por Eliseo Sequeira, desde Montevideo, Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Israel, con más del 60% de su población inmunizada, se disponía a reabrir sus fronteras el 1º de julio después de que ya había comenzado a permitir el ingreso en mayo de grupos de turistas vacunados en viajes organizados por agencias autorizadas. Todos los visitantes tenían que someterse a pruebas de detección de Covid-19 antes de abordar sus vuelos a Israel, mostrar su test de vacunación, y someterse a nuevos tests a su llegada.
Sin embargo, luego de un aumento de los contagios en la última semana, el gobierno israelí decidió aplazar la apertura a turistas extranjeros hasta el próximo 1º de agosto. Ello se debe al temor de propagación de la variante delta del coronavirus, y a que los casos activos se han duplicado en las dos últimas semanas. Actualmente son 554, de los cuales 110 se registraron en un solo día.
También el Reino Unido pospuso por 30 días (hasta el 21 de julio) su inicio de reapertura. Ambos países estaban programando una reapertura muy parcial y limitada, y aún así se sigue posponiendo.
Uruguay también reformuló su "reapertura", que no era tal pues no incluía permitir el ingreso de extranjeros por motivos de ocio. Hace pocos días había autorizado que los residentes en el país que estén vacunados y viajasen por cualquier motivo al exterior, pudiesen reingresar sin cumplir cuarentena.
Pero las noticias de la posible "salida masiva" en las próximas vacaciones de julio llevó a cambiar las reglas. Por ello, los ciudadanos uruguayos o extranjeros con residencia en el país que arriben a Uruguay deberán presentar un PCR negativo realizado como máximo 72 horas antes de su embarque. Además, a los 7 días del primer test, se deberá realizar un nuevo estudio PCR a costo del usuario. Para el viajero, una vez en el país y habiendo presentado el primer PCR negativo, no será obligatorio realizar cuarentena. Sin embargo, se apela a la "responsabilidad" individual y aguardar el segundo resultado con aislamiento preventivo.
La persona deberá solventar el costo del PCR que se deberá realizar una vez en el país, y en el caso de que no se desee realizar el test, deberá realizar una cuarentena de 14 días. El nuevo protocolo comenzará a regir una vez que sea firmado por el Consejo de Ministros. Al ritmo actual de vacunación estiman que en los primeros días del mes de julio el 50% de la población total del país ya tendrá las dos dosis. Y a fines de abril se llegaría al 70% con por lo menos una dosis. A esta cantidad de inmunizados se le debe agregar un 10% de la población que se ha recuperado del Covid-19.
Uruguay está trabajando en la frontera seca con Brasil para reducir la probabilidad de ingreso del virus por esa vía. En ese sentido, una de las medidas es el centro de migrantes instalado en la ciudad de Rivera, con el apoyo de Estados Unidos, que atiende principalmente a ciudadanos colombianos, cubanos y venezolanos que atraviesan Brasil para llegar a Uruguay.
En el caso de la Unión Europea, pueden viajar los vacunados extracomunitarios, siempre que no provengan de una zona con variantes del virus como Botswana, Brasil, Eswatini, India, Lesotho, Malawi, Mozambique, Namibia, Nepal, Zambia, Zimbabwe, Sudáfrica, Uruguay y Reino Unido. Hay una lista mucho más extensa de países con riesgo medio ("naranja" según el semáforo definido), que en muchos casos obliga a los viajeros provenientes desde esos destinos a guardar cuarentena. La lista es revisada periódicamente. Las vacunas aceptadas por todos los países son Pfizer-BioNTech, Moderna, AstraZeneca y Johnson & Johnson. La segunda dosis de la vacuna debe haberse administrado no menos de 14 días antes de viajar. Unos pocos países como España y Suiza también aceptan Janssen, Sinovac y Sinopharm.
Por otro lado, la mayor parte de los destinos caribeños ya están abiertos al turismo. Pero a medida de que aumentan o disminuyen los casos de covid, los requisitos en los distintos destinos van cambiando, y como cada uno de ellos ha establecido protocolos distintos, se puede generar confusión entre los turistas.
Nunca fue más cierto que los agentes de viajes deberán maximizar su rol como asesores de viajes.
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