por Damián Argul, desde Carrasco, Uruguay

Hoy por cierto las cosas han cambiado.Hay gente para las distintas maratones del mundo, el Inti Raymi, la Tomatina y Buñol y la Feria de Camellos de Pushkar.

El Turismo uruguayo no ha logrado o no ha querido posicionarse en el rubro eventos.

Como dice Martín Rossani Lehman, ese paladín del turismo uruguayo en Buenos Aires: “el día de los enamorados, las Llamadas, la Noche de la Nostalgia, Fin de Año y otros eventos  deben ser promocionados con anticipación, más que nada en los países limítrofes, que les es más accesible.

Por supuesto, San Valentín sería una buena vitamina” para reanimar la baja temporada.

Y es cierto que poco o nada se hace en este rubro.

El día de San Valentín que ya mueve mucha gente en estas latitudes, en una fecha que ya puede considerarse post temporada en nuestras costas -a excepción del feriado de Carnaval-, podría inyectar una buena dosis de vitamina a nuestro turismo, como dice Rossani.

Este año por haber caído entre semana, hubiese sido ideal para Colonia del Sacramento proponiendo escapadas desde Buenos Aires sin perjuicio de que muchos opten por estadías más prolongadas. Para ello hay que hacer una buena promoción y un programa atractivo que diferencie nuestras propuestas.
Esto por supuesto lo deben realizar en forma conjunta las instituciones públicas, privadas y las empresas que se benefician de ese tráfico como hacen, por ejemplo, hoteles y bodegas de Argentina que lo promocionan en conjunto. Solo de esta forma fructificarán los distintos y no muchos esfuerzos privados que se realizan en nuestras playas.

Es también necesario señalar que estas propuestas necesitan, por lo general, un determinado tiempo para posicionarse en los distintos mercados, pero una vez que se convierten en clásicos, sus resultados son excelentes. Alcanza con leer por ejemplo, la evolución de la Maratón de Nueva York.

Cabe reconocer que todavía existen algunas recelos contra estas celebraciones por considerarlas ajenas a nuestra identidad, en especial por provenir del Hemisferio Norte. Esto daría lugar a una discusión que no viene al caso, pero el ejemplo cubano citado, parece dejar en claro que lo importante es priorizar el trabajo de los uruguayos.

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