemos realizado miles de viajes por las calles de Montevideo. Es comprensible que los sistemas regulatorios vayan un paso atrás de la innovación. La apertura a lo nuevo implica dejar atrás lo conocido. Llegamos a Uruguay a aportar y esperamos poder ser catalizadores de este proceso, de la mano de las autoridades. Uruguay ha dado muestras al mundo de ser un país que apuesta a la innovación, por encima de la prohibición. Es por esto que aspiramos a una regulación tan novedosa como la solución que ofrecemos."

El análisis

Si bien es muy positiva la iniciativa de la Cámara Uruguaya de Turismo al generar el evento de marzo, nosotros seguimos reclamando desde este lugar la imperiosa necesidad de la realización de un Congreso Nacional de Turismo y (lo agregamos ahora) de Transporte.

Hay mucho para debatir, cada día que pasa queda más claro que hay que volver a legislar y que sería buena cosa que de aquí en más se legisle periódicamente ya que el mundo sufre cambios cada vez con mayor frecuencia y lo que se preveía hace un par de años hoy puede estar totalmente pasado de moda.

Sea como sea, se haga ese gran evento que sugerimos o no y aunque la actividad privada siga repartida en compartimientos estancos, no se debe olvidar que son los empresarios privados quienes deben tomar la iniciativa y llevar las banderas de la actualización.

No estamos diciendo que el gobierno de turno no participe, de ninguna manera, pero sí que lo haga en el verdadero rol que le corresponde, en el de administrador, el de controlador y que de una buena vez salga de la conducción casi monárquica que a fuerza de presupuesto ha impuesto por encima de la predominante categoría de empresas Pymes que integran el turismo, la hotelería y buena parte del transporte turistico uruguayo.

El avance tecnológico es incontenible y los países se ven obligados y muy urgidos a "barajar y dar de nuevo". Para muestra basta lo anunciado por Conrad Resort & Casino hace poco tiempo: una plataforma de juego online desde la que se puede apostar en cualquier parte del mundo de modo virtual y con tarjeta de crédito...

Salvo que Ian Fleming resucite y cree otro superagente que pueda infiltrarse en la triple doble ve, los Estados inexorablemente deberán optar por la actualización permanente de sus administraciones, insertos decididamente en el mundo de la ciencia y la tecnología, reviendo de la a a la zeta sus sistemas impositivos.


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