El resultado que nos interesa, por más que se le quiera hacer aparecer diferente en términos reales, es que entraron menos divisas por turismo en el primer trimestre de 2016 y salieron más, con relación al mismo período de 2015.
Nadie puede desmentir que los comercios relacionados con la gastronomía en el este del país tuvieron mejor verano pero la situación general del empresariado relacionado al turismo receptivo no ha cambiado y se avizora otra temporada baja extendida y de malos resultados.
Los continuos cantos de sirena oficiales con respecto al turismo receptivo en Uruguay, no hacen otra cosa que alimentar la grieta instalada entre la actividad pública y la privada, la cual toda vez que hay que trasparentarla, de ambos lados se observan discursos edulcorados artificialmente.
Traduciendo: a nosotros personalmente nos confían determinados estados de ánimo desde el sector empresarial y en actos públicos, por temor a represalias (sí, en pleno siglo XXI y en un clima de plena vigencia de la democracia)se trasmiten otros, en algunos casos diametralmente opuestos.
Compartimos un cuadro difundido por la consultora Deloitte en el que se aprecia algo indesmentible: vinieron muchos más argentinos que el año pasado. Otra cosa que es indesmentible es que se incluye en estas cifras a los argentinos que pasaron en tránsito a Brasil y que volvieron!! (aunque no se da con tanta precisión esto último).
Seguimos sin confiar en los sistemas de medición utilizados, seguimos reclamando menos euforia y más precisión científica en la información.
Seguimos esperando un diagnóstico acertado para empezar el tratamiento del enfermo que es el turismo receptivo de nuestro país.
Portal de América