por Sergio Antonio Herrera, desde Punta del Este
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Sería más cómodo integrarse al "pelotón" de las redes que sitúa la medida en alineamientos ideológicos o políticos, pero la simple observación de los hechos nos lleva a entender esto que planteamos y ubicarlo estrictamente en la mirada comercial, por ende financiera del grupo Romay.
Y aunque tampoco pretendamos comparar estilos, personalidades ni capacidades, suponemos que el futuro inmediato de Ignacio Álvarez en la televisión sea en formato similar al elegido (exitosamente) por Alejandro Fantino creando Neura, su propio canal.
No corresponde "solidarizarse" con Nacho, no visualizamos lo que ocurre como ningún atropello ni tragedia, son gajes del oficio, así es el mercado y el que no lo entienda "a llorar al cuartito". En cambio, más allá de análisis calificativos del perfil periodístico de Álvarez (a quien no tenemos el gusto de conocer ni de haber cruzado jamás una palabra) si podemos reconocerle su profesionalismo, creatividad y valentía por encarar, en un medio pacato como el uruguayo, periodismo de investigación de verdad. Con Zona Urbana había mostrado su idea y la reafirmó en Santo y Seña, creando un programa con indiscutida personalidad y perfil propio.
Como generador de opinión, de negocios y de empleo, le auguramos el mejor de los éxitos en lo que emprenda, porque es seguro que volverá a emprender.
El Espectador
En parte, esta película ya la vimos. En 2012, convocados por la familia Massa, entonces propietarios de la emisora, iniciamos en las mañanas dominicales "Portal de América Radio" que estuvo al aire hasta 2014, cuando sus propietarios decidieron vender la radio. Era la época que -sin dudas-, solía ser la primera radio, con "En perspectiva" como locomotora matinal en alta velocidad.
Teníamos muy buena audiencia, nos llegaban mensajes desde los lugares más remotos del globo terráqueo. Salvo una vez que criticamos ácidamente a los emisores de tarjetas de crédito, los bancos, que conformaban en los hechos la mitad de los auspiciantes y nos comentaron desde la gerencia amigablemente esa realidad..., trabajamos siempre con libertad de expresión. Pero al cambiar la firma, también con la debida antelación y cumpliendo los requisitos formales, nos dijeron "The game is over".
Podemos entender sin dudas lo que sienten quienes se quedan sin aire.
Pero también vale para ellos lo de Carville y la coyuntura les presenta el desafío. Habrá que reciclarse y seguir. Quienes nacieron para la comunicación, seguirán comunicando, más allá del lugar en el dial o en el mapa.
De alguna forma, al anunciarse que cambia casi toda la programación de la emisora, puede haber diferencias con lo de Santo y Seña y en algunos casos quizas quepa solidarizarnos con algunos colegas que no la deben estar pasando nada bien. Lo hacemos, pero también queremos que les llegue nuestro abrazo fraterno y el deseo de lo mejor para lo que venga.
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