En realidad, “el turismo” está pagando los platos rotos, junto con otras actividades, por la escabrosa situación económico-política del país.
El país carece de dólares/euros y aunque parezca mentira, esta escasez perjudica o afecta al turismo en general, el emisivo y el receptivo, con el agravante que el emisivo (importación) gasta más dólares de los que genera el receptivo (exportación) de turismo.
Pero hay un agravante, los dólares que vende el Central en el Mercado Único y libre de cambios-MULC-, para turismo emisivo, valen mucho menos que los que se consiguen en el mercado en otras operaciones legales como el CCL o el dólar MET, la diferencia es del 100%. Ahora bien, inversamente los que genera el turismo receptivo no se le venden al Central, o mejor dicho no se cambian por moneda local en el MULC, sino que se comercializan en los mercados alternativos que también pagan el doble de su valor “oficial”.
Me decía un Agente que vendió mucho turismo de cabotaje merced al “PreViaje”, reintegro del 50% de los gastos hechos localmente hasta un tope de cien mil pesos, que en general la gente lo paga vendiendo dólares, de donde con la diferencia de cambio y el “PreViaje”, el viaje saldría “gratis”, con doble costo fiscal, el costo del programa y la pérdida que se genera por el desvío de los dólares hacia los mercados marginales. Y habría que agregar el impuesto inflacionario que genera el “PreViaje” y las operaciones alternativas en la venta de dólares.
Lo trágicómico, comentaba un conocido periodista económico (Willy Kohan), es que en definitiva el estado subsidia a QUIENES MAS TIENEN. También comentaba que se matricularon durante este año 500 aviones privados que seguramente se pagaron al cambio oficial.
No se trata de medidas ilegales, lo reitero, son medidas estúpidas o idiotas como lo dijimos en nota anterior, y contra la estupidez no hay remedios legales ni recurso de amparo que valgan.
Los agentes del turismo protestan con toda razón, pero no deben perder tiempo en intentar acciones judiciales que en el mejor de los casos serian inoficiosas, sino directamente reclamar por políticas económicas más racionales.
Un eventual acuerdo con el FMI podría servir de marco para implementar un programa coherente de gobierno, pero lo esencial es entender de una buena vez que no se puede gastar lo que no se tiene.
Una de las formas en que se “fugó” dinero fue precisamente por el turismo emisivo, y la prueba son los balances negativos de esa cuenta que desde hace años viene dando números rojos y ese gasto no se podría haber hecho sin el financiamiento externo que ahora se pretende repudiar o demorar su pago.
No nos quejemos de la deuda, en todo caso nos tenemos que arrepentir de lo que hemos gastado por el mal uso del crédito de la Nación.
¿Y dónde está el turismo…? sólo en el sector de mayores ingresos de la sociedad y con subsidios…
Portal de América