Paro mundial de pasajeros en el transporte aéreo
Miércoles, 17 Junio 2015 01:16

Paro mundial de pasajeros en el transporte aéreo
No sería una mala idea organizar por ejemplo para dentro de unos meses (para tener tiempo de promoverlo) un paro mundial de pasajeros de 24, 48 o 72 horas en el transporte aéreo reivindicando derechos a ser tratados como lo que son: lo más importante del sistema. ¿Qué sería de la industria sin pasajeros por uno, dos o tres días?.
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El síndrome de clase turista es una afrenta a la salud originada en la mezquindad del espacio del pitch para con absoluto egoísmo mercantil poder colocar la mayor cantidad de butacas posible en cabina.

El atropello, la vejación, el morbo que se perpetra en aeropuertos como el de Tocumen, en Ciudad de Panamá con la excusa de la seguridad, es vergonzante para la raza humana. De seguir así, ¿cuánto puede faltar para que llegue el día en que obligarán a que los pasajeros se desnuden para pasar los controles?.









Se estuvo especulando en serio en incluir tarifas para pasajeros que viajasen de pie y también en cobrar como ancillary revenue el uso de los baños a bordo.








Recientemente IATA "decretó" una reducción de casi el 40% en el tamaño de las maletas de cabina, popularmente conocidas como equipaje de mano. O sea, la gente no debería leer, usar dispositivos tecnológicos, cambiarse de ropa o efectuar compras antes de abordar, de esa manera no necesitaría llevar bolsos o maletas de mano...¿muy loco verdad?

La idea no es discutir por hacerlo ni hacer revoluciones principistas, por lo tanto las aerolíneas siguen siendo dueñas de cobrar el servicio de comidas a bordo pero no es menos cierto que en aras de la seguridad se le prohibe a quien lo deseare, llevar una vianda para alimentarse a bordo.

Alimentarse y deponer son necesidades fisiológicas de los humanos y si el principio del negocio aéreo se basa en conseguir que acepten pagar por subirse a un avión para ser transportados desde un punto a otro, cuesta entender que la simple aceptación de ese contrato haga perder el derecho, mientras se está a bordo de las aeronaves, de comer, defecar y/u orinar.

Es muy cierto que los atentados del 11S cambiaron para mal la historia de la aviación y su seguridad, pero no es menos cierto que cuando alguien se propone de verdad burlar la seguridad lo logra y si no, que nos expliquen lo que acaba de ocurrir en los mismísimos Estados Unidos según consigna Economía y Negocios de El Mercurio bajo el título: FBI avergüenza a la agencia de seguridad de los aeropuertos: burla los controles e ingresa armas

"En un delicado trabajo encubierto, agentes del FBI lograron pasar de contrabando falsos explosivos y armas a través del 95% de los puntos de control de los aeropuertos de Estados Unidos, los mismos donde estrictos funcionarios de la Administración de Seguridad de Transporte (TSA) registran todos los días bolsos y maletas a los pasajeros comunes y corrientes, en búsqueda de navajas, pinzas, encendedores o líquidos de más de 100 ml. Los agentes del FBI hicieron 70 pruebas en decenas de aeropuertos y en 67 de ellas los empleados de la TSA no pudieron detectar armas que están prohibidas en los aviones, señala la cadena ABC, que tuvo acceso a un informe del FBI. En una de las pruebas un agente encubierto fue detenido brevemente cuando hizo sonar una de las alarmas de los detectores de metal. Pero cuando los funcionarios lo revisaron personalmente, no pudieron encontrar un artefacto explosivo falso que llevaba escondido en su espalda. El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jeh Johnson, dijo que se toma "muy en serio" el informe y que le pidió a la TSA revisar los procedimientos de seguridad, volver a entrenar a sus funcionarios y someter a nuevas pruebas los equipos que tiene instalados en todo el país, consignó el diario británico The Telegraph."

Todo tiene un límite y para que se conozca el mismo hay que denunciarlo y aunque suene raro optamos por hacerlo porque nos preocupa la industria de la que somos parte.

El silencio no siempre es apoyo obligatorio a un sector, preferimos apoyar, pretendemos salvaguardar a este sector que nos involucra señalando sus falencias porque el atropello al pasajero no solamente está llegando a un límite, a nuestro entender ya lo sobrepasó.

Como en el cuento del gallego, habrá que organizarse.

