por Eliseo Sequeira

El resultado es contundente, la ocupación cayó 10 puntos porcentuales, lo que significa entre el 15 y el 20% en términos de pernoctaciones. El dato puntual del 9 de julio, feriado en la República Argentina, es más abrumador: la ocupación cayó 30 puntos porcentuales, lo que significa algo más del 40% en términos de pernoctaciones.

Y este resultado es a pesar que el gobierno mantuvo el descuento del IVA para los pagos con tarjeta de crédito y débito emitidas en el extranjero. Peor aún, es a pesar que se han mantenido las tarifas de temporada baja, y se han realizado promociones con descuentos de hasta el 50%.

¿Por qué lo del título? Porque Silveira señaló que ya habría colegas mandando personal a seguro de paro, y hasta pensando en cerrar.

¿Culpas? Nunca hay una causa única, cualquiera sea el resultado de una instancia socio económica. Si alguien quiere perder el tiempo buscando culpables, en el primer lugar que hay que mirar es en el espejo.

¿Soluciones? No creo en los "iluminados" con soluciones "mágicas", cuyos resultados muestran si son buenos, y los "disfrazan" manejando números, conceptos y porcentajes en forma altisonante, que pueden conformar a algunos, pero no a quienes sufren las consecuencias.

Tal vez sea el momento de revisar los costos del Estado (impuestos, tasas y permisos), racionalizándolo. De pasar de una política´impositiva fiscalista (o recaudatoria a ultranza, como prefieran llamarla), a realizar una política impositiva finalista.

Tal vez sea el momento de pasar de una política de trabajo y de disminución de la pobreza divorciadas (aunque se diga lo contrario), y se logre integrarlas, dándole el mismo o más peso al mantenimiento de las fuentes de trabajo, que a la generación de nuevas fuentes.

Tal vez haya llegado el momento de usar y aplicar acertadamente los términos "subsidio" y "exoneración impositiva", y dejar de usarlos, las más de las veces descalificando ambos tipos de instrumentos, según la conveniencia política, gremial, empresarial o personal.

Tal vez sea el momento que las distintas cadenas de intermediación, sea de productos o de servicios (y esto incluye a las tarjetas de crédito), revisen los costos agregados en cada etapa, establezcan ganancias que hagan sostenible a la cadena, y no que uno de los eslabones crezca a expensas de los otros... eso sería suicidio colectivo.

Tal vez sea el momento de que tanto políticos como dirigentes gremiales dejen de hacerse los ofendidos o distraídos, cuando se les hace una pregunta que busca clarificar algún dicho suyo. Deben ponerse a pensar seriamente en el contenido y la forma de sus dichos, así como en el contenido y la forma de la pregunta. No hay peor opción que tomar al interlocutor de tonto, pues si hay diferencias entre los dichos y la realidad, siempre saldrán a relucir. Hoy, con internet, nadie resiste los archivos.

Y a la gente, cuando sientan que  los están tomando por tontos, por favor, no se callen, con tranquilidad y civismo, háganlo saber, hay sitios como éste que la única censura es la autoimpuesta por quienes nos leen, y aquella que ejercemos cuando se insulta, descalifica o acusa en forma infundada y anónima.

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