Lindo haberlo vivido para poderlo contar en estos días de nostalgia
Martes, 23 Agosto 2016 08:52

Lindo haberlo vivido para poderlo contar en estos días de nostalgia

Cuando tenía quince años, un tío que actuaba en política me preguntó cual era mi preferencia, si quería trabajar en el Banco República o en la UTE; a esa edad me había presentado como aspirante para jugar en la quinta división de Peñarol y me habían aceptado. Pero Mario Vidal me había recomendado para que entrase como cadete en Viajes Cynsa y fue lo que elegí. Bruno Musitelli era el presidente de la firma; Don Ramón Costales el gerente y Mario Amestoy empleado de contaduría de 6 a 9 y después de las 19 ya que el resto del día él si, trabajaba en el BROU. Walter Seoane; Jorge Laporta; Rafael Ulloa; Julio Pino; los Eguren; Germán B. Wilcke, Martha Porras, son algunos nombres que aparecen en la memoria al toque.

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Cynsa estaba en el 1120 de 18 de Julio, casi la Plaza Cagancha y enfrente, en el 1121 estaba CEVI, con los Vidal; el gordo Sala; Eduardo Bafico; Willy Seoane; Mario Gabriel; Ilde Blanco.

 

A los pocos meses recalé en Cielmar, en Rincón y Juncal y ahí empecé a entender lo que era la profesión. Era cadete sí, pero atendía al público, emitía pasajes, hacía reports en las viejas Remington con carros de un ancho descomunal y calculaba precios con las Facit de manija. Atendía las llamadas en aquellos teléfonos negros enormes que tenían dos o tres líneas y cuando llamaban se encendía la luz de cada una.

La gente aún viajaba a Europa en barco. El Augustus, el Giulio Césare, que atendía Italmar con Stombellini a la cabeza; los de la Línea "C" con Roberto Noli y Quique Paccello, los de Ybarra que representaba Carrau y no recuerdo el nombre de aquel fenómeno que estaba a cargo. Los barcos argentinos de Repremar o los franceses Laennec o Provence de Agenseas que atendía Emilio Dibarrat en la calle Misiones, los británicos de Houlder Brothers con Mario Klisich, eran las opciones.

Pero en Carrasco ya operaban Pan Am, Air France, Lufthansa, Alitalia, SAS, KLM, Lan, Varig, Aerolíneas Argentinas, obviamente Pluna y CAUSA que ya había dejado atrás los hidroaviones.

En Jetmar en la calle Juncal, ya había carteles prohibiendo fumar y el escritorio de Jorge Martínez adelante de todo, rebosaba pasaportes.

En la Plaza Independencia los ómnibus de COT y en la de Cagancha los de la ONDA hacían las veces de terminales.

Las reservas de alojamiento y servicios en Europa se hacían por correo en papel y sobres "avión", finitos; algunos tenían télex y si era urgente allá salía un telegrama que había que ir a  despachar en la oficina correspondiente.

Las llamadas telefónicas de larga distancia se hacían a través de operadora de UTE (no existía ANTEL) y ese organismo se denominaba así porque atendía Usinas y Teléfonos del Estado. Era normal, según el destino de la llamada y el día o época en que se solicitaba que hubiese demoras de hasta 48 o 72 horas...

Estaba el viejo auditorio del SODRE al que me supe subir a su escenario como comparsa de la ópera; el viejo Tupí Nambá, la boite Bonanza, los cabarutes de la Ciudad Vieja, los bailes del Palacio Salvo y del Hotel Carrasco y aún no existían Zum Zum ni Ton Ton.

Las fiestas de las aerolíneas eran bacanales de canapés y alcohol. Muy pocos perdían el equilibrio, eran menos los que tenían coche y nadie imaginaba que algún día existiría el chofer designado.

Los agentes de viajes de entonces eran los "bichos raros" de todo núcleo social. Vestían ropas compradas en Europa o Estados Unidos; fumaban americanos, tomaban escocés y calzaban Hush Puppies, pero además, eran los que traían las modas y las últimas novedades, veían antes que nadie las películas de estreno, las obras en Broadway y habían estado en Hollywood.

AUDAVI era un orgullo y pisaba fuerte en COTAL con Buencristiano, Balseiro, Musitelli, Rodrigo, Gambardella y posteriormente Amestoy y Pérez Montero.

Créase o no, las aerolíneas en sus mensajes publicitarios decían: "Consulte a su agente de viajes" y así lo agradecía la asociación argentina AAAVYT.

Feliz día de la nostalgia para todos. Fue sólo un pantallazo. Ya sé que me olvidé de muchos, pero fue lo que salió, agréguenlos en los comentarios!!

Portal de América - por Sergio Antonio Herrera

Comentarios  

Además estaba el Sorocabana con aquellas mesitas de mármol, sus esperas a que el mozo viniera y el café en tazas y toda la filosofía que se sembró, germinó y creció "allá en aquellos tiempos"...
Y yo, con 12 años, en San Pablo, cada vez que iba al Centro, adentraba las agencias de viajes (Wagons Lits - Cook, Exprinter) a buscar folletos de aerolineas, de barcos, de paises, de resorts. Volvia a casa y soñaba ...
ESTIMADO ANTONIO HERRERA
QUE GUSTO SABER DE VOS Y RECORDAR TODO LO QUE LOS VETERANOS VIVIMOS .-YO EN BS AIRES Y
GRACIAS A DIOS SIGUIENDO EN EL TEMA DE VENDER VIAJES EN COLUMBIA VIAJES
ME HICISTES RECORDAR COMPAÑEROS Y COSAS DE NUESTRA ACTIVIDAD ..UNA QUE ME ACUERDO EL SECTOR RESERVAS DE PLUNA ERA UN PANEL EN LA PARED CON CARTONCITOS EN UN CASILLERO Y CUANDO VENDIAN CON LAPIZ PONIAN EL NOMBRE Y PASABAN AL CASILLERO DE VENDIDO Y MENOS LUGARES PARA OFRECER.-UN GRAN SALUDO
WALTER.
Querido amigo Walter Seoane: Cuando nos veamos te voy a llevar el libro que escribí sobre Pluna pero como adelanto, mirá lo que dice al comienzo: "En 1965 comencé a trabajar como cadete en una agencia de viajes. En esa época era aún incipiente la aviación comercial en Uruguay y predominaba notoriamente el transporte transatlántico en barco. Las agencias de viajes realizaban las reservas de asientos en cada vuelo por teléfono y emitían los pasajes manualmente, los que luego rendían quincenalmente con el pago correspondiente; cada venta debía ser notificada a la sección Reservas de la aerolínea y ello se hacía físicamente con el envío de datos del pasajero y número de tique. Me encargaba de llevar esa ficha a las oficinas de Pluna de Colonia y Agraciada (hoy Avenida del Libertador), donde era recibida y colocada en un mueble de madera, con un espacio destinado a cada vuelo, que en la jerga se conocía como "palomar".

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