por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires

Adelanto que poco me importan los planes de salvataje que se están instrumentando a modo de “lágrimas de cocodrilo” por aquellos que han sido, como decimos los abogados, partícipes necesarios de esta crisis que si se hubiera aplicado el sentido común, se hubiera prevenido y evitado. Lo que tampoco sé si hubiera sido bueno.

Desde ya anticipo que estoy convencido que la causa de esta crisis hay que buscarla en la política y en la filosofía.

Como dice Martín Caparrós “…los políticos lo son porque no pueden ser otra cosa…” y lo están demostrando a nivel mundial, obvio puede haber excepciones, pero cuesta encontrarlas…

Hoy vivimos sin certezas. Se perdió el sentido de la “certidumbre” y lo que es más grave, de la buena fe.

Con esto quiero decir que  esta crisis impactará y lo adelanto, negativamente en la economía del turismo y de las pobres líneas aéreas, las castigadas de siempre.

Pero ese solo será un efecto, quizás no el más importante.

Para mí lo decisivo y también lo sigo a Caparrós, pese a que estoy a una distancia sideral de sus ideas, es que para que la crisis se convierta en oportunidad debemos dejar de comparar lo conocido con lo que conocemos sino que tenemos que comparar con lo desconocido, de una vez por todas tenemos que ser audaces.

Adelanto una posible conclusión, si es que no cambio de idea antes del 6 de agosto, mientras las dirigencias  le teman al futuro viviremos en esa morbosidad que describió admirablemente Gramsci de quien también estoy en su opuesto, que ocurre cuando lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer.

Una segunda conclusión sería que estamos entrando en una nueva época y para ello tendremos que regresar a Ortega para estar a la altura de los tiempos.

En otras palabras tenemos que volver a ser cultos que no es ni más ni menos que poseer un sistema de ideas que debe guiar la existencia.

La ultima conclusión seria mas concreta apuesto a que el transporte aéreo disminuirá la oferta y se incrementarán notoriamente las tarifas o el costo de viajar en avión.

En cuanto al turismo, estimo que se intensificará el local y regional o de cercanías y por el contrario disminuirá el que llamaría lisa y llanamente internacional, de largo recorrido.

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