por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires (La Argentina es esto, un poco de todo, “la biblia y el calefón” y dos economías, de más o menos el mismo volumen, una formal y la otra “negra” que sostiene la estabilidad social, por medio del “rebusque” o changa. En las elecciones la alternativa se da entre economía registrada y marginal. Hay más pobres y los mismos ricos en los dos lados, los votos valen lo mismo y los “defolt” ya son un clásico, junto al futbol, el tango, el dulce de leche y Maradona. ¿Y el turismo…? Turistas somos todos…)
Veníamos diciendo que la cuestión de la “peste” no eran los “muertos”, sino la facilidad del contagio y también los altos niveles de recuperación. Si al día de hoy, nos contagiamos 160 millones de personas y solo murieron 3,5 millones, el 0,02%, queda claro que estamos en presencia de una nueva enfermedad endémica, como la gripe y otras también de fácil contagio.
Visto con trazos gruesos 157 millones de personas se recuperaron.
Es obvio que las vacunas son necesarias para disminuir esa facilidad de contagio y es probable que cuando el 70% de la población esté vacunada, esta “peste” pasará a ser historia y habra otra u otras que ocuparán nuestra atención y serán materia de preocupación.
Siempre me gustó la psicología, he leído y hace pocos días le decía a mi hija Malena, mi simpatía por la “Gestalt” o “Psicología de la forma”, que es aquella que nos muestra una figura que según como la miremos, pueden ser dos perfiles o un jarrón. La Gestalt podría llamarse psicología de la estructura o del “nosotros”, como lo enseño Fritz Kunkel.
Traigo a cuento esta referencia para ver la importancia de su aplicación práctica a la vida, y de paso mostrar la debilidad de nuestro sistema cultural que puso en evidencia la magnitud de nuestra neurosis social.
Con esto de la peste hemos cometido lo que se llama error tipo 1 y error tipo 2.
El primero es cuando creemos que una hipótesis verdadera es falsa y la dejamos de lado y el segundo cuando creemos que la hipótesis falsa es verdadera y actuamos en consecuencia.
Error Tipo 2: Partimos de la base que el ser humano es inmortal, salvo que contraiga la “peste” que sería la única y excluyente causa de muerte.
Error Tipo 1: Solo nos morimos por “la peste”, única causa de muerte, entonces tenemos que defender la vida hasta la muerte (agregamos a este tipo de error un oximorón), por lo tanto, debemos encerrarnos y dejar de vivir (otro oximorón) hasta que la peste emigre.
Es frecuente cometer este tipo de errores, lo que me llama la atención es que lo hayamos cometido con tanta grosería al punto que el promedio de caída de los PBI fue del 6%, en Argentina rozó el 10%, hemos perdido más de un año de vida, esto es irrecuperable y no pensemos sobre ese costo en los más chicos, quizás hemos arruinado una o dos generaciones futuras, lo que nos llevaría a pensar en una estimación imposible.
Lo que nos debe preocupar es la debilidad de nuestro sistema cultural, y en especial la misión de la prensa.
Decía un maestro del periodismo que la prensa nos puede condicionar, y de hecho ocurre en el “qué pensar” pero nunca en “cómo pensar”.
En este casi año y media de “pandemia” solo hemos pensado en que nos podíamos morir sólo por Covid, y muchos se murieron de otras enfermedades, podríamos decir que se murieron “sanos” porque no murieron por la peste, ya que ese miedo nos llevó a olvidarnos de “saber cuidarnos” y no sabemos cuántos miles habrán muerto por “descuido”. Esto no era noticia.
Lo grave es que esta vez fuimos condicionados en “cómo debíamos pensar”, y el que no pensaba de ese modo era un ser despreciable, Un ejemplo, las mediocres autoridades de la Provincia de Buenos Aires, con mentalidad de kiosco, nula idoneidad y plena mala fe, y el mismo gobierno nacional que aprovechó para avasallar cuanto derecho se puso en su camino, haciendo de la peste, como dijo un Juez de la Corte, una franquicia para vulnerar derechos.
Pero esto fue posible porque la prensa en general nos agobió con cantidades de muertos como si los tres millones y medio hubiera sido media humanidad, en vez del 0,02%.
También se usó este modo de informar porque el miedo condiciona, inhibe y nos hace creer que la vida es dilema, cuando en todo caso se trata de alternativas y sabe elegir.
Ahora que sabemos que estamos en presencia de una enfermedad endémica, debemos bregar por saber cuidarnos y no volver a cometer ni el error tipo 1 o tipo 2, debemos cuidar nuestra salud de modo integral y de paso recuperar el nivel cultural, lo que no debemos considerarlo como un adorno “tipo snob”, sino como dedicarnos un poco más a pensar en vez de descalificar, agredir o poner “cara de culo”-su look habitual- como lo hace, el mini gobernador “Ross” Kicillof, al que las famosas pildoritas hacen juego con su “look”, dado que facilitan esa función que nos iguala a todos los seres (y seras) del mundo.
En general, el mal es la mejor experiencia, enseña más que el bien, en el turismo y transporte aéreo, tenemos que comenzar a entender el mensaje que nos está dejando la “peste”.
Bueno no sólo en el turismo y transporte aéreo, en vivir mejor, recordemos la ecuación de Hubert Reeves, esa que dice que si redujéramos la historia del planeta a 24 horas, el primer homínido apareció en los últimos dos minutos y la vida apenas será una décima del parpadeo…no la desperdiciemos…
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