¿La aviación es un estilo de vida o un trabajo?
Martes, 21 Abril 2015 21:20

¿La aviación es un estilo de vida o un trabajo?
Largas e interminables jornadas de trabajo, multitareas, situaciones de emergencia, crisis, momentos emotivos, intensos.  Todo ello es sinónimo de pasión, y es el combustible de motivación necesario para volver al aeropuerto día tras día.  A diferencia de trabajos convencionales de oficina, el desempeño en la aviación comercial es considerado un estilo de vida.

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por Lic. Alejandro Spera - @alejandrospera

Los viajes representan los sueños y proyectos de millones de personas alrededor del mundo.  Las aerolíneas unen cientos de historias, familias, esperanzas y oportunidades en cada vuelo que despega desde un aeropuerto.  Son un medio de transporte confiable, rápido y útil para llegar a cualquier destino en poco tiempo.  Gracias a los avances tecnológicos de la humanidad, la capacitación constante del capital humano y las buenas prácticas y procedimientos estandarizados de la industria, la aviación comercial se ha consolidado como la opción más segura para transportarse entre puntos distantes del planeta. 

Todo ello es posible gracias al capital humano que trabaja con pasión para que la experiencia de volar sea placentera.  Es usual escuchar a bordo frases como “póngase cómodo, relájese y disfrute del vuelo”.  Este leit-motiv de la industria apela a la serenidad, dejarse llevar por las emociones positivas y descansar.  Nada de esto es casualidad, durante décadas se ha entrenado al personal de contacto y operativo a brindar una atención cálida, en procura de la búsqueda de soluciones ante las contingencias que se generan día a día en los viajes.  Seguramente llama la atención la discreción con que el personal de la industria aeronáutica envuelve su forma de trabajar.  Se cuida mucho la forma de comunicación con los pasajeros, la imagen personal y las actitudes tanto de tripulaciones de cabina, pilotos, personal de tierra, ventas, atención telefónica, rampa, alineándose a estos objetivos. 

En los procesos de selección de personal se realiza un estudio psicotécnico esencial para determinar si el candidato puede formar parte de la aerolínea.  También hay una exploración en etapas de selección acerca de los valores personales; la teoría y la práctica se pueden aprender en las instancias de capacitación inicial que brindan las compañías de manera “in-house”, donde se “moldea” al empleado de acuerdo con la filosofía operacional.  Es habitual la creación de vínculos duraderos tanto de los empleados con la compañía como de los pasajeros frecuentes con los mismos.  Existen familias enteras trabajando en aviación comercial, parejas que se conocieron en este trabajo que representa un estilo de vida diferente. 

Muchas veces, los empleados realizan diferentes actividades durante su jornada laboral.  “Me gusta mi trabajo porque no tiene rutina”, asegura un tripulante de cabina.  “Puedo tener días libres durante la semana y disfrutar de mis hijos como no podría hacerlo en un trabajo normal”, relata un piloto de línea aérea.  “Gracias a mi trabajo pude conocer todo el mundo y llegar a lugares que nunca me hubiera imaginado”, asegura orgulloso un empleado de servicio de a bordo.  “El aeropuerto es mi casa”, comenta un agente de check-in.  Estas son apenas algunas expresiones que denotan la relación del trabajo con el estilo de vida. 

Las horas de comer, las largas esperas de las aeronaves demoradas por mal tiempo… las estadías de las tripulaciones en su descanso en los hoteles, Navidades, cumpleaños, año nuevo volando… y hasta nacimientos o defunciones a bordo.  Todo ello constituye un estilo de vida más que un trabajo. 

Hay algunas prebendas que envidiar… cualquier empleado de una aerolínea accede a tarifas insospechadas (muchas veces totalmente gratuitas) para volar a cualquier parte del planeta.  También tienen descuentos generosos para familiares, amigos, seguros, y hasta ventajas para adquirir acciones de la compañía.

Lo cierto es que en una compañía aérea se superpone el trabajo con la vida cotidiana.  En oportunidades, las discusiones por la mejora de los procesos y servicios pueden resultar efervescentes; se manifiesta la pasión y el cariño por el trabajo en la búsqueda de nuevas soluciones.  Recuerdo alguna reunión en la que pude presenciar como dos compañeros se propinaban un golpe con el puño, producto de una ferviente argumentación sobre la validación de un procedimiento de emergencia.  Una muestra de la pasión en su máxima expresión.  Al rato se abrazaban como amigos de toda la vida.

Sin embargo, no todo es color de rosa.  Seguramente cada lector tenga anécdotas relacionadas con sus viajes en avión; a veces pueden significar situaciones “extremas” o de emergencia.  Otras pueden asociarse a problemas a partir del miedo a volar, acumulación de “jet-lag” o reacción física debido a la atmósfera artificial del avión.  La concentración de personas en un espacio confinado como la cabina de pasajeros de un avión, el espacio limitado para las piernas en los asientos, la “reacción en cadena” ante quejas o reclamaciones por una demora, gente gritando… hay momentos que pueden ser muy tensos en el ámbito aeronáutico.  Aunque muchos pasajeros pueden manifestar su miedo a volar, muchos más lo disfrutan desde el mismo momento de quedar “pegados” al asiento en la carrera del despegue.  Luego viene el vuelo crucero por encima de las nubes, y con ello, la linda sensación de volar… 

La aviación exige dedicación, pasión.  Pero también se transforma en un estilo de vida, en una necesidad de vivirlo día tras día.  Es una experiencia que trasciende el trabajo y es muy difícil de olvidar.

Portal de América

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