¿Es el fin del servicio de habitaciones?
Miércoles, 12 Julio 2023

Bandeja de servicio de habitaciones con una hamburguesa y patatas fritas encima de una cama de hotel. Bandeja de servicio de habitaciones con una hamburguesa y patatas fritas encima de una cama de hotel. Ryan Neeven

Hace una década, esta pregunta sobre un icónico servicio de los hoteles (o, más bien, “¿está llegando el fin del servicio de habitaciones?”) estaba en boca de prácticamente toda la industria hotelera después de que el New York Times informara de que el New York Hilton Midtown, el segundo hotel más grande de Manhattan, iba a eliminarlo por completo. En su momento, un consultor le dijo a este periódico que casi todos los hoteles pierden dinero con él. Pero el servicio de habitaciones, en aquellos hoteles en los que no se ha eliminado en años posteriores, no parece estar a punto de exhalar su último aliento.

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Lo que sí parece es estar volviéndose cada vez más excéntrico.

En su encuesta inaugural sobre servicio de habitaciones, Hotels.com ha consultado a 473 que ofrecen actualmente servicio de cenas en la habitación (del Plaza de Nueva York al InterContinental Bora Bora Resort) para recopilar unos datos muy interesantes respecto a qué han pedido los huéspedes en el último año. El 45% de los encuestados indicó que la popularidad de este servicio está en auge; es más, se reveló que aquellos hoteles que ofrecen servicio de habitaciones están poniendo toda la carne en el asador añadiendo experiencias únicas a su oferta.

Algunas de estas opciones son pura extravagancia. El Milestone Hotel de Londres ofrece a los huéspedes de suites (entendemos que por motivos de espacio) la opción de organizar cenas con concierto de la Royal Philharmonic Orchestra en la habitación; el Park Lane New York tiene línea directa para pedir caviar; en los bungalows sobre el agua del InterContinental Bora Bora, el servicio de habitaciones se entrega por medio de canoas polinesias tradicionales.

Por otra parte, el camino de especialización que están tomando muchos hoteles no siempre se inclina por la pura decadencia: el Equinox Hotel New York tiene un menú de higiene del sueño que incluye caldo de huesos, latte de carbón vegetal para antes de dormir y un chocolate caliente muy relajante. Ara Patterson, vicepresidenta de Comida, Bebida y Spa, nos cuenta que “para el menú seleccionamos intencionalmente ingredientes funcionales que ayudan a la producción natural de melatonina en el cuerpo”. Patterson explica que el zumo de cereza ácida, por ejemplo, contiene muchísima melatonina y por eso lo han añadido en un smoothie del menú.

Pescado sobre una bandeja con hielo y limón.
Entre las peticiones extravagantes registradas en la encuesta está la de un huésped que trajo un pescado con la esperanza de que se lo prepararan en la cocina del hotel. Ryan Neeven

El Post Oak Hotel de Houston sirve una “Black Gold Burger” que consiste en ternera Wagyu, foie gras sellado y trufa negra en un pan brioche infusionado en caviar con oro de 24 quilates por 1.600 dólares. Pero en el mundo de la hamburguesa no todo es exceso: el 49% de hoteles encuestados afirmaron que las hamburguesas son el pedido más popular de menú, excéntricas o no. Las pizzas, patatas fritas y sándwiches club se quedan por detrás. Otro 43% de hoteles de Estados Unidos señaló que los huéspedes tienden mucho más a pedir comidas más informales que platos elegantes. Parece que comerse una langosta no puede competir con el encanto de una hamburguesa en la cama.

Además de señalar los puntos fuertes de los menús, Hotels.com recopiló las 10 peticiones más inusuales de servicios de habitaciones que habían presenciado los encuestados: dos de ellas están relacionadas con el agua (en un caso, agua dietética; en otro, agua embotellada hervida), además de helado derretido, una tortilla sin clara de huevo y una shakshuka sin huevo. Otros huéspedes han pedido a la cocina de hotel que cocinaran un pescado que traían con ellos (Megan Spurrell, editora senior de la edición internacional de Condé Nast Traveler, admite haber hecho esto en el restaurante de un hotel, aunque no por medio del servicio de habitaciones… aún) y también que les frieran berberechos. Otras peticiones al restaurante incluyen pez globo, búfalo y un bol de arroz para un perro.

Hay cosas que no cambian nunca. La gente sigue dejándose seducir por la extravagancia… y que una persona con esmoquin te traiga a la habitación una hamburguesa de 40 dólares y poder comértela en la cama es un placer decadente al que no queremos renunciar.

Portal de América - Fuente: Condé Nast Traveler

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