Leemos con absoluta incredulidad y bastante asco a los que nosotros llamamos "dictadores de las redes sociales", la mayoría de los cuales escribe "vaya" con doble ele; "echen" con hache y cosas por el estilo, despotricar para todos lados. La originalidad es absolutamente desconocida, copian y pegan hasta para descalificar y los de derecha hablan del Fraude Amplio o de los malditos zurdos, mientras que éstos al igual que el infumable colega argentino Brancatelli, tienen respuesta para todo y disculpan todo, hasta a Sendic.
Unos se entretienen en quejarse de la dilapidación de la "plata de todos los uruguayos" en Pluna y ahora en Alas Uruguay mientras los otros descalifican a troche y moche a todo aquel que no represente a Juan Pueblo.
Ya nadie se acuerda de Campiani, quien fuera sacado de la sede judicial esposado y metido con una manaza en la cabeza en una camioneta policial para iniciar el viaje a Campanero pero lo que es peor nadie se pregunta si lo condenaron, si le encontraron pruebas de alguna de todas las cosas de las que le acusaron mientras otros no entienden por qué fue liberado.
Ya nadie recuerda más el extraño paro de 48 horas decretado por el sindicato de funcionarios de Pluna y la más extraña orden de traer los 13 aviones a Montevideo, pretendiendo esgrimir razones de seguridad, las cuales nunca fueron demostradas y por el contrario, resultaron cuestionadas.
Muchos se hacen cruces porque Alas Uruguay necesita cinco o seis millones de dólares pero esos mismos no recuerdan que los nunca mejor bautizados "7 malditos" aviones de Pluna, por la sagacidad de Lorenzo, el apuntalamiento de Pintado y el visto bueno del Pepe, luego de la parodia de subasta del 1 de octubre de 2012, pasaron a ser un clavo de 137 millones de dólares que está pagando el gobierno del FA cada seis meses con la "plata de todos los uruguayos" y que el producido de la venta de los mismos, los 70 millones de dólares menos unos cuantos por mantenimientos gastados por el Fideicomiso, fueron a parar al Concurso de acreedores y que de ellos, ni un sólo dólar irá a reducir el clavo que hay que oblarle al ScotiaBank.
En el artículo editorial de ayer López Mena por Caso Pluna: "Estaban los sádicos, los hijos de mil putas..." dejamos muy en claro que el dueño de Buquebús refiriéndose a la famosa foto de El Observador en el Restaurante Lindolfo dijo: "En ese lugar estábamos brindando porque el gobierno quería que quedaran aviones acá para ocupar a la gente de Pluna y yo logré que quedaran parte de los aviones." y que de sus propios dichos en la misma entrevista se desprende que entró en la operación porque desde el gobierno le pidieron que lo hiciera y por ejemplo dice: "La empresa Cosmo se la mandé al Estado y ellos hicieron todas las cosas. Yo no hice nada. Después me obligaron... No voy a contar más cosas, pero es lamentable...".
José Mujica, además de ser el responsable principal del cierre de la empresa y por ende, de las centenas de millones de dólares que terminará perdiendo el país por su decisión, fue quien dijo el mismo 1 de octubre arriba de un avión rumbo a Lima que la subasta duraba cinco minutos (duró siete) y luego de que procesaran a Lorenzo y a Calloia, que ambos, lo único que habían hecho era cumplir sus órdenes...
Entonces, López Mena que se entrevera declarando y se autoincrimina diciendo que fue él quien dejó los aviones en Uruguay después de la subasta (¡estaban brindando en Lindolfo con el Ministro de Economía que según el mismo se volvió loco cuando vio al fotógrafo) y además, desde hace veinte meses, quedó "pegado" con los correos entre Calvo Sánchez y Cosmo admitidos como prueba dice que la culpa es de Mujica. El expresidente dice que los dos procesados hicieron lo que él les dijo...
Tenemos todo el derecho a pensar que no se toca a López Mena para no tocar a Mujica, ¿o no?.
Y la pregunta que nos reservamos para el final es para todo el Uruguay:
¿No creen estimados compatriotas que a casi cuatro años de la herejía llegó la hora de cambiar el relato?
Portal de América