por Sergio Antonio Herrera,  @DelPDA en Twitter

SERGIO BAÑALES: "Sería un pecado"

Si bien no menciona el nombre del principal balneario uruguayo, está implícito en su opinión. Si bien nuestro planteo pasaba fundamentalmente por la preocupación en torno al voraz crecimiento de la construcción, el análisis de Sergio apunta más para el lado del eventual daño medioambiental y dice:

"Estamos en las postrimerías de la temporada y ya se han hecho todo tipo de comentarios sobre posibles y futuros resultados. Estimo pertinente hacer la referencia en esta nota a un tema que debido al entusiasmo y optimismo por el que transitamos aquellos que trabajamos en la actividad, no se ha manejado como prioridad. Los importantes flujos de turistas que se acrecientan año a año en nuestros principales destinos y en especial “balnearios” que tan buenos beneficios económicos están dejando, demandan un gran esfuerzo y mucho dinero para suministrar sustentabilidad. Nos referimos principalmente a todas aquellas áreas publicas, aprovechadas y utilizadas por los turistas que año a año amplían su espectro de visitas, ya sea a parques, playas, espacios de recreación y a su infraestructura interna y perimetral. Los estudios de impacto de la llamada “capacidad de carga turística” por la que ya pasaron varios destinos conocidos y que hoy en día trabajan para revertir esta lamentable situación, ya es puesto en practica como medida preventiva por muchos municipios en diversas partes del mundo que reciben gente de manera masiva".

Está muy buena la advertencia y la demostración de responsabilidad cuando dice: "La gran pregunta debemos hacérnosla a la máxima brevedad ¿Cual es el horizonte que nos proponemos y el mas adecuado que soporte una “capacidad de carga turística” pensando en nuestro querido y hermoso patrimonio natural del que disfrutamos día a día?. Una vez que realicemos este ejercicio de conciencia, debemos buscar la formula adecuada (existen varias) para realizar los cálculos que corresponden y establecer los parámetros de carga. “Sería un pecado” dejarle a las próximas generaciones de gobierno y a futuros empresarios esta responsabilidad, debemos proyectar lo planteado de inmediato por el bien de quienes continúen viviendo en el Uruguay. Es de orden hagámoslo ya!!!.".

Nunca está demás la advertencia y la propuesta para prevenir, pero salvo en determinados sitios puntuales, como La Barra o Gorlero, en general, nuestras costas no sufren aún una sobrecarga excesiva de turismo.

Otra cosa muy diferente es el tránsito de vehículos y el estacionamiento. Por ahí creemos que están los principales indicadores como para atacar esas falencias en Punta del Este.

Sea cual sea la temática, coincidimos con Sergio en que no se debe trasladar a nuestros sucesores, la responsabilidad de restaurar lo que se daña mientras nos corresponde a nosotros el control.

LUIS ALEJANDRO RIZZI: Turismerías

Como se ve en su columna de hoy, la argumentación pasa por una suerte de comparación entre Punta del Este y Bariloche. Nos apresuramos a comentar una gran coincidencia: nosotros también catalogamos como adefesio al Bariloche Center, que así se llama "el horrible edificio que se construyó en e propio Centro Cívico". Lo hicimos en Punta del Este: bella como algunos balnearios, pero única en su tipo, cuando dijimos: "Cuesta creer que se quiera invadir con cemento ese entorno y rápidamente, nos viene a la memoria la definición adefesio, la misma que casi por unanimidad, hace cuarenta años se le adjudicaba al Bariloche Center por obstruir nada menos que la vista al lago Nahuel Huapí".

En el resto de la nota, Luis apunta a enfocar que la consigna para Punta es convertirla en destino de todo el año con turismo masivo y llega de un modo indirecto, a evaluar la posbilidad del turismo estudiantil.

Nuestra convocatoria a discutir acerca de Punta del Este pasa por definir que es lo que queremos, preservar su entorno, su aún imagen de balneario o darle vía libre a la construcción y que se cometa el para nosotros exabrupto, de llevar adelante el proyecto de construir torres de altura en el eje Aparicio Saravia-Rincón del Indio y de esa forma, triplicar con ese solo proyecto, toda la construcción ralizada en el período 2005-2010, que llegó a 1.800.000 metros cuadrados.

La desestacionalización, tiene su punto de partida en la construcción del Centro de Convenciones y Predio Ferial de El Jagüel y de allí en más, la expansión del turismo de reuniones. Y la otra pata posible de ese debe del principal balneario, es el turismo social, de tercera edad preferentemente, pero muy lejos de ser masivo ni estudiantil.

En cuanto a comparar, sin ser explícito, a quienes se mudaron a San Martín de los Andes o La Angostura, con quienes por ejemplo se fueron a José Ignacio, decimos que la gran diferencia es el punto de referencia: nuestro principal balneario.

Si José Ignacio, Garzón o todo lo que crezca de aquí en más, no tuvieran a tiro a la impresionante Punta del Este. dudamos que fueran lo que son.


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