La soprano Luz del Alba Rubio, principal motor del festival, explicó a El País que esta segunda edición es el corolario de varios meses de trabajo con un numeroso equipo artístico y técnico. Y todo este esfuerzo, recalcó, hará del evento algo único: "no se había dado hasta ahora una ópera así en el Interior; y, fíjense, que esto se hace ahora por segundo año". Por otro lado, "y de exigente que soy, elegí este título, que es una de las obras más complejas de Puccini, para demostrar que se puede y la calidad de la gente que está participando de este proyecto".
Esta puesta en escena de La Bohème cuenta con Eduardo Casullo (Argentina) en la dirección escénica y Matthias Manasi (Alemania) en la musical, artistas de importantes trayectorias internacionales.
Y el elenco está encabezado por dos primeras figuras de la lírica latinoamericana: la propia Luz del Alba Rubio y la soprano mexicana Eugenia Garza, que alternarán en los papeles de Mimí y Musetta. También participarán dos coros y la orquesta del festival.
A ESCENA. Eduardo Casullo, compositor y regisseur argentino, subrayó, al igual que Rubio, las exigencias y dificultades que plantea esta ópera. Por eso "el trabajo de preparación ha sido durísimo, aunque ha salido muy bien. Hay un equipo con mucha voluntad de trabajo y se están sacando todas las cosas, y creo que de manera brillante".
Por otro lado, indicó Casullo, "es importante tener en cuenta que estamos armando un teatro dentro del Solanas Convention Center. Es decir: tuvimos que partir de cero y armar escenario, luces… absolutamente todo. Y eso le sumó otras exigencias a las complejidades propias del proyecto".
En el montaje, además, está previsto un interesante juego con la disposición abierta del Solanas Convention Center. "En el primer y cuarto acto, por ejemplo, achicamos visualmente el escenario para que de bien la imagen de una buhardilla de París". Como contraste, en el segundo acto se apuesta a la ampliación. "Ese acto es como el segundo de Aída: multitudinario, una fiesta. Entonces ahí se trabaja en la interacción con el público, rompemos `la cuarta pared` del teatro, el escenario se agranda y se multiplica la cantidad de gente en escena".
Casullo ha dirigido varias producciones de La Bohème en su larga trayectoria en el género operístico. Aún así, cada vez es un desafío y siempre se descubren elementos nuevos de esta partitura. En este caso, enfatizó, "la puesta es muy especial ya que tenemos dos cantantes (Rubio y Garza) alternando en los papeles de Mimí y de Musetta, lo que enriquece mucho a la escena y a los personajes a través del despliegue de sus personalidades, temperamentos y experiencias escénicas".
A ello se suma otro desafío: será la primera vez que Casullo trabaja con esta ópera en un espacio abierto. "He trabajado mucho en este tipo de espacios con óperas grandes, como Carmen, Aída… pero La Bohème siempre la hice en teatros tradicionales. Será entonces una prueba de fuego". No obstante, reconoció, el material humano y musical con el que trabaja es excelente, lo que facilita la labor con la parte actoral.
fuente: El País Digital