El turismo, ¿es un imperativo…?
Miércoles, 02 Febrero 2022 10:31

El turismo, ¿es un imperativo…?

"No. Nadie puede salvar el planeta porque el planeta no necesita un salvador. Es la civilización humana la que necesita nuevas políticas que hagan la vida humana sostenible en los próximos 20 o 100 años. No sabemos si esto es posible, hay una gran contradicción entre los imperativos de nuestra forma de vida y los imperativos de la gestión del clima. Deberíamos prepararnos para tiempos duros y especialmente los que viven esa forma de vida moderna, el consumo, la movilidad, los viajes, el lujo, el turismo, las ropas, y no quieren renunciar a ella". Peter Sloterdijk, en una entrevista que hizo el diario El País de España.

SACRAMENTO - proasur
Arapey 1250x115
Fiexpo 2024 1250x115
SACRAMENTO radisson
Mintur verano 1250x115
TSTT-1250x115
CIFFT 1250x115

por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires, Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. @007Rizzi

 

Últimamente, debido al “covid”, y más ahora con esa amenaza que es la posible invasión de Ucrania por parte de Rusia, el turismo parecería ir de mal en peor.

Pero, sobre esos hechos que llamaría circunstanciales, “siempre que llovió paró” dice el dicho, campea esa otra cuestión que es la gestión climática o “cambio climático”, que como dice el filósofo Peter Sloterdijk obligaría a cambios esenciales de lo que llamamos “nuestra forma de vida”, “el consumo, la movilidad, los viajes, el lujo, el turismo, las ropas…”.

Alejandro Rozitchner plantea la cuestión sobre el significado de “cambiar de vida” y va de suyo que “cambiar de vida” es mucho más que decir, “me separo” hasta “vámonos a vivir juntos”, pasando por “me voy del país”, “cambio de carrera” o “me busco otro trabajo”. Y mil variables más…”

En mi opinión “cambiar de vida” es un concepto cultural, tengamos en cuenta que en algún momento cuando la vida giró hacia el consumo, la movilidad, los viajes, el lujo, el turismo, las modas, lo que ocurrió fue que “las gentes” cambiaron patrones culturales y esos hechos eran vistos como un reflejo de una movilidad social ascendente, y a la vez generaron un nuevo concepto del mérito.

El “merito” como tal dejó de ser una cualidad y virtud espiritual de contenido moral, para convertirse en símbolo de destrezas que permitió dividir a las personas entre “ganadores y perdedores”. Dicho de otro modo, la soberbia se transformó en virtud, virtud al revés, pero virtud al fin.

Esos “cambios” que comenzaron hacia fines del siglo XIX, también marcaron una época económicamente próspera (no entro en la cuestión de la distribución del ingreso) y culturalmente decadente y “bárbara” como de algún modo lo dijo Ortega en “Misión de la Universidad”.

La tecnocracia reemplazó a los valores éticos y morales, y asi en algunas Universidades de los EEUU, aquellas que integran la llamada “Ivy League (ocho universidades del nordeste de Estados Unidos: Harvard, Brown, Yale, Princeton, Universidad de Pensilvania, Cornell, Columbia y Darmouth), se agregaron a la puerta de ingreso principal, la puerta de atrás (ingresar donando una fuerte suma de dinero), esta no era ilegal, quizás ilegitima, y la lateral, esa que cultivó William Singer, según cuenta Michael Sandel, que era lisa y llanamente fraudulenta y que fue investigada por el propio FBI.

El “merito” pasó a tener sólo valor comercial, ni ético ni moral.

A esta altura me podrán preguntar ¿Qué cuernos tiene todo esto que ver con el turismo”

Pienso que el turismo y los viajes se convirtieron en “bienes culturales”, siempre el hombre necesita una motivación incluso para justificarse ante los que no tienen medios para gastar en determinados consumos, como el turismo y los viajes.

Como “bien cultural” el turismo se convirtió en una actividad económica, y por supuesto comercial o lucrativa, y asi distinguía como “meritorios” no sólo a quienes más vendían “turismo” sino también a quiénes más compraban ese producto.

Asi fueron surgiendo diversas categorías, diferenciadas por sus lujos, “economy”, “business” “First class” y ahora el colmo del marketing “la economy premium” (sic), y aunque parezca mentira, asi como una tarjeta de crédito ofrecía “prestigio” a sus tenedores, la mayor capacidad para gastar en turismo, era una prueba de “mérito”.

Ahora los agentes del turismo advierten que el negocio del turismo entra en una crisis que la mayoría cree que es solamente de molde o de formas causadas por “la peste” a partir de 2020, y ahora por la amenaza del conflicto en torno a Ucrania.

En este momento la crisis, que no es solo del turismo, pasa por la sostenibilidad de nuestra civilización, que impondrá cambios radicales en nuestros usos, costumbres y esencialmente creencias y cultura.

No creo que el turismo ni los viajes desaparecerán, pero si estoy convencido que serán diferentes, es probable que se vuelva a estándares más igualitarios y más austeros.

El peor error será el de buscar “normalidades” anteriores, debemos tener en cuenta que cada “normalidad” es diferente a la anterior y de entender eso precisamente se trata la cosa.

Lo “normal” es que las “normalidades” se sucedan, no creo que haya ejemplos de recuperación de normalidades anteriores, dado que las sociedades pueden fracasar, pueden quedar detenidas, la Argentina es quizás el mejor ejemplo, pero retroceder en el tiempo es imposible para la vida, a lo sumo nos podríamos quedar en el tiempo.

Desde ya el turismo no es un imperativo, y aprovechemos la experiencia que nos está dejando a los abogados lo que era la zona de tribunales y, para los “business man”, lo que era la citi porteña, simplemente fue. Hoy no hay movimiento, desaparecieron bares y negocios, y edificios de oficinas se reconvertirán en viviendas o cualquier otra cosa, pero nadie piensa en reabrir lo que cerró.

Habrá que ver cómo ubicamos culturalmente al turismo si apuntamos en la dirección de la “sostenibilidad” de la civilización.
Incluso hasta se podría ir a un turismo cotidiano que ya no exija el famoso pernocte de 24 horas fuera del hogar, eso dejando de lado la cuestión de las infidelidades conyugales….

Portal de América

Escribir un comentario

Promovemos la comunicación responsable. No publicamos comentarios de usuarios anónimos ni aquellos que contengan términos soeces o descalificaciones a personas, empresas o servicios.