Liverpool: de la caída al renacimiento en el Siglo XXI
Lunes, 10 Octubre 2011 22:39

Liverpool: de la caída al renacimiento en el Siglo XXI

Pocos habrá que no conozcan que en Inglaterra existe una ciudad llamada Liverpool, por su club de fútbol y por ser la cuna de The Beatles, el fenómeno cultural irrepetible que se diera en la segunda mitad del siglo pasado, pero actualmente con un perfil turístico que la destaca.  Caminar por las calles de esta ciudad recostada al estuario del río Mersey, es hacerlo entre singulares atractivos, como en grandes capitales del mundo. A cada paso se respira ese aire tan británico de gente dura, resistente y a la vez liberal y tolerante.

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por Ricardo Montenegro, de su viaje a Europa, especial para el PDA


La historia está en prácticamente todos los sitios, no en vano tiene casi mil años y la conservación de sus edificios le permitieron acceder a la lista de Patrimonio Mundial, según resolución de UNESCO de 2004.

Presente en las grandes guerras del imperio, luce sus heridas como cicatrices que son recuerdo respetuoso a sus caídos y a la vez indica a las nuevas generaciones que la historia es cíclica y puede repetirse.

Desde las conquistas normandas a principios del siglo XI hasta el constante bombardeo alemán en la Segunda Guerra Mundial, Liverpool lleva a cuestas ese legado y es parte del perfil de su gente.

Y la música está en cada lugar, desde que se arriba al aeropuerto John Lennon, en sus radios, en sus negocios y hasta en la vía pública, el legado del cuarteto más famoso de la historia se exhibe con orgullo.

Por eso y por lo subjetivo que son los gustos, mis pasos me llevaron primero a Mathew Street a apoyarme en la barra de The Cavern y disfrutar de una cerveza mientras el “beatle” de turno interpretaba grandes éxitos de más de cuarenta años atrás, mientras una gran cantidad de gente entre 18 y 70 años acompañaba como coro fiel.

Para llegar allí, primero pasé frente al hotel A Hard Day´s Night, a la tienda oficial de merchandising beatle, a una estatua de Lennon y al Cavern Pub, que queda justo al lado del John Lennon Bar... y pasos más abajo, más pubs, negocios de souvenirs y más clubes y música.

Los inconfundibles taxis ingleses, de los más cómodos que se puedan disfrutar en el mundo, de la marca Austin y “orgullosamente construidos en Coventry”, van y vienen con diferentes publicidades adosadas a su carrocería, desde un jabón líquido, a un espectáculo.

Otros especializados en tours musicales, llevan a los pasajeros a las casas de cada uno de los ex beatles, sus escuelas, a la inspiradora Penny Lane y locales donde actuaron, en viaje en el que el conductor hace de guía y fotógrafo.

Los buses hip on - hip off no dejan sitio sin visitar y hasta un anfibio el “Yellow Dockmarine”, pasea a los visitantes por calles y canales entre los docks.

Su transporte público es bueno y seguro, pensado para la gente de cualquier condición, con rampas automáticas en taxis y buses, para quienes deben acceder en silla de ruedas.

Claro está, en las paradas un cartel luce la hora exacta a la que pasa cada línea y la puntualidad es, obviamente, inglesa.

Pero lo ciudad portuaria nacida en 1089, tuvo un desarrollo que va desde que fue reconocida como villa en 1207, hasta las últimas dos décadas del siglo XX, cuando su economía decayó y el desempleo llegó a ser el más alto de Inglaterra; entonces el poderoso Liverpool Football Club mantuvo en alto el nombre de su cuna.

Su himno “You´ll never walk alone” (Nunca caminarás solo), refleja ese espíritu.

Ver un partido de los “reds” en un pub en Liverpool es todo un espectáculo, aunque también los hay en los que concurren los fans del Everton, su clásico rival local.

Pero lo que ha recuperado a Liverpool en su economía y como ciudad ha sido el turismo, basado sí en su larga y diversa historia, pero pensado para complementar, sin agredir, las áreas y edificios centenarios, en un verdadero renacimiento, conceptual y urbanístico.

Tal como tantas veces nos recuerda el Profesor Miguel Acerenza, el organismo rector del turismo debe tomar las diferentes responsabilidades para que nada escape a un plan bien estructurado y así sea eficaz. Liverpool lo logró y sorprende.

Con un exquisito buen gusto y respeto se han recuperado las áreas históricas, su docks victorianos son hoy áreas en las que en el agua se practican deportes, se exhiben naves de todo tipo y uno especialmente para los galeones de hasta el silgo XVII y en los viejos depósitos se han instalado la galería Tate, el museo Beatles History, un centro comercial diferente a los de las grandes superficies, en el que todos los negocios tienen acceso propio y vista hacia la ciudad o el río, además de bibliotecas, teatros y salas de concierto.

Frente a esta área, la nueva Liverpool presenta la puesta en valor de antiguos monumentos, la recuperación de edificios y la construcción de nuevos, con una arquitectura moderna en la que las últimas tecnologías, al menos se adivinan.

 

Liverpool One, vista aérea
Museos, centros de convenciones y un mall abierto –el Liverpool One- inaugurado en 2006, de varias plantas interconectadas, que ocupa a su vez varias manzanas, con tiendas y servicios de alto nivel, demuestran la planificación eficaz, que no se detiene porque se siguen construyendo atractivos que le devuelvan su antiguo esplendor.

La ciudad inglesa de peor economía hace veinte años, es hoy la de mayor crecimiento y eso se debe a la planificación e inversión en patrimonio y cultura, pensado para sus habitantes, pero abierta al mundo.

Eso es turismo bien aplicado, el que otra vez salva a una ciudad y favorece a un país.

Portal de América

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