El Inflight Wi-Fi es el “amenity” más solicitado por los clientes en viajes de negocios, o aquellos que buscan mejorar su experiencia de vuelo.  En algunos casos, esta prestación se pondera por sobre el precio, en rutas de tipo corporativas.   Según un estudio realizado por SITA, la empresa de tecnología de la información más importante del mundo aeronáutico y turístico, el 97% de los pasajeros transportan algún equipo electrónico (teléfono, laptop, o tablet) y casi el 20% llevan consigo los tres dispositivos.  Ya hay más de 50 aerolíneas en el mundo que disponen de esta tecnología de vanguardia a bordo de sus aeronaves, lo que representa un cuarto de los vuelos del mundo con disponibilidad de Wi-Fi.  En los Estados Unidos, dos tercios de los vuelos poseen algún tipo de conectividad.  En los próximos tres años, la cobertura en materia de conectividad alcanzará al 70% de las aerolíneas a nivel global.  Se espera que el 50% de los usuarios acceda a Inflight Wi-Fi con la intención de realizar comunicaciones de voz, mensajería, música o televisión en vivo, o simplemente buscar entretenimiento durante el vuelo.  Otro estudio publicado por Interconsult en 2014 proyecta que en la próxima década habrá más de 12.900 aeronaves comerciales con Internet a bordo, y más de 24.000 aeronaves privadas de uso ejecutivo. 

El sistema de Inflight Wi-Fi se integra mediante una antena dirigible -instalada en el exterior del fuselaje de la aeronave- capaz de rastrear la red de satélites que provee los datos en tiempo real para la conexión a Internet.  La distribución se realiza a través de la norma Wi-Fi, que puede incluir el “streaming” (transmisión) de otros contenidos multimedia, mediante “Hot Spots” (puntos de conexión) a lo largo de la cabina de pasajeros. 

Actualmente GoGo Inflight está disponible en más de 6.600 aviones privados y 2.100 aeronaves comerciales de las siguientes aerolíneas: Air Canada, Alaska Airlines, American, Delta, Japan Airlines, United, US Airways, Virgin America.  Nuestra prueba del GoGo Inflight Experience a bordo de un vuelo de American Airlines entre Chicago y Miami fue muy positiva en términos generales, por apenas 2,50 dólares la media hora o 7,50 dólares por la duración de todo el vuelo, resultó accesible en relación a lo que representa en términos de comunicación aire-tierra. La velocidad de transmisión fue adecuada, la mensajería de texto no tuvo interrupciones en ningún momento, aunque al intentar una comunicación por el servicio de voz Facetime de Apple, no pudo lograrse con éxito.  La navegación fue rápida al igual que la descarga de algunos documentos de uso habitual, como pdf.  El uso de aplicaciones de Redes Sociales fue ágil, al tiempo que el acceso a Cloud Computing con servicios como Dropbox o Google Drive fue bueno.

En el hemisferio sur aún existen importantes limitaciones de cobertura por la falta de satélites con banda Ka asignados a esta tarea, aunque existe un programa de inversión de 1.600 millones de dólares en banda ancha satelital a nivel global por parte de Global Xpress (GX).  Otros proveedores como Via Sat planifican brindar servicio de datos (Excede) para el 2018 en Latinoamérica, por lo que muy pronto habrá soporte para el desarrollo de estas prestaciones de conectividad virtual. 

En los próximos 10 años habrá al menos un 50% más de pasajeros volando alrededor del mundo.  La tendencia será que las aerolíneas se vuelvan más accesibles a sus clientes a través de diferentes herramientas tecnológicas; aquellas que no se sumen a estas prácticas quedarán atrás.  Habrá que estar atentos a la posibilidad de encontrarse con algún avión en la región que ofrezca servicios de conectividad.  Seguramente será una forma de acercarse al Primer Mundo en materia aeronáutica, incrementará la experiencia de usuario a bordo, y podrá transformarse en un diferencial para aquel que logre el posicionamiento de ser pionero en ofrece conectividad a bordo.

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