por Sergio Antonio Herrera, @Del PDA en Twitter

Problemas de crecimiento

Tener una flota homogénea de trece aviones tiene cosas muy positivas, la mayoría, pero también tiene de las otras, por ejemplo mantener correctamente las unidades; aumentar el número de tripulantes; que crezca la cantidad y el costo de los servicio de rampa, el catering, etc. Que también crezca desmesuradamente el costo de los viáticos al personal de a bordo, su alojamiento, sus comidas, su transporte. Pero hay una consecuencia fundamental al acceder al rango de empresa con flota, con una malla de vuelos importante y con un enano perfil de problemas: se convierte en una empresa en serio, en una aerolínea de verdad y entonces, en vez de tenerle la inveterada consideración -y a veces conmiseración- que se le profesaba a la antigua "Plunita", a esta, hasta con cierta lógica, se le exige, se le demanda excelencia.

Asignatura pendiente

Uno de los principales objetivos de la gente de LeadGate, proclamado a los cuatro vientos al hacerse cargo de la compañía en 2007 era el de convertirla "en la aerolínea más apreciada de la región". Esa es una asignatura pendiente que a simple vista, va a ser muy difícil de sortear, al menos en el corto tiempo.

Hay gente que aprecia a Pluna: los propios directivos de Pluna S.A.; el equipo gerencial; una buena parte del personal; una buena parte de los proveedores entre los que nos incluimos; una buena parte de los viajeros frecuentes, suponemos que el Vicepresidente Danilo Astori y el ex Ministro de Transporte, el Toto Rossi y por ahí me quedo.

Hay mucha gente que rechaza a Pluna.

Buena parte de los dirigentes de la oposición; buena parte de los trabajadores sindicalizados (en general), buena parte de los agentes de viajes y obviamente, los opositores del llano al actual gobierno, dividen el rechazo entre la natural antipatía y el odio. Y en ese fárrago, hay prensa a favor (los menos) y prensa en contra. Buena parte de todos ellos, tiene que viajar por Pluna a pesar de todo.

¿Razones visibles?

La imagen pública de los directivos de LeadGate, especialmente la de Campiani, la que históricamente ha rechazado el uruguayo medio, cuando ve a un argentino (porteño aunque hubiese nacido en La Quiaca) pagado de si, seguro, firme en su discurso, temerario y para colmo, aunque no se le admita (y mucho menos se le perdone) exitoso; el cobro "a cara de perro" del equipaje; el cobro del servicio a bordo; la aplicación de un Revenue Managment también a "face of pichicho" que obliga a pagar cifras insospechadas por un vuelo a Buenos Aires ida y vuelta en el día o un viernes desde la capital porteña a Punta del Este, por eemplo. No se les perdona aún, a Campiani y compañía haber discontinuado la línea a Madrid. ¿Alguien tiene una idea la cantidad de gente que dejó de hacer sus curros por esa causa?, ¿alguien se puso a pensar que mucha gente "allegada" a los poderes de turno, desde la toma de la infausta medida, JAMÁS volvió a Europa?, ¿cómo la van a apreciar a la Pluna actual?, la odian, lisa y llanamente.

Entonces

Luego de los insucesos de la mañana de ayer, que por esporádicos o totalmente infrecuentes, no dejan de ser preocupantes -y alguien debe haber metido las de caminar- y cuyas causas debe estar investigando con absoluto celo Oscar Prieto, el chileno hacedor de una de las fortalezas de la nueva empresa como es el mantenimiento, un canal de TV local editó las declaraciones de un pasajero diciendo que tuvieron que transportar ellos mismos sus efectos personales de un avión al otro, dejando entrever desorganización o simple desidia por parte de la empresa. Ese hecho, bien relatado debería haber contenido la explicación correcta, que dejase constancia que al producirse la detección de la pérdida de combustible, lo primero que hace el comandante luego de obtener en primera instancia la negativa de la torre al descenso de los pasajeros "por estar muy lejos de la terminal", pensando en aplicar las lógicas prevenciones primarias (el riesgo de la vida humana por ejemplo), se declara en emergencia y ordena el inmediato desalojo de la aeronave. En esas circunstancias, era obvio que quedasen efectos personales a bordo. Cuando se decide el traslado de los pasajeros del 159 al 161, hay una orden interna que pide a un coordinador que se haga cargo de transportar los efectos personales de un avión al otro. Con absoluto tino, el experiente coordinador recomendó que al tratarse de efectos no clasificados (sin identificación, sin marbetes), fuesen los propios pasajeros los que se encargasen de hacerlo. Así ocurrió, se les transportó para que cada uno identificase sus cosas y de ese modo se evitó el famoso "me falta...".

Para hacer este artículo, obviamente debimos hacer algunas llamadas, averiguar ciertos datos, preguntar puntualmente para disipar algunas dudas. No se nos ocurrió a nosotros, entre las preguntas, por más que la empresa hoy viva un contexto de cierta tirantez interna a raíz del sumario que se le sigue al dirigente sindical más importante, siquiera sugerir la posibilidad de alguna sospecha de intencionalidad y tampoco, entre los consultados, hubo la más mínima referencia a nada por el estilo.

Más allá de notorias diferencias que mantenemos con el implicado y seguramente con algún compañero suyo también, no se nos ocurren esas cosas porque tenemos buena memoria y no solemos confundir aserrín con pan rallado.

La rica historia de la seguridad de Pluna, sin duda alguna, una de sus máximas fortalezas, está directamente ligada al responsable trabajo, histórico trabajo de su gente, de sus técnicos, por eso, hace pocos días, cuando se anunció que podrían tomarse medidas sindicales que afectasen el mantenimiento de los aviones hasta que éstos no pudiesen despegar, dijimos que se estaba jugando con fuego y que alguien se podría quemar.

El CRJ 900 que no pudo operar el vuelo 159 de ayer, a las tres horas estaba volando y el que debía salir con los pasajeros del 161 y tampoco lo hizo, a las cuatro horas reanudó el servicio.

Raro privilegio

El nuestro, que con artículos como éste, sabemos que despistamos a los detractores que nos quieren flechar "a favor o en contra" y no se bancan admitir nuestra independencia, es más, mucho les enoja, no que se lo recordemos, sino que seamos realmente independientes.

Nos vemos.

Portal de América