En un comunicado de la empresa conseguido por Expansión.mx a través de una fuente y publicado por Reportur.com, detalló que su decisión se debe al complejo contexto económico que impera en ese país. “La aerolínea lamenta esta decisión, pero al igual que varias líneas aéreas internacionales, ha sido afectada por el deterioro financiero que se han venido registrando en los últimos meses”, indicó la compañía.
Hace tres semanas, Andrés Conesa, director general de Aeroméxico y presidente del consejo de la patronal del transporte aéreo IATA, incidía en la situación que vive Venezuela, donde las aerolíneas tienen bloqueados fondos por 3.780 millones de dólares desde hace 16 meses, según las últimas estimaciones, y declaró que “la situación en Venezuela es insostenible”. En lo que va de año, el Gobierno de ese país no ha autorizado ninguna repatriación de fondos.
Una de las pocas aerolíneas que siguen operando en Caracas es Avianca, y su propietario, Germán Efromovich, confirmó que, si bien mantienen sus operaciones, las han reducido al mínimo. “Somos vecinos de Venezuela, pero bajamos nuestras frecuencias porque no es posible trabajar gratis.
Estamos aguantando cuanto podemos, pero si la cosa no cambia, llegará un momento en que nadie va a volar para allá”, como recogió REPORTUR.co.
La aerolínea latina que más recortó sus vuelos a Venezuela es Tiara, de Aruba, que disminuyó 85%; Avianca, de Colombia, 66% y LAN, de Chile, 63%, revela un informe de ALAV, elaborado con las operaciones registradas de la industria hasta el 20 de mayo de 2014.
Hasta la fecha, las empresas europeas que vuelan a Venezuela ya habían reducido en mayo de hace dos años un 30% de promedio sus frecuencias de viajes y asientos disponibles para el país, siendo Iberia la que más lo hizo con Iberia un 31% menos en comparación al año pasado, y Air France, 26% menos que en 2013, mientras Air Europa ya disminuyó entonces un 43% sus operaciones en 2014.
Las aerolíneas internacionales han reducido sus frecuencias y asientos afectadas por el control de cambios que rige en Venezuela desde 2003 y que las obliga a vender boletos en bolívares, los cuales en los últimos dos años se les ha dificultado convertir en divisas para repatriar capitales. Según la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela (ALAV), las liquidaciones pendientes del Gobierno socialista con unas 24 aerolíneas asciende a 3.700 millones de dólares.
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