por Eliseo Sequeira, desde Montevideo

Normalmente quienes actúan en desmedro de la realidad, tienen intereses económicos o de poder que proteger. En la jerga de los intereses políticos y económicos, se las llama "agendas ocultas". Y se las protege y promueve con verdades (o mentiras) a medias, y discursos de barricada, los que apuntan a las emociones y no al raciocinio.

¿Por qué escribir estas líneas? Porque hace muy pocos años una situación similar le hizo muchísimo daño al tránsito de personas entre ambas márgenes del río Uruguay, afectando familias, trabajos, turismo y las relaciones entre dos pueblos hermanos.

¿Por que hacer esta introducción? Por los números que divulgaron los Ministros uruguayos en contraposición con los del Canciller argentino. Porque los uruguayos no se limitaron a dar los valores de los efluentes de UPM, sino que dieron el estándar internacional con el que es comparado, y lo más importante, dieron los valores del río Gualeguaychú. Y ahí se me pusieron los pelos de punta, pues los de este último son bastante mayores que los de UPM, ¡en algunos casos más de 100 veces mayores!

Si partimos de la base que el río Uruguay, al igual que el Río de la Plata tienen el punto de máximo flujo cerca de las costas uruguayas, es muy difícil que los vertidos de UPM lleguen a las costas argentinas. Máxime que se produce una dilución de 7.000 a 1 en la zona de vertido.

Distinto es el río Gualeguaychú. Primero, los niveles de contaminantes indican que hay un serio problema de control en los efluentes de las industrias que desaguan sobre su curso. De eso nadie habla en la Argentina, o por lo menos no nos enteramos.  Por supuesto no se dieron cifras de metales pesados. ¿Sabrán los hermanos argentinos el nivel de contaminantes en su propia tierra? ¿Se habrá hecho algo para disminuirlos?

Segundo, el río Gualeguaychú desemboca en la orilla de tránsito lento del río Uruguay,  y por esa dinámica, con un caudal de 4.000 litros por segundo, tendrá una dilución de menos de 1.000 a 1. Lo cual quiere decir que los contaminantes que sí bañan las costas argentinas, son mucho mayores (hasta 100 veces) y siete veces menos diluídos que los de UPM, que ya dijimos es difícil que lleguen a dichas costas.

Entonces, ¿qué oculta el conflicto contra UPM desde el lado argentino? ¿Qué pasa con la contaminación de las industrias cercanas a los pueblos argentinos? ¿Hubo algún argentino que se hizo estas preguntas? A los que se le enfermaron, y aún murieron familiares por la contaminación, antes de que existiese UPM, ¿se les dió alguna respuesta?

De este lado del río, se está trabajando seriamente para disminuir la contaminación que producen las industrias más antiguas. Se le exige la norma más ambientalmente sostenible a las nuevas. ANCAP (la única refinería), acaba de inaugurar una inversión de U$S 400:000.000, hecha por los uruguayos, para reducir al máximo el contenido de plomo y azufre de sus combustibles. Eso es cuidar el medio ambiente, nuestro medio ambiente, que es el de todos, porque no tiene fronteras.

Entonces, hermanos argentinos, sepan que los uruguayos cuidamos el medio ambiente. Cuando demuestren que saben cuidar del suyo, controlar los problemas ambientales que tienen dentro de la Argentina, entonces nos podremos sentar a conversar de igual a igual.

Si lo desean, podemos organizar alguna charla, y ayudarlos a entender mejor los números, poniéndolos en claro, y no del color con el que quieren que los vean. Mientras tanto, cuidense de la contaminación que le tiran en el fondo de la casa, mientras escuchan las arengas para engañarlos y que miren al frente, al otro lado del río.

Portal de América

N.R. Nobleza obliga, algo más de 30 horas después de colgar nuestro artículo, nos encontramos con este artículo de Urgente24, que desnuda el manoseo al que se lo está sometiendo a ambos pueblos, y al gobierno uruguayo.