La crónica de El País de aquel momento decía: "Debe recordarse que el avión bimotor que piloteaba "Papacho" había sido detectado en la misma ruta de vuelo y a escasa distancia del interceptado en Cebollatí (Rocha), por los radares militares. Los aviones de Fuerza Aérea lo interceptaron y obligaron a aterrizar en Durazno. Viveros Cartes dio un nombre falso y adujo que se había "perdido" cuando pretendía dirigirse a Brasil. Durante la inspección de la aeronave los efectivos militares no hallaron más que bidones suplementarios de combustible, pero ni rastros de drogas. El juez letrado duraznense dispuso que el piloto -que había ingresado al país con la identidad falsa de Juan Gualberto Gómez- fuera procesado con prisión por haber violado el Código Aeronáutico."

Posteriormente se supo que antes de ser interceptado en Durazno, el Cessna de Viveros Cartes había descendido en Lavalleja, donde se había aligerado de un cargamento de 450 kilos de marihuana.

Durante la pasada jornada intentamos ubicar a Campiani para conocer su versión acerca de su nueva comparecencia ante el Juzgado de Crimen Organizado pero no nos fue posible. Averiguamos algunos
detalles en su entorno y fue lo que nos permitió producir nuestra columna Campiani citado a declarar por dinero girado a Paraguay Esta mañana de viernes 29 de mayo pudimos finalmente conocer la
versión real de lo ocurrido y así lo publicamos poco después de las 11 de la mañana. El contexto actual de este tema hace que haya una sensibilidad extrema en todos los sectores y por ello hay ocasiones que quienes tenemos la responsabilidad de informar debamos ceñirnos a determinadas coordenadas que en circunstancias normales no sería necesario.

Es por elo que siendo las 21 horas del mismo viernes 29 de mayo, debemos modificar el formato del relato pero SIN CAMBIAR para nada la versión de los hechos tal cual como se produjeron, por lo que solictamos las disculpas del caso a nuestros lectores. La historia es la siguiente:

Viveros Cartes es piloto y estaba en el mismo sector que Campiani en Campanero y un día se pusieron a hablar y salió el tema de la aviación y a través de ello hicieron una amistad y hablaron de la común pasión. Un día Viveros Cartes le dijo que con su familia en Paraguay se dedicaban al engorde de terneros (feed lot) y tenían un establecimiento montado. Como Campiani siempre está buscando hacer negocios se puso  a averiguar a recabar datos, procurando una actividad a encarar para cuando saliera de Campanero.


En Paraguay se ha desarrollado mucho el tema ganadero, está exportando más que Argentina y entonces cuando siguieron avanzando en la conversación el paraguayo dijo que en breve habría una gran feria en el norte de su país y que se podrían vender terneros a muy buenos precios. Campiani decidió probar con una pequeña inversión y encarar la compra de entre 80 y 90 cabezas lo que daba un estimado de 25 mil dólares.

Se hizo una transferencia bancaria clásica, de banco a banco y el destinatario fue el hermano de Vivero Cartes que sería el encargado de efectuar la transacción de compra de ganado. Esto ocurrió durante el mes de abril, los días fueron pasando y no había noticias del ganado ni de la feria y entonces Campiani comenzó a plantear deshacer el negocio y que le devolviesen el dinero. Viveros decía que había dificultades para sacar el dinero de Paraguay, lo cual seguramente no era cierto ya que el dinero había sido ingresado de forma totalmente lícita, inclusive la versión del reintegro de cuatro mil dólares no es verdad, Viveros le dio a Campiani un número de transferencia de Western Union inexistente. La relación se deterioró ante la insistencia de Campiani por recuperar el dinero y Viveros Cartes pidió traslado de sector.

El traslado fue concedido y eso fue lo que hizo que las autoridades tomaran conocimiento de la transacción ya que cuando se solicita un trasladado se labra un acta y se pide testimonio a los involucrados.A esos dos papelitos las autoridades de Campanero los mandaron al juzgado de Minas el que se declaró incompetente y los derivó a Crimen Organizado adonde como se sabe fueron a declarar ambos y el relato fue totalmente coincidente.

Según pudo saber el PDA tanto la jueza como el fiscal estuvieron muy correctos, le explicaron a Campiani que era un trámite que debían hacer dado que les había llegado la información desde otra sede judicial pero que no se trataba de ninguna manera de una persecución hacia su persona.

Parece ser que Viveros Cartes le prometió a Campiani pagarle cuando salga de la cárcel...

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