Portal de América

Comentarios  

Estimado Antonio: muy seductor resulta este mensaje, pero nos parece que hay que tener presente que del precio del boleto, las aerolíneas deben pagar sus insumos propios para producir dicho pasaje, lo cual es natural, pero además, de ello sale el dinero para sostener a un sinfín de actividades que viven de lo que ellas generan: aeropuertos, sistemas de seguridad y su personal, los que venden los equipos para el handling de los aviones, para la seguridad, los que venden los propios aviones, las compañías de asistencia aeroportuaria, los Estados y sus burocracias, -que recaudan cifras inimaginables en virtud de la actividad de las aerolíneas y que crean miles de puestos de trabajo en torno y con el pretexto de la actividad de éstas-, los proveedores diversos, medios de prensa especializados, etc.etc.etc. Y actividades que sin llevarse directamente parte del ingreso del pasaje, como las anteriores, se benefician o directamente dependen del flujo de clientes que las compañías traen: hoteles, organizadores de congresos, taxis de aeropuertos, rent-a-car...Como todas estas actividades tributarias de lo que la compañía genera, se tornan mas y mas codiciosas, pese a que en muchos casos poco o nada aportan a la actividad de la cual viven, resulta necesario, y es prácticamente el ejercicio cotidiano de todas las aerolíneas, la búsqueda de economías. Hay que tener presente, y tú tenés experiencia y el tiempo de participación en la actividad como para certificarlo, que el precio de los pasajes es hoy, nominalmente, el mismo o menor que el que regía en 1970. Claro que en esa época el barril de petróleo, y hasta 1973, costaba 10 centavos... Era la época de fiesta para todos: Directores de aerolíneas que pasaban sus tardes en el campo de golf llevados por su chofer, fiestas inolvidables, ninguna presión de ningúna índole para nadie, comisiones de agencias de viajes del 15%, asientos de clase turista similares a los de Business actual... Los tiempos han cambiado para todos, pero lo único que no cambió es que las aerolíneas son quienes generan a su sólo riesgo actividades muy lucrativas para terceros, los cuales, sin excepción, obtienen márgenes en su negocio infinitamente superiores, de dos dígitos por lo menos, que los que quienes hacen posible que esas actividades existan obtienen por la suya: 1%, 2% tal vez en un año memorable, pero cuya esencia es luchar permanentemente por mantenerse a flote solamente, no ya para ganar dinero, en una actividad que requiere de inmensas inversiones y que está sometida a todo tipo de circunstancias aleatorias imprevisibles.
Es otro enfoque que no siempre se tiene en cuenta... No es tan simple el asunto ni tienen las aerolíneas vocación de mortificar a nadie. Antes, en la época de gran confort, con el equivalente a dos boletos se compraba un apartamento de tipo estandard, de dos dormitorios en un barrio normal. Hoy, su precio equivale a ir dos o tres veces al supermercado...
Abrazo
Es cierto lo que dice el Sr. Balseiro, pero tambien es cierto que las Compañías Aéreas en su afán de competir, lo cual no está mal, comenzaron a bajar las tarifas a un grado tal que en conjunción con el aumento de los precios del petróleo, las llevaron a márgenes de ganancias ridículos e insostenibles con el resultado de las quiebras permanentes a las que están sujetas y eso si está mal. Pero ahora ¿ quién emprende el camino contrario? Toman de rehenes a sus clientes, empleados, y negocios a los que sirven para compeler a los estados a subvencionarlas en muchos casos ante la amenaza de dejarlos incomunicados con las consecuencias económicas que eso tiene, en lugar de aumentar los precios. Si el valor del pasaje equivale ir dos o tres veces al supermercado, significa que algo está muy mal, pero si igual se mantiene esta política tarifaria, por algo será y aunque no tengan vocación de mortificar, sí que lo hacen y en muy buena forma. Saludos.
Las aerolíneas, los aeropuertos, los hoteles, los agentes de viajes, los organismos estatales del turismo y de la aviación comercial y todos los recursos humanos afectados a esas tareas y a las de las actividades conexas, medios de comunicación incluidos, conforman un círculo virtuoso que da vida a un sistema generado solamente por un elemento, factor, actor o como se le quiera denominar pero que todos conocemos como EL PASAJERO. Sin él, nada de lo otro existiría.
Estamos absolutamente de acuerdo y además, ya lo hemos dicho en este sitio en repetidas ocasiones que en los últimos cuarenta años han evolucionado los precios de absolutamente todos los insumos y servicios que rodean al transporte aéreo EXCEPTO EL PRECIO DE LOS PASAJES.
Hemos sostenido y advertido acerca de la imperiosa necesidad que tienen las aerolíneas de ser eficientes dado el escasísimo promedio de margen de contribución que tienen sus balances financieros que no pasan de poco más de un escaso 2%. Por ello, cualquier contingencia puede poner en riesgo la misma continuidad de la empresa y sobran los ejemplos en los últimos años cuando han desaparecido decenas de aerolíneas en el mundo entero.
Pero la existencia de las aerolíneas no son obligatorias, son empresas comerciales que tienen sus razones para fundarse, desarrollarse y existir y si bien es cierto que el margen de probables utilidades es muy escaso en los números fríos del análisis financiero, sabido es el cúmulo de beneficios que suponen y que dan razón de ser a su existencia. El flujo de caja de una gran aerolínea es solo comparable al de las grandes entidades financieras, las que curiosamente, en general, también tienen en los papeles escasos márgenes de contribución pero, no se caracterizan por quejarse de sus resultados.
Si bien en un claro intento de exageración hablé de ello en el artículo, no me imagino a una aerolínea permitiendo a los pasajeros llevar una vianda con alimentos a bordo, pero quiero seguir sin imaginarme a una aerolínea que cobre por usar el baño o que venda pasajes para ir parados en el avión, posibilidades ciertamente analizadas oportunamente por la irlandesa Ryanair.
El enfoque central de nuestro artículo fue claramente dirigido al abuso que padece el pasajero a lo largo y ancho del planeta en aras de la pretendida seguridad y en ello, nada tienen que ver las aerolíneas, más bien lo padecen, igual que los pasajeros.
Por último, del mismo modo que las aerolíneas usan el revenue management y aparecen tarifas de un euro para llamar la atención y focalizar ofertas haciéndolas virales, los comunicadores tenemos que aguzar el ingenio para captar en la competitiva web la atención de los lectores, entonces titular un artículo con "Paro mundial de pasajeros..." no necesariamente lo promueve, más bien busca lo que logramos aparentemente, captar la atención de los internautas.
El abrazo a Balseiro y a Da Silveira y el agradecimiento por leernos y dedicarnos parte de sus valiosísimos tiempos.

Sergio Antonio Herrera

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