Mientras continúan las reuniones para intentar una tregua duradera, entre discusiones, amenazas y ataques en la franja de Gaza y los altos del Golán, el mundo se pregunta: ¿Hasta cuando seguirán peleando los palestinos y los israelitas? ¿Cuándo se terminarán las masacres, la destrucción indiscriminada, los atentados y los secuestros? La respuesta es difícil de encontrar. Desde hace décadas se han estado combatiendo y matando unos a otros. Ha habido acercamientos interesantes que lamentablemente no han acabado en una paz duradera, quizá porque existen grupos políticos que no la desean. Hay movimientos que obedecen a lineamientos de lucha permanente, para destruir y exterminar al contrincante.
Hace poco más de 500 años los europeos llegaron a nuestro continente y no lo hicieron para evangelizar a los pueblos originarios sino para tomar la diversidad de riquezas existentes en las distintas partes de América, en su sentido más amplio, y así lo hicieron durante muchísimos años, claramente demasiados. Diezmaron poblaciones enteras y muchas veces hasta su exterminio, lo que ocurrió en nuestro país es un claro ejemplo de ello.
Compartimos, todo el equipo, dos días maravillosos en Altos del Arapey con Luis y su esposa Claudia. Lo habíamos invitado a integrar el panel de la 3a edición del ciclo Charlas Magistrales con la presentación del Sistema Nacional de Aeropuertos Internacionales. Por una chanza, dijo: “bueno esta noche cenamos con champagne y paga el PDA”. Y pagó el PDA, y estaba bien frío y muy rico. A partir de ahí llegó una nueva columna que generó un desencuentro editorial y con buen humor y afabilidad nos dijo “Quién se va sin que lo echen vuelve sin que lo llamen. Hasta el próximo champagne!”. Pero mandó otra columna para publicar ahora y es lo que hacemos. Es uno de los colaboradores más antiguos y más leídos de nuestro sitio, nos aporta muchos seguidores argentinos. No sabemos si este artículo es el último o seguimos contando con él. La puerta sigue abierta como siempre, pero el próximo champagne lo paga Rizzi!
Para escribir esta nota nos hemos basado en información “no oficial” que nos merece plena fe, he “filtrado” las publicaciones periodísticas, tratando de distinguir entre lo que podría ser “información” y “opiniones” personales, algunas de éstas debo decir muy sesgadas. En una palabra, he tratado de ir a los hechos, un avión que ingresó al país, con matriculación venezolana, como no regular, transportando carga comercial, su escala obligada en Córdoba por cuestiones meteorológicas, su vuelo fallido del 8 de junio a Montevideo, su espera sobre el Río de la Plata y regreso a Ezeiza, y todo lo demás de lo que sabemos poco, pese al exceso de información, en muchos casos manchada con opiniones personales respetables, pero con las que discrepo. El proceso penal que tramita ante un Juez federal de Lomas de Zamora, sigue secreta a la fecha y creo que sin rumbo.
Personalmente no me gusta distinguir en modernidad y post modernidad o entre modernidad y antigüedad, no le veo sentido. Nosotros vivimos siempre en tiempo presente, no podemos salir de la “circunstancia” orteguiana, aunque el presente lo vivamos en función del futuro. Pensamos (mucho, poco, mal o bien), razonamos, creemos, en una palabra, vivimos según nuestro tiempo presente. Debemos resolver los problemas de hoy, esa es, para mí, la tarea de vivir, es lo normal, las “normalidades” son objetivos que se deben buscar y conseguir. Hoy propongo reflexionar sobre un tema al que no veo que le prestemos atención, como es el modo en que el envejecimiento poblacional impactará en el turismo. Lo que sigue pretende ser una incitación a pensar en esto, nada más.
Lo cierto es que por disposición de la ley 26.466 el Estado argentino resolvió realizar los aportes suficientes para permitir que la empresa continúe operando como empresa en funcionamiento, como reza la nota 12 del balance correspondiente al ejercicio cerrado el 31 de diciembre de 2021. Desde 2008 al 21 de abril de 2022 el Estado lleva aportado a Aerolíneas Argentinas la nada desdeñable suma de $ 204.815.801.894,00, que tomado al T.C vigente el 31 de diciembre de 2021 (102,52), significa la suma total nominal de u$s 1.997.813.528,11. La deuda que el Estado mantiene con el club de París.
Una nueva y amenazante plaga, hija de las que ya se venían abatiendo sobre el mundo, cobra fuerza como un huracán en el horizonte global. Es la inflación, fruto directo de la pandemia y de la guerra de Rusia en Ucrania, que con precios que galopan a un ritmo inquietante en buena parte del planeta abre paso a temibles fantasmas. Erosión del poder adquisitivo, frenazo abrupto de las economías avanzadas, ciclos de reestructuraciones o quiebras en países frágiles, malestar social que ofrece terreno fértil para los populismos en todas las latitudes: este es el escenario que afronta el mundo, mientras las turbulencias geopolíticas y el cambio climático sacuden los cimientos. Andrea Rizzi, El País.
En la Argentina todo se ve según el cristal 2023, y como suele ocurrir los pre-candidatos tratan de decir lo que creen que sus seguidores cautivos querrían escuchar, unos dicen que es insoportable que Aerolíneas Argentinas necesite un aporte diario de dos millones de dólares para poder operar, lo que no deja de ser cierto y correcto, otros dicen que se la entregarían a los trabajadores para que hagan lo que puedan, y otros bajo el arcaico eslogan de la soberanía aérea, defiende su pertenencia al estado cualquiera sea su costo.
Pimentel había tuiteado el año pasado una idea que tuvo más de un millón de lecturas: “¿Cuál es el rol de las madres y padres según la edad de sus hijos? De 0 a 6 años para ellos sos Google; de 6 a 9 años, App Store; de 9 a 16 años, Uber; de 16 a 24, Mercado Pago; y de 24 hasta que se van del hogar sos Airbnb.” Sebastian Campanario, La Nacion, 22/05/2022
.