por Sergio Antonio Herrera, @DelPDA en Twitter
Lo que dice De Mattos, acerca de la llegada de cruceros a Uruguay
"No es demasiado positivo, porque aunque traigan de una sola vez miles de turistas en cada barco, no aportan demasiado a los ingresos de la temporada, porque nos visitan un única día y vienen ya con hotel incluido".
“Estos hoteles andantes se están llevando al mar y quitándole a la tierra un grupo significativo de turistas de alto consumo”.
"En las existencias de los pasajeros de retiro gris e inerte, o todavía sumidas en las turbulencias de la vida activa, las vacaciones en crucero cobran la atracción de ser burbujas seudoedénicas, donde juegan a morar en un lujo que, para muchos, está ordinariamente lejos de su alcance".
Lo que decimos nosotros
1 - En cuanto a catalogar el grado de positividad, únicamente por los ingresos que genera la llegada de cruceros a nuestro país, es entendible su definición negativa, precisamente porque ni el turismo ni los cruceros, están en la órbita de su competencia.
Cuando comenzó a incrementarse el número de amarres en Montevideo y Punta del Este y desde el Ministerio de Turismo y Deporte, un día si y otro también escuchábamos declaraciones destacando ese aumento de tráfico. Conocedores de las cifras manejadas que se situaban entre el 2 y el 3% del total de divisas generadas por el turismo receptivo, fugazmente caímos en la tentación de hacer la misma crítica que De Mattos.
Felizmente, muy rápidamente pudimos entender y ver los otros aspectos que ofrecía este rubro, los cuales fueron suficientes como para desalentar cualquier discordancia de nuestra parte.
Si bien no todos los cruceristas que llegan a Uruguay son del gran poder adquisitivo que se supone en el ideario popular, ese porcentaje es bastante alto.
Aprendimos hace mucho tiempo a pensar que por exiguos que sean los ingresos, la llegada de cruceristas a nuestros principales destinos turísticos como Montevideo y Punta del Este, representa EL FOLLETO MEJOR CONFECCIONADO para promover nuestros atractivos turísticos, para atraer inversores y para decidir a jubilados y pensionistas a ver a nuestro país como un seguro lugar de residencia.
Entonces, la cuestión no es cuanto dejan los cruceros, sino que representan una promoción efectiva y contundente de tres grandes aspiraciones uruguayas: recibir turismo de calidad; recibir inversiones de diferente índole y engrosar el número de residentes.
2 - ¿Los turistas se van al mar y los pierde la tierra?, ¿qué es eso?.
La modalidad de cruceros, resume a bordo, un cúmulo de servicios que se brindan en hoteles, teatros, gimnasios, spa¨s, casinos, restaurantes, boliches, centros comerciales y otros, que además, otorgan la posibilidad de ir conociendo diferentes lugares, del mismo modo que lo hace un tour en bus, un viaje individual en auto o cualquier otro vehículo.
Pero fundamentalmente, un crucero es generador por sí solo, de una gran cantidad de empleo.
¿De Mattos defiende a la tierra con respecto al mar, para que ésta no pierda turistas de alto consumo?
¿El mar, los mares, no pertenecen más a la tierra?
3 - Aquí se le escapó la tortuga. Ya no son turistas de alto consumo, abruptamente se convierten en pasajeros de retiro gris e inerte o, como si fuera lo mismo, en seres cuyas existencias aún están sumidas en las turbulencias de la vida activa. Entonces todos, los de alto consumo, los grises e inertes y los activos en turbulencia, se dejan seducir por un producto (que insólitamente compara con los malls o shoppings centers)al que califica como seudoedénico y los señala, diciendo que juegan a morar en un lujo que para muchos, "está ordinariamente lejos de su alcance"....?????????????????????????
En fin, para el final, De Mattos dice que "el consuelo que nos queda es que nos tomen en cuenta y no se limiten a atravesar nuestras aguas territoriales rumbo a Buenos Aires o Florianópolis".
Que sepamos, a Florianópolis va EGA, TTL, Pluna, pero cruceros...
Nos vemos.
Portal de América