Barajas será el primero en recibir el servicio, teóricamente en el año 2025. De momento, se conoce que, en febrero, se firmó la contratación de las obras para conectar Chamartín con la T4 dentro del corredor levantino, que sería uno de los itinerarios aéreos más golpeados por contar con una alternativa en tren inferior a las dos horas y media.
Iberia viene siendo la compañía más insistente en este sentido. Como publicó Preferente, su CEO, Fernando Candela, exigió una “intermodalidad real y eficiente”, a través de los servicios ferroviarios. Así, considera imprescindible que “se pongan los recursos necesarios y que se aprovechen los fondos europeos” para que “todas las líneas de alta velocidad” conecten con la Terminal 4 del aeropuerto madrileño.
Después, sobre el papel, será el turno de Girona, cuyo proyecto lleva en mente del Ministerio de Transportes desde el año 2021. La idea era construir una estación al lado del aeropuerto, pero el excesivo papeleo ha provocado que la situación se estanque. Aunque se acelerase el proceso, no se espera la llegada de la Alta Velocidad hasta 2026.
Una fecha más lejana es la que se baraja en Alicante. Aunque el proyecto está recogido en el pacto entre Sánchez y Díaz, que prevé la conexión del aeropuerto de El Altet con Alicante y Elche, no se espera que las obras salgan a licitación antes de finales de 2025.
Pero, sin duda, el peor posicionado en esta pugna por sustituir los vuelos cortos por trenes rápidos es El Prat, que continúa más centrado en lograr su ampliación que en otros asuntos. Asimismo, Gobierno central y Generalitat aún tienen numerosas cuentas pendientes para mejorar las conexiones de Cercanías con el aeropuerto, por lo que pensar en la llegada de la Alta Velocidad en el corto plazo parece inviable.
Portal de América - Fuente: preferente