La responsabilidad de Macri Presidente
Martes, 24 Noviembre 2015 18:59

La responsabilidad de Macri Presidente

Esta vez las encuestas acertaron y Mauricio Macri se ha convertido en el próximo presidente de la Nación Argentina, en una de las situaciones más complicadas de nuestra historia.

CIFFT 1250x115
SACRAMENTO - proasur
Fiexpo 2024 1250x115
Arapey 1250x115
TSTT-1250x115
SACRAMENTO radisson
Mintur verano 1250x115


por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires

A su vez Daniel Scioli ha tenido un triste fin de carrera, consecuencia lógica de su falta de idoneidad, como lo demuestra el estado en que entregará la Provincia de Buenos Aires y de su falta de  dignidad durante los doce años de gobiernos “k”.

Es probable que en su derrota, esto último haya incidido más que los pobres resultados de su gestión, ya que en los últimos días de la campaña electoral mostró su real dimensión humana de persona hipócrita y necia incapaz de respetar los mínimos valores de la decencia.

Demostró que ignora totalmente lo que es la dignidad.

Es probable que el sorprendente triunfo de Maria Eugenia Vidal el pasado 25 de octubre haya sido la causa eficiente de este triunfo de Mauricio Macri y haya ilustrado políticamente el afán de cambio de la población de una provincia vapuleada y menoscabada por la dekada “K” que solo fue tenida en cuenta para construir una red de poder personal, abusivo y desmesurado.

La sumisión de la Provincia es probable que haya generado la sumisión incomprensible del partido Justicialista o lisa y llanamente del peronismo. Esa suerte de sentimiento, pasión  e inocente fundamentalismo  que sucumbió ante la bipolaridad de una mujer que supo hacerse temer.

Kristina fue y probablemente lo será por un tiempo más un fenómeno político difícil de explicar  y de entender. Mucha gente se pregunta cómo ha sido posible que hayamos soportado el “kristinismo” durante ocho años, y seguramente no ha sido por la eficiencia de su gestión que deja un país con alta inflación y sin moneda, que son las dos caras de una misma cuestión. Sin reservas disponibles, aislado  e ignorado por el mundo, con desabastecimiento energético, precaria infraestructura, un argentino sumido en al pobreza, 8% de déficit fiscal, un estado que absorbió el empleo que no pudo crear el sector privado, una deuda previsional millonaria, que no solo se refiere a  las deudas resultantes de juicios impagos sino a haberes previsionales vergonzosos,  un gobierno que pulverizó la cultura del trabajo y elevó nuestros vicios a la categoría de virtudes. Menospreció la inteligencia y convirtió la sofistica en excelsa sabiduría, y al paleto lo convirtió en modelo.

Estos son los resultados de una gestión familiar de ejercicio del poder que duró algo más de doce años, cuyo estilo fue la chabacanería, la soberbia y la perversidad.

Sin embargo, sorprende que de todos modos que el FPV haya obtenido un caudal muy importante de los votos emitidos, un caudal que obviamente este frente de partidos políticos diversos que integra “Cambiemos” no podrá ni deberá ignorar.

La misión esencial de Mauricio Macri a partir de hoy será la de crear nuevos usos, ya que no se trata de corregir abusos, porque en ese caso la tarea sería fácil.

Los nuevos usos facilitarán la resolución de las cuatro o cinco cuestiones, que como decía Carlos Floria, son los problemas de problemas.

A partir de ahora se deberá trabajar para construir la gestión a través de los consensos y la participación, que en la mayoría de los casos será de buena fe y en otros, con evidente mala fe, ya algunos representantes de gremios con simpatías “k” han comenzado a mostrar sus afilados dientes.

Las políticas para abatir la inflación  deberán proponer una nueva cultura económica en la que se valore la imperiosa necesidad de alcanzar estabilidad como uno de los insumos básicos para cualquier proceso de desarrollo.

Que debemos tener una moneda que realmente tenga valor  a lo largo del tiempo y que el ahorro es una virtud necesaria para los pueblos.

Que la competencia lejos de ser un vicio debe ser una virtud y que el objetivo debe apuntar  a ser los mejores, no los superiores, estado más propio de un complejo sicológico de inferioridad que una demostración de calidad.

El nuevo gobierno deberá ordenar los desajustes heredados y ello implicará seguramente sacrificios y esfuerzos que deberán ser armonizados según las posibilidades de cada sector social.

Yendo a sectores específicos, se crearan las condiciones para facilitar el incremento del turismo receptivo y ello será consecuencia  directa del nuevo valor del dólar que seguramente se ajustará mediante dos vías, la eliminación de retenciones, la posibilidad de legislar  recargos para ciertas exportaciones, entre ellas el turismo emisivo  excluyendo posiblemente al regional limítrofe.

Aerolíneas Argentinas tendrá una conducción profesional y deberá fijarse un plazo para precisar su viabilidad económica, ya que no se justificaría, salvo durante un lapso de transición, su mantenimiento como empresa extractiva de recursos del estado.

En ese sentido se debe tener en cuenta que la conectividad externa de la Argentina no ofrece problemas. Tampoco el tráfico troncal que solo necesitaría mayor libertad para fijar tarifas y frecuencias.

Como reforma de fondo seria imprescindible eliminar el monopolio de los servicios de handling por parte de Intercargo. Los servicios de esta empresa se han usado para discriminar a líneas aéreas, como ocurrió con LAN, y por otra parte su calidad deja mucho que desear. Hoy parecería ser un destino meramente partidario.

El problema estaría en la conectividad local, que debería atenderse mediante líneas aéreas de tercer nivel que podrían operar bajo un modelo netamente low cost. Es probable que para estos servicios se deban fijar tasas aeronáuticas y costos aeroportuarios diferenciales. Es obvio que también será imprescindible contar  con un sistema económico estable.

Por último, se impondría la reforma del código aeronáutico para eliminar políticas que ya son obsoletas como las audiencias públicas, la reserva del cabotaje, la mayoría de capital local. Probablemente habría que ir a un sistema de licitación de rutas, pero para ello sería esencial la absoluta liberación tarifaria. En una primera etapa debería irse a una política de “cielo único” entre todos los países de Latinoamérica.

Aunque parezca fantasioso, se deberá gobernar a partir de la cultura, entendida como un sistema vital de ideas del tiempo que nos toca vivir y de lo que es la persona. Deberá obviar la soberbia de los nuevos bárbaros que son los profesionales, sabios en lo suyo, pero groseramente incultos en cuanto a la sabiduría que debe guiar a la técnica.

La Argentina necesita una dirigencia culta en cuanto a formación e idónea en lo técnico. 

Portal de América

Escribir un comentario

Promovemos la comunicación responsable. No publicamos comentarios de usuarios anónimos ni aquellos que contengan términos soeces o descalificaciones a personas, empresas o servicios.