s’Espalmador fue comprada en 1927 por el arquitecto catalán Bernardo Cinnamond a un precio de 42.500 pesetas (255 euros). Sus nietos, Rosy y Norman Cinnamond, llevan un año intentando vender la peculiar herencia al Consell de Formentera. El precio de salida fueron 24 millones de euros, pero meses después lo han rebajado hasta los 18 millones actuales.
La isla recibe cada verano centenares de visitantes que acuden bajo el reclamo de bañarse en una laguna de lodo donde está prohibido adentrarse.
Algunos turistas han llegado a acampar en la playa. Pero la gota que colmó el vaso de la paciencia de sus propietarios fue el lanzamiento de una bengala desde un yate hace dos semanas, que provocó un pequeño incendio.
En busca de financiación
El ejecutivo formenterense está interesado en adquirir s’Espalmador pero ha pedido respaldo financiero al Govern balear, según Diario de Ibiza. El rotativo explica que el ejecutivo de las Islas se reunirá en septiembre con el Consell de Formentera para abordar la compra, aunque se plantea pedir dinero al Gobierno central.
“Vemos con buenos ojos la compra de s’Espalmador pero se ha de buscar financiación en otras administraciones”, afirmó el pasado miércoles la consellera de Presidencia del Govern balear, Pilar Costa, en declaraciones recogidas por el rotativo ibicenco.
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