por Juan Carlos Castro, Editor, Portal de Turismo de Perú
Justamente, en nuestro último Editorial explicamos la necesidad de formalizar los servicios de alquiler de inmuebles y viviendas particulares a través de internet y, entre otros temas, planteamos que Airbnb y compañía retengan un porcentaje de las reservas para el pago del IGV.
Para muchos este tipo de regulaciones es inviable en un mercado de libre competencia y abierto a las nuevas tecnologías como el nuestro; sin embargo, desde otros países nos demuestran lo contrario. Francia, España, Brasil y México son buenos ejemplos; España y Chile siguen sus pasos.
¿Perú podría adoptar una medida similar? Por supuesto que sí, solo es cuestión de tomar la decisión y sentarse a negociar. A la fecha, Airbnb recauda impuestos fiscales para 400 municipios/ciudades en 11 países donde opera y ha dicho que está dispuesta a hacer lo propio en otros lugares que lo soliciten.
“Airbnb quiere trabajar con las administraciones para que esto sea posible, poniendo a su disposición las herramientas tecnológicas necesarias que faciliten la recaudación de la tasa turística. Es la única plataforma que recauda la tasa turística en nombre de sus usuarios. Gracias a los acuerdos con gobiernos de todo el mundo ha recaudado más de 700 millones de dólares en tasas turísticas”, señala la empresa señala en su sitio web… Entonces, ¿por qué no hacerlo en Perú?
El mecanismo de recaudación es muy simple: Airbnb calcula los impuestos locales en nombre de sus anfitriones (léase usuarios o proveedores) y los aplica a los huéspedes cuando estos efectúan reservas; luego remite lo recaudado a las autoridades fiscales pertinentes. Adicionalmente, “los anfitriones residentes son responsables de evaluar todas las demás obligaciones tributarias, incluidas las correspondientes a su demarcación estatal y municipal”, refiere la compañía.
En la región, Brasil y México tienen acuerdos suscritos con Airbnb y Chile se sumará muy pronto a la lista, pues su gobierno anunció hace poco que las compañías que operan a través de plataformas extranjeras deberán pagar impuestos al igual que las firmas locales… Entonces, ¿por qué no hacerlo en Perú?
OPORTUNIDAD
Otro dato: en la página web de la OMT está publicado un estudio que lleva por título: ‘Evaluación legal, empresarial y laboral de las plataformas digitales (Airbnb y otros), Caso Perú’. Aquí se señala que ninguna empresa (por lo menos en nuestro país, salvo tratado) puede existir legalmente con sede única virtual o electrónica, siempre necesita legalmente una sede física. “Si es filial extranjera necesita legalmente un representante legal y una sede física LGS (art. 403.3 del Código Civil)”, precisa el documento.
En ese sentido, el informe recomienda a los países de la región abordar este tema de manera conjunta. “Dado que el mercado único digital es uno de los ámbitos más prometedores y más desafiantes del progreso, estos avances requieren un marco normativo que facilite el desarrollo, acceso simplificado a la información y al contenido”.
También señala que se debe fomentar la unidad pública–privada para ordenar esta problemática. “Ninguna empresa que actúa en un mercado de un país puede obviar las leyes de otro país”, subraya.
Entonces, insistimos con nuestra pregunta: ¿Por qué no hacerlo en Perú? La pelota está en la cancha de las autoridades de gobierno (Mincetur, MEF, Sunat, Indecopi, Justicia, Trabajo, etc.), quienes tienen la oportunidad de recaudar los impuestos de ley e impulsar la leal competencia en el mercado del alojamiento, siguiendo el ejemplo de otros países que sí están encarando este nuevo modelo de negocio, original, exitoso, visionario, pero también informal. Si quiere saber en qué zonas Airbnb recauda y liquida impuestos sobre el alojamiento haga clic AQUÍ.
Y recuerden que el Foro “¿Plataformas Digitales o Intermediación de Servicios Turísticos?” que organiza la Cámara Nacional de Turismo (Canatur) se realizará el próximo martes 4 de setiembre, de 8:00 a.m. a 1:30 p.m., en la Facultad de Ciencias de la Comunicación, Turismo y Psicología de la Universidad de San Martín de Porres.
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