En el PDA abordamos la comunicación en el turismo con un estilo propio de marcada referencia con la segunda acepción de "impronta" en la RAE: "Marca o huella que, en el orden moral, deja una cosa en otra".
Por ello es que el ejercicio de la profesión no nos limita a escribir o a producir contenidos audiovisuales únicamente. La huella tratamos de dejarla al tomar una imagen, grabar un video en cualquier rincón del planeta, en un intercambio de whatsapp o respondiendo la multiplicidad de correos electrónicos que llegan a nuestra casilla y obviamente, en la organización de un evento.
Cuando hace casi cuatro décadas comenzamos a hacer periodismo especializado en turismo sabíamos que íbamos a tener todas las polémicas, cuestionamientos y hasta variados ataques de diferente esencia, como los que desde alguna mediocre trinchera se nos endilgaron.
Lo sabíamos porque intuimos que al expresar nuestro pensamiento en un ámbito ajeno a la "gimnasia" de la opinión, la crítica y el cuestionamiento editorial como es el turismo, seguramente íbamos a provocar ni más ni menos que lo que provocamos en todo este tiempo, reacciones diversas que en la mayoría de los casos tenían la percepción del árbol y no del bosque.
Todos aquellos que "entienden" el turismo, ese reducido núcleo, siempre supieron para dónde íbamos y lo que pretendíamos cada vez que escribíamos, hablábamos u organizábamos.
El desgaste de muchas suelas de zapatos, los miles y miles de kilómetros recorridos, las no pocas broncas y decepciones y las múltiples alegrías y reconocimientos (mayoritariamente en voz baja, al oído o por mensaje directo) han ido templando nuestro estilo, han ido reconfirmando la ruta y nos han traído hasta este presente de empatía general que queremos celebrar y por ello, esto.
Portal de América