por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires, Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. @007Rizzi
También el portal Aviacion News se hizo eco de esa versión, comentando, “…Aunque no hay nada confirmado, los rumores que corrían esta semana tras los muros de la empresa era que habría más despidos en Operaciones, y que los afectados no serían justamente los aliados o seguidores de Biró. Es más, hasta hay ex gremialistas de UALA, hoy muy identificados con APLA y el actual gobierno, que ofrecieron a la dirección de la empresa “acercar un listado de pilotos impuros”.”
Pero esta trama, según pude escuchar, tendría otros objetivos que es el control de la ANAC por parte del gremio de los pilotos, que seguramente aprobará el próximo 8 de febrero la absorción de UALA, gremio que representaba a los pilotos de Austral.
En el medio del transporte aéreo se especula sobre cuánto tiempo más podrá permanecer en su cargo de administradora de la ANAC, Paola Tamburelli.
Sin embargo, la renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque oficialista de diputados del Frente de Todos, más allá de la insignificancia del renunciante, abre una tercera vía por la disputa, no sólo ya del transporte aéreo sino de toda el área que conduce un Ministro que responde a Sergio Massa, pero condicionado, por ejemplo, en el transporte aéreo por “La Cámpora”.
Es muy probable que Massa comience a alejarse de Máximo y de “La Cámpora” esa organización con pretensión de “Think Tank” que responde fielmente a Máximo Kirchner, pero que más bien es una agencia de colocación de funcionarios leales en las grandes cajas del Estado, una de ellas Aerolíneas Argentinas, que aunque sean deficitarias administran flujos importantes de dinero y los salarios son envidiables.
En 2020, según el balance respectivo, Aerolíneas Argentinas gastó por honorarios y servicios $ 566.704.757,00 siendo el tipo de cambio al 31 de diciembre de ese año de $ 83,95 lo que significó la suma nada despreciable de u$s 6.750.503,30, una parte de esa suma conformaría la retribución de sus cinco directores y síndicos.
Sería el precio de la fidelidad a la militancia partidaria, pagada legalmente por los contribuyentes argentinos.
Recordemos que desde 2008 la empresa se devoró alrededor de OCHO MIL MILLONES DE DÓLARES en concepto de subsidios o aportes de capital, que es lo mismo.
Me animaría a afirmar que “La Cámpora” encontró la mejor forma para financiar los gastos de la política profesional, usando los fondos del Estado.
Ahora en la disputa del sector apareció un tercer protagonista, que es la fuerza política de Sergio Massa y el actual mal humor del Presidente, en comisión, de la Argentina, lo que podría alterar ese supuesto plan para adueñarse a cara descubierta del transporte aéreo.
El resto de los gremios aeronáuticos estarían expectantes, pero por lo bajo no mirarían con simpatía los últimos movimientos de Pablo Biró, por ahora más que Secretario General, sería una suerte de Jefe de Apla que pretende reditar la movida de Jorge Perez Tamayo cuando la empresa despidió a un grupo de pilotos que le disputaban su cargo, cuando agonizaba la administracion del funesto grupo Marsans, y que le costó un buen precio por la indemnización que luego debió pagar, obviamente con subsidios.
Se cuenta por allí, en fuentes confiables, que ya habría un equipo para la ANAC y Aerolíneas Argentinas, no hemos podido confirmar la versión. Por el lado de Aerolíneas preocupa su déficit, el exceso de flota y personal, dicho de otro modo, su baja productividad. De la flota de los ERJ de la ex Austral, ocho estarían inactivos, según Aviacion News.
Por el lado de la ANAC, la gestión o no gestión de la licenciada Paola Tamburelli, es calificada como “tóxica”, según el portal Aeromarket. En lo personal me constan las críticas, pero por el momento el gobierno está absorbido por otras cuestiones, y Aerolíneas Argentinas y la ANAC serán abordados luego de que se logre firmar el Acuerdo con el FMI. Habrá a quien culpar por la reducción de subsidios y también se le pasaría factura a “La Cámpora”.
A modo de epítome, ahora en la cuerda floja no solo están Paola Tamburelli, y los pilotos “disidentes”, podrían ser otros varios. Las cajas en la política mandan.
De todos modos, esto no quiere decir que lo que venga sea mejor, generalmente es peor.
Portal de